No creo en esa gente

Me decía alguien en estos días que Maduro había caído en la trampa con la aceptación por parte de la MUD en asistir a una mesa de dialogo. Le respondí que por el contrario, Maduro no era pendejo y sabia a la clase de alacranes a los que se enfrentaba.

Particularmente soy un convencido que esa aceptación por parte de la MUD de reunirse con el gobierno en una mesa de diálogo por la paz tiene su agenda escondida y no es otra que insistir en las exigencias que han venido haciendo desde el primer momento que se les hizo el llamado a dialogar. Exigencias que muy bien saben ellos es muy difícil se les pueda complacer, como por ejemplo la libertad de los culpables tanto intelectuales como materiales de todas esas muertes producidas por el llamado que hicieron al guarimbeo con su slogan “La salida” Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma. Igualmente exigirán se les reciba en alfombra roja a todos esos bichos prófugos de la justicia autodenominados exiliados políticos, que no son más que una cuerda de delincuentes procesados por delitos comunes. Es decir, que nadie pague por los delitos cometidos y que las víctimas y sus dolientes vayan al carajo.

Al ver que sus exigencias no tienen el deseo esperado entonces allí estará la oportunidad para que Aveledo salga junto al traidor de Henry Falcón y el soñoliento de Barboza a decir que no se pudo concretar nada ni habrá paz porque el gobierno no tuvo la gentileza y la gallardía de concederles tan humanistas peticiones, por lo tanto las guarimbas continuarán hasta que Maduro se vaya. Lo que significa que la vaina será para rato y bien largo.
Es el mismo formato de los que fueron a Miraflores al llamado de Chávez luego de su triunfal regreso después del golpe de abril. Son los mismos protagonistas, hipócritas y farsantes unidos en una misma causa, acabar con este proceso revolucionario. Bastaba con ver las caras de Henry Falcón, del adormecido Omar Barboza y el escueto discurso de Aveledo para darse cuenta de la aureola de hipocresía que los cubría mientras se dirigían al país a su salida del palacio de Miraflores.

Claro que uno desea que ese llamado incansable hecho por el presidente Maduro a la oposición a reunirse en una mesa de paz, a tener un dialogo para llegar a un acuerdo que acabe de una vez con esos focos que intentan causar inestabilidad y zozobra en el país tenga éxito. Pero honestamente yo no creo en esa gente. Su propósito no es sincero. No quieren dialogo, no les interesa que haya paz, eso lo considerarían como una derrota para ellos y un triunfo para el gobierno. Si han aceptado, algunos de ellos, ir a Miraflores, porque para nadie es un secreto que están divididos, es porque saben que la opinión publica en su mayoría está de acuerdo con el llamado que les ha hecho Nicolás Maduro.

La gente quiere paz, quiere transitar libremente a sus labores diarias, está harta que les tranquen las vías, que continúen asesinando inocentes y saben que la solución a los problemas por los que atraviesa el país no son las guarimbas, la mayoría cree que dialogando se pueden solucionar las cosas, esa es la cultura del venezolano, no agrediendo y asesinando al contrario. Pero lamentablemente tenemos una gran parte de la oposición con un pensamiento fascistas que no cree ni le ingresa el dialogo y otra parte secuestrada y amenazada por esa ultraderecha fascista impidiéndole actuar con criterio propio, esa es la que dicta la agenda..

El autor es: Comunicador social,escribidor, poeta y revolucionario

hermoj28@yahoo.es


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Hermo Rosales

Comunicador social, poeta, cuentista, escritor, autor entre otros de los libros, “Evocaciones”, “El jardín de las Dalias”, “Mi abuelo el cazador”. Sus trabajos han sido publicados por los diarios “Provincia”, “SigloXXl”, “El Norte” y la revista “Síntesis”, es cofundador del semanario “Anzoátegui hoy”

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