Manuel no tiene la culpa

Que el candidato Manuel sea como es no debe representar ninguna molestia ni mucho menos un dolor, y más cuando ni a él mismo parece importarle que lo vean como es. Quién ha dicho que no se le pueda esperar PERAS AL HORNO, al menos, no es ningún pecado el hecho de querer pasar el tiempo esperando lo que a uno mejor le parezca, en todo caso esa era una de las bondades más ALECCIONADORAS de la DEMOCRACIA DE LA CUARTA REPÚBLICA, en la cual, él, destacadamente, logró instruir su afamada personalidad. Además, este candidato y sus más cercanos COLEGIONARIOS lo preferirían antes que perder el tiempo leyendo un libro o pretendiendo realizar una buena gestión en la GOBERNACIÓN estudiando probabilidades.

Con todo y lo que le digan no se puede negar que al candidato Manuel nada le avergüenza, ni el hecho que le comparen el coeficiente intelectual al del propio presidente de THE UNITED STATES, aunque éste, reconociéndoselo, tenga una retórica y una personalidad un poco menos desconcertante que la del plumífero y mal humorado PATO DONALD.

Más de algún inocente y poco enterado opositor dirá que no hallamos qué hacer con el candidato Manuel, en eso, y con toda humildad puedo decírselos, están equivocados; el candidato Manuel es lo mejor que nos ha pasado, al menos como candidato de la oposición. Nosotros realmente estamos encantados de que el candidato Manuel sea precisamente el candidato Manuel, y más ahora, en mi caso particular, cuando mi hija ha encontrado aliciente real para no dejar los estudios.

Eso de que SI ME MATAN Y ME MUERO, TENGO LOS AFICHES IMPRIMIDOS, NO CREO EN CANTOS DE BALLENA, NO HAY QUE ESPERARLES PERAS AL HORNO… son pequeñeces y desapercibidas menudencias que en nada pueden empañar LA VIDA Y OBRA de este personaje que por su característico “carisma” y política se le ha encomendado la no menos que imposible tarea de GANARLE a nada menos que el PEOR enemigo de un modelo que se precia, a través de sus DOCTOS ACADÉMICOS, en representar el NON PLUS ULTRA de las INTELLIGENZZIA del mundo, el que a través de sus VERDESITOS DOLLARILLOS colecciona en sus ilustres universidades lo más graneado del conocimiento internacional, el que suele sacarse brillo con cepillo ajeno cuando mantiene más del 70% de los PREMIOS NÓBEL y continúa pretendiendo no sólo acaparar la energía y la biodiversidad del mundo sino también, y sobre todo, los más connotados cerebros de los pueblos mal llamados subdesarrollados. Pienso que, POR AHORA, no se encuentran interesados por el cerebro de nuestro candidato Manuel, desgraciadamente.

Por eso, y por otras muchas razones, la culpa no es del Candidato Manuel, el sólo hace lo que puede, aunque no se le note el esfuerzo y nunca haga más de lo que biológicamente le está destinado hacer. La culpa, en todo caso, es de todos aquellos que siguiéndole los pasos van tratando de arreglar todas las borricadas que hace, y todavía así le insisten que es LA ÚLTIMA COCA COLA DEL DESIERTO.

waldo.munizaga@corpomaracaibo.net


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Waldo Munizaga


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