Sector de la jerarquía católica con sus bases en caída libre

La clase política tradicional de la cuarta república, fundamentalmente los extintos AD y COPEI con sus aliados nacionales e internacionales, nunca reconocieron la existencia del “Banco de la Política”, tampoco sabían que el “poder político” se acumula y desacumula, tal como ocurre con el dinero en un banco, mucho menos pensaron que se podrían arruinar en un momento, sobre todo cuando se gira inadecuadamente contra esa “Cuenta de la política”. Casi de la noche a la mañana, los jerarcas “políticos” de entonces se encontraban desnudos ante la opinión pública nacional, nunca reaccionaron ante una desacumulación acelerada del poder político en un corto período de tiempo; soy de los que creen que aún no han reaccionado, podríamos decir que se causó un colapso letal en su metabolismo político. Recibieron en términos boxísticos, un gancho de “izquierda” al hígado, que no pudo ser bloqueado por su torpe y lenta “derecha”.

Una parte de la Jerarquía Católica como “bateador emergente” de la vieja clase política y del imperio norteamericano, debe mirarse en ese espejo. Su arma fundamental es que el Presidente no es unitario, es peleón e insultante y pare de contar, olvidándose deliberadamente pasajes de la Biblia, donde el tema de la unidad es tratado por Jesucristo, el maestro de maestros, con su indiscutible elegancia.

Cuando los tentadores intentaban dividir la iglesia, el Señor les respondió: “Todo reino dividido contra si mismo, es asolado; y una casa dividida, contra si misma cae. (Lucas 11:17), y luego remata, afirmando: “El que no es conmigo, contra mi es; y el que conmigo no recoge, desparrama. (Lucas 11: 23). Es hora de que ese sector de la Jerarquía Católica, ahora actuando como curanderos de la política, se ponga al lado de las mayorías pobres, oprimidas y excluidas, tal como lo predicaba Jesús. O se suman y recogen, o desparraman y desaparecen del alma, el corazón y la conciencia de nuestra gente, algo de eso está ocurriendo.

El Señor Presidente se autodefine católico, aún cuando en la práctica actúa como un auténtico cristiano, heredero de Cristo en muchas de sus decisiones y acciones, con ello ha enfrentando ese sector de la jerarquía católica en el plano de la política, y en la mayoría de las contiendas venciéndoles con notaria maestría, estoy seguro que en el plano espiritual la victoria será contundente y definitiva. La jerarquía se está quedando desnuda, la conciencia política del soberano descubre sabia, oportuna y progresivamente las manipulaciones de esa camarilla de la Jerarquía Católica venezolana y la membresía católica decrece, está en caída libre.

Con Cristo, Bolívar y Chávez construyamos el socialismo bolivariano, como instrumento para alcanzar la mayor suma de felicidad del pueblo venezolano, latinoamericano, caribeño y mundial.

(*)Cristiano/ Socialista

lazaroroger@gmail.com


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Roger Lázaro(*)


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