¡Qué antojo el de Chávez venir a mascar hojas de coca! Más le hubiera valido pedirle a Mónica Lewinsky ¿Así se escribe? que hiciera pasantías en Miraflores. Resultó, pues, que nuestro Presidente es un drogómano consumado y además ¿Cómo no?, traficante y protector de carteles terroristas (entiéndase FARC, ALKAEDA, Iraníes, Chinos, Rusos, guerrillas iraquíes, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc...).
Bueno, pues, yo no masco hojas de coca, pero masco hojas de lechuga, que da sueño; casabe que se hace con yuca amarga, la cual es venenosa en su estado natural. También masco arepas, las cuales se hacen con maíz. Qué decir del majarete... de hecho me gusta mucho mascar ese producto totalmente peligroso, que se hace con harina sacada del maíz, azúcar extraída y refinada de la caña y coco, ¡sí señor! todos estos productos que los seres humanos (entiéndase ciudadanos de los Estados Unidos de América, los demás según ellos, somos sub-humanos o terroristas según nuestra nacionalidad) bueno pues, productos que ellos, los humanos buenos de esta tierra, necesitan para hacer etanol ¡Habráse visto: que un indio-negro tercermundista pretenda pretenda quitarle su combustible a los seres humanos!
Claro que a los humanos del norte no les molesta si como pollos transgénicos fritos en aceite viejo, en platos desechables sacados de árboles míos que no volverán a ser sembrados; tampoco les molesta mi creciente ingesta de cocacola o pepsicola hechas con agua de mi propio país vendida a precio de oro por ellos, una vez que le agregaron su "fórmula". Menos todavía va a molestarles que mis compatriotas celebren los cumpleaños de sus hijos en el Mc Donald, comiendo cajitas felices llenas de m... .
Por cierto, están escasos el pollo, el arroz, la harina de maíz, la de trigo, la leche, las sardinas... es decir, la dieta básica de los indios-negros del Sur. Las hamburguesas, que yo sepa, no están escasas en McDonald, ni el pollo en Arturo.
A mucha honra, pues, me declaro terrorista gastronómico, y con muchísimo gusto voy a seguir mascando no coca, como el Presidente, pues aquí no se consigue tan preciada hoja, pero sí azúcar de caña, harina de maíz, leche y carne de vaca (si las encuentro), casabe, granos de leguminosas, sardinas y cualquier otro alimento que me venga en mi regaladísima gana, independientemente de lo que le parezca bueno o malo a los pendejos del Norte.
He aquí algunas de mis extremadamente subversivas consignas terroristas en contra de la buena, inocente y desvalida humanidad del Norte:
No a la comida corporativa gringa: no masques McDonald, Pollo Arturo, Whooper, Wendy´s, ...
No a la Cocacola, sí al papelón con limón... y si es limoncito criollo, mejor.
Masca, feliz y contento-a de la vida: Mac-jarete, Mac-casabe, Mac-arepa, Mac-café, Mac-coca, (el Presidente y quienes puedan), Mac-pabellón, Mac-mondongo, Mac-chicha, y así sucesivamente.
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Ah, por cierto, ellos son los humanos del norte, pero nosotros somos los humanos del Sur, orgullosamente mestizos, de buena raza, de buen diente, comelones de todo cuanto pueda ser comido. Ningún estúpido enfermo por el hecho de ser rico va a obligarnos a comer lo que a él le parezca.
No a la calumnia politiquera internacional. Viva nuestro Presidente mascador de coca. Si mascar lo nuestro es ser terrorista o drogómano, pues lo seremos con la frente muy en alto los revolucionarios y revolucionarias de esta Venezuela dispuesta a todo para ser libre.
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