La venta de la ciudad de El Tigre

Ernesto Paraqueima Luigi, alcalde de El Tigre, pretende retroceder en el tiempo doce años atrás, en la época de su gestión, cuando la crisis económica no había explotado con tanta intensidad y era él por primera vez burgomaestre de tan agradable ciudad. Ahora no hay recursos, pretendiendo sacar dinero de todo, a punta de decisiones y multas sin importarle a quien golpee el bolsillo.

Necesita dinero para realizar una mediana gestión, pues si piensa lanzarse a gobernador del estado, es necesario exhibir alguna obra para tener credenciales y piso en sus aspiraciones. Necesita tener dinero para salirse de la sociedad con José Brito, que es quien aparentemente está financiando la limpieza y pinturas puestas en práctica como maquillaje haciendo creer, que Paraqueima es un trabajador incansable en beneficio de la comunidad.

El burgomaestre de El Tigre necesita dinero con la intención de sufragar los gastos de esta campaña electoral súper anticipada en función de convertirse en gobernador del estado Anzoátegui., de allí su desesperación por no pasar desapercibido, debe escuchar que es el mejor alcalde de Venezuela, satisfaciendo su ego y hacer creer que es un gerente exitoso.

Esa mente maquiavélica que no descansa, además que tenia doce años planificando su regreso. Ahora está creando una inmobiliaria municipal, aprobada ya por mayoría simple en primera discusión. De una manera acelerada sin llevar los pasos necesarios se conduce hacia un posible desconocimiento de la constitución, creando un monopolio inmobiliario.

La aprobación esperada en la segunda discusión, si se mantiene la correlación de fuerza debe tener el visto bueno de seis concejales, para poder cumplir con el reglamento interno referente a las tres cuartas parte de la cámara municipal. Ya un grupo de concejales van a introducir un recurso basado que la aprobación debe darse articulo por articulo y no de forma general.

Paraqueima se cree con patente de corso para hacer lo que le venga en gana, con el discursito del cambio radical, cual cambio si él es el mismo prepotente que bajo falsas promesas obtuvo un triunfo circunstancial. Ya regaña a las personas que llaman a su programa pidiendo información sobre los artefactos eléctricos ofrecidos en campaña electoral.

Les grita, igual que lo hace en público con el viejo Jesús, su papá, aparentando una autoridad capaz de crear el temor de quienes lo rodea. Sí les dice, "señores no crean que soy gafo, a ustedes primero hay que dictarles un taller de emprendedores con tres meses de duración, luego al llegar los artefactos se les hará su respectiva entrega, con la aprobación de otros requisitos"

En El Tigre con la venta de terrenos e inmuebles, los ciudadanos se preguntan hacia donde estarán dirigidas las ganancias o en que se invertirán, además con cuales controles. En Barcelona se denunció la desaparición de 21 millones de dólares y simplemente le echaron tierrita. Más bien destituyeron a una exalcaldesa encargada por haber sacado el hecho a la luz pública.

La obsesión de Ernesto Paraqueima por administrar dinero es tan grande que supuestamente tiene proyectada una nueva ordenanza en donde se pagaría por entrar a la ciudad de El Tigre, implementando un peaje con dos casillas, una por la entrada de San José de Guanipa y la otra viniendo por la carretera nacional.

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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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