La Trocha puede ser un marchódromo

Ante la manía visceral del sector opositor de salir a marchar por cualquier nimiedad que se le antoje, el Gobierno nacional –una vez terminada la Copa América- debe iniciar con premura los trabajos para convertir a La Trocha en un marchódromo en donde los oposicionistas puedan expresar con las angustias existenciales y los desasosiegos políticos que perturban su patrón mental.

Convertir en un marchódromo a la vía de contingencia que se habilitó cuando colapsó el Viaducto 1 de la autopista Caracas-La Guaira, traería numerosas ventajas. En primer lugar, descongestionaría las principales calles y avenidas de Caracas por donde el oposicionismo acostumbra marchar a diario. En segundo término, éste centro de manifestaciones será utilizado por los opositores amantes de las excursiones, las aventuras y las actividades al aire libre, ya sea a pie o en bicicleta.

Finalmente, el marchódromo sería un patrimonio natural de diversión y entretenimiento justo a la entrada a Caracas. De ahí, que la ubicación estratégica y privilegiada de éste complejo permitiría mostrar a los turistas que visitan al país que al sector opositor se le respetan los derechos humanos y civiles, lo que desmontaría la campaña mediática internacional que sostiene que a “Venezuela la gobierna un régimen dictatorial y autocrático”.

Como la finalidad es tener un centro donde los opositores puedan descargar su rabia, ira y frustración política, proponemos que el marchódromo cuente con una infinidad de espectáculos y atracciones turísticas. Como sorpresas especiales, habrá salones con juegos de terapia psicológica que serán democráticos y participativos, tales como “Toma tu tomate”. En éste safari político relajante, los oposicionistas le arrojarán tomates y huevos podridos a muñecos de goma que representarán a los altos funcionarios gubernamentales que más adversan.

Adjunto a este recinto, estará el salón de juegos interactivos “Pégale al policía”, donde los estudiantes oposicionistas descargarán su ímpetu juvenil golpeando las canillas de los agentes policiales representados por gigantescos muñecos inflables.

Igualmente funcionará la capilla “Fray Guarimba”, que estará decorada con una serie de grandes murales donde –sin separar los justos de los pecadores- será recogida toda la historia gráfica y audiovisual del respaldo que los altos jerarcas de la iglesia católica venezolana le han brindado al oposicionismo.

Por ejemplo, en el mural “La caída de los ángeles rebeldes” estará pintado el cónclave opositor en el que el rector de una universidad católica les alzó las manos a Carlos Ortega y a Pedro Carmona Estanga en la Quinta La Esmeralda. En la decoración pictórica de la ermita también habrá un mural inmenso donde un grupo de obispos –flanqueados por falsos profetas de la IV República- sostienen el Libro del Juicio Final, en el cual están los nombres de todos los que firmaron el decreto del Carmonazo. Como souvenir, a los visitantes de la capilla se les entregará una estampita en la que aparece monseñor Baltasar Porras celebrando muerto de la risa la patética payasada con que William Brownfield se despidió el pasado 4 de junio de Venezuela.

Sumado a esto, se instalará el parque “Jurassic Park”, donde los oposicionistas que añoran a la IV República podrán desayunar o cenar, sin costo alguno, con los personajes de las cúpulas podridas adeco copeyanas. Para embeleco de los oposicionistas, habrá una galería de muñecos de cera que representarán a todos los integrantes de los cogollos del partidismo puntofijista.

En cuanto a la formación intelectual de los niños, los más pequeños contarán con el centro “Déjame pensar por ti”, en el cual los creativos de una conocida agencia publicitaria dictarán cursos para enseñar a redactar arengas y peroratas políticas. En éste caso, los más jóvenes del sector opositor recibirán la preparación apropiada para cuando les corresponda hablar ante los diputados de la AN, magistrados del TSJ, el Fiscal General de la República o el Defensor del Pueblo.

El itinerario también incluye una visita al salón “La bufonada gringa”, función concebida para grandes y chicos. Uno de los componentes más llamativo del espectáculo, totalmente hablado en inglés, es la presentación del show de los payasitos del imperio a cargo de Charles Shapiro y William Brownfield. El pasatiempo incluye la actuación de los muñecos Disney y los guasones del oposicionismo, así como la presentación de los títeres de las ONG, juegos como el bingo político, karaoke, la hora loca del golpismo, toboganes inflables para ver como el sector opositor se va cuesta abajo en la rodada. Los visitantes degustarán perros calientes, helados, cotufas, chupetas, caramelos y donas, entre otros pasapalos y golosinas cortesía de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela.

En lo que compete al parque mediático “Libertad de expresión”, Enrique Mendoza revelará qué lo inspiró para expresar la frase: “Esa basura que se llama el canal 8 va fuera del aire”. Alberto Federico Ravell explicará por qué botó de Globovisión a José Domingo Blanco, “Mingo”. Igualmente, Marcel Granier en la conferencia “Yo no estoy botando ni avalando nada” expondrá por qué “echó como un perro de RCTV” a Lázaro “Papaíto” Candal.

Una de las grandes atracciones mediáticas del marchódromo será la transmisión del programa de concursos “Adivina dónde está el tornillito flojo”, emisión televisiva de producción nacional independiente conducida por los periodistas Rafael Fuenmayor y William Echeverría.

Para que los oposicionistas no sientan que son minoría, se mostrarán graderías repletas de gente en las que se utilizarán muñecos inflables de tamaño natural para simular personas reales.

SERVICIOS

Como al oposicionismo le encanta visitar espacios donde pueda alcanzar la felicidad absoluta, el marchódromo contará también con servicios insuperables y sitios para el relax y la diversión. Por ello, tendría un mini campo de golf, variedad de tiendas, cafeterías con desayunos japoneses donde los opositores puedan degustar una rica sopa de crisantemos al miso y tofú. Asimismo, poseerá un salón de estar privado, bar, restaurante al aire libre y una piscina para practicar aguagym para esculpir el cuerpo y disfrutar de un momento lúdico y refrescante.

El parque temático también contará con gimnasios que tendrán servicio de pesas, máquinas de ejercicios, aerobics, bailoterapia, sauna, jacuzzi, relajación, cosmetología, masajes terapéuticos y anti stress.

Con toda esta variedad de servicios, el marchódromo será un auténtico cuento de hadas para que el oposicionismo se sienta como en casa; es decir, como en Miami, pero sin gastar un dólar.


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Vidal Chávez López


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