El asunto Guayana

El sistema capitalista como su nombre lo indica es un sistema que abarca
todo el pais y prácticamente todo el mundo. La propuesta socialista debe
ser proporcional a ese poder capitalista. El conjunto de las empresas de
Guayana son la verdadera garantía para el arranque de la economía nacional,
y la participación directa de los trabajadores en su gestión, control y
administración es un paso en la dirección socialista.

Se ha emprendido un plan en Guayana que cuenta con el apoyo total, no solo
del Gobierno Bolivariano, sino de la masa trabajadora venezolana, que
incluye la nacionalización de ciertas empresas que dependen de la CVG, se
ha trazado un plan para eliminar la tercerización criminal, se han elegido
a los trabajadores que cuentan con el prestigio y aval de lucha, se ha
iniciado un proceso de colocar a revolucionarios en los puestos claves de
las empresas, se están haciendo las adecuaciones tecnológicas menores y
mayores, se tiene un plan de crear fábricas que reciban la materia prima,
resultado de los procesos de trabajo en la CVG, para que la transformen en
productos terminados para el desarrollo de la nación.

Pero, esto se ha realizado en un marco en el cual estas empresas estaban en
un proceso de ineficiencia y de quiebra. El Gobierno Revolucionario ha
tenido el buen criterio de confiar estas empresas al control de los
trabajadores. Pero, ¿por qué estaban dando pérdidas?. ¿Por qué no se confía
al control de los trabajadores las empresas que esten en franco crecimiento
y productividad?. ¿Por qué no se desarrolla el control proletario en
PDVSA?. La clase trabajadora está llamada a asumir la responsabilidad de
gestionar la economía, de gestionar las empresas, quebradas por el
capitalismo pero estratégicas, pero también las no quebradas. Si vamos a
jugárnosla en Guayana, en esa misma medida, para asegurar el éxito allí,
requiere que nos la juguemos en todo el país. La PDVSA en control
proletario sería un pase al éxito del control obrero en Guayana.

Hay que ser optimistas con el control de los trabajadores en las empresas
de Guayana, pero, los trabajadores de Guayana se van a enfrentar con una
realidad, en la cual, los entes y empresas del Estado encargados de ayudar
están trabajando en la lógica del capitalismo. ¿Por qué no llevar el
control de los trabajadores a los Ministerios y demás empresas estatales?.

Incluso, estas empresas de Guayana estarán rodeadas por toda la economía
capitalista que es dueña de la tecnología, insumos, maquinaria y materia
prima secundaria, y a la hora de requerir de estos insumos y servicios,
tendrán que someter una empresa germen del socialismo, a las bárbaras leyes
del mercado que tendrán como meta matar el control proletario en su cuna,
Guayana. Pero esto no tiene que ser así, ya que Guayana tiene una tradición
de compromiso proletario e históricamente, esa región, fue un puente para
el avance del proceso emancipador bolivariano. Hoy puede convertirse en un
potente puente para el avance de la sociedad socialista.

¿Qué hacer? El plan Guayana Socialista tendría mejor viabilidad en un marco
de condiciones, en el cual las principales ramas de la economía, estén en
manos del Estado, que a su vez esté sometido a un control de los
trabajadores y el pueblo revolucionario, y que incluya el comercio
exterior.

Asi mismo, el mercado mundial es una realidad y ningún país, por poderoso
que sea puede obviarlo. El socialismo no puede ser realizado solo en un
país. La antigua URSS trató de realizar el socialismo en un solo país y
conocemos lo que pasó. A rasgos generales, si bien el socialismo tiene sus
días contados al ser realizado en un solo país, es indispensable que la
Revolución Socialista venezolana arranque para que sea un ejemplo a seguir,
pero esa revolución debe contar con la hegemonía de las clases oprimidas y
liderada por la clase trabajadora, lo cual no es una realidad en nuestro
país. A partir de ese momento, la revolución puede tomar decisiones
transitorias como las que se han realizado en la Faja Petrolera del
Orinoco.

Pero, ojo, solo a condición que la revolución cuente con la hegemonía de la
clase oprimida y liderada por la clase proletaria, de lo contrario, esas
medidas irremediablemente se devirtuan y burocratizan.

La cuestión petrolera y la política monetaria debe ser manejada por el
conjunto de los representantes de la sociedad venezolana, en instancias
vinculantes, es decir, por las instancias superiores creadas por los
representantes de los consejos de trabajadores, de campesinos, de
trabajadores informales, comunales, amas de casa, profesionales
independientes, excluyendo a la burguesía. La revolución debe romper todos
los mecanismos capitalistas, y tiene que controlar la moneda, pero para
controlar la moneda debe controlar la producción de bienes y servicios que
originan el mecanismo de la inflación, especulación y corrupción. Es decir,
debe nacionalizar áreas extensas y medulares de la economía, y entre ellas
la nacionalización debe ser completa en el sector hidrocarburos. Las
denominadas empresas mixtas a pesar que representan un adelanto respecto de
las asociaciones de la IV República, no podrán nunca solucionar la
dependencia tecnológica por mucho que se prometa la transferencia de
tecnología, el incremento del factor de recobro y se paguen más impuestos.

Solo un plan general, diseñado por la clase revolucionaria y que tenga el
control de la economía nacionalizada, podrá sacar adelante al País. Por que
los dineros en dólares que recibe la República Bolivariana de Venezuela
producto de la venta del petróleo, se vuelven a entregar a las empress
extranjeras mediante la importación de mercancias que no producimos aquí.
Es un mecanismo de reciclaje.

La PDVSA socialista tiene que contar con un desarrollo tecnológico propio
que garantice autonomía en los procesos de exploración y producción de
hidrocarburos, reduciendo los dineros que se invierten en tecnologías y
equipos importados. La masa de dinero que ingrese al país producto de la
exportación debe ir a potenciar el plan socialista ya definido.

Las empresas mixtas de la Faja Petrolífera son un reconocimiento de la
dependencia tecnológica y de la necesidad de capital. En un futuro muy
cercano, esas empresas mixtas deben dar paso a la gestión completamente
nacional de todo el recurso petrolero, pero para esto tenemos que trabajar
en las transformaciones ya descritas.

(*) Lucidio García (Sintraintevep-CTMI)/ Corriente de los trabajadores y
trabajadoras marxistas del PSUV-Miranda

(garcialwx@pdvsa.com)

¡Patria Socialista o Muerte.........Venceremos!


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Lucidio Garcia


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