La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) vive en 2015 el peor escándalo mundial de corrupción en toda su historia. Tal situación ha motivado la renuncia de su recién reelecto presidente Joseph Blatter quien perdió la gobernabilidad de una organización que amenazaba con rebelarse en caso de que el desprestigiado suizo permaneciera en el cargo.
El caso FIFA hace renacer las esperanzas de quienes ven en Venezuela una situación de caos y creen posible un alzamiento popular que haga insostenible la continuidad de Nicolás Maduro como Primer Mandatario Nacional.
Sin embargo la FIFA no es Venezuela. Lamentablemente esa asociación que rige al "deporte más bello del mundo" no es democrática pues sus directivos no son elegidos por los ciudadanos de los Estados miembros ni por los futbolistas afiliados sino por un cónclave de dinosaurios burócratas con abdomen prominente que rara vez tocaron un balón de fútbol, más sin embargo durante 20 ó 30 años se han enriquecido con el lucrativo negocio del fútbol internacional.
Distinta es la situación en nuestro país, donde el poder se sustenta en la soberanía que emana del voto popular, así que en el caso de la democracia venezolana es la voluntad de todos los ciudadanos quien nos da las autoridades y el sistema de gobierno que tenemos.
Pero por si fuera poco ante cada arremetida por fabricar escándalos mediáticos y los intentos desesperados por socavar la reputación de quien hoy conduce la República por obra del voto popular, ha sido el pueblo siempre crítico, activo y aferrado a la Constitución, el que ha desechado guarimbas, difamaciones y atajos de la oposición radical en su fracasado intento de asaltar el Poder por vías no democráticas. Entonces, en cuanto a la posibilidad de una renuncia presidencial en Venezuela, saque usted sus propias conclusiones.
