Antecedentes que hablan de la derrota de la "izquierda" chilena. Boric y Camila Vallejo

Las recientes elecciones de Chile, donde tanto en la primera como en la segunda vuelta, el otrora poderoso frente conocido como Unidad Popular, el mismo que ganó las elecciones con la candidatura de Allende, salió escandalosamente derrotado. Buscar las causas de lo acontecido en la militancia comunista de la candidata es un dejarse prejuiciar y pasar por alto otras circunstancias más o verdaderamente significativas.

Allende, dirigente del PSP, se consolidó como candidato del frente Unidad Popular, en un proceso en el cual el Partido Comunista había presentado la precandidatura de Pablo Neruda. Recuerdo como este, por su propia iniciativa, declinó en favor del primero. Pero Allende, tenía una presencia política de mayor significación que la del poeta, más conocido éste, entonces, por sus "veinte poemas de amor y una canción desesperada", que por su militancia

La historia de Allende es harto conocida, sobre eso, tengo un largo trabajo sin publicar, pues forma parte de un libro titulado "Golpes de Estado en América Latina", en mi archivo. En la campaña misma, la derecha chilena que presentó la candidatura de Jorge Alessandri Rodríguez, se mostró por demás agresiva e intentó mostrar a su opositor como agente soviético. En ella, abundaron afiches que mostraban tanques soviéticos rodeando el palacio de La Moneda, vendiendo la idea que, de ganar Allende, Chile, quedaría bajo el control de Moscú.

Allende, ganó la primera vuelta con una, no muy amplia ventaja, sobre Alessandri, quien alcanzó el segundo lugar. Radomiro Tomic, un socialcristiano progresista y desprovisto de prejuicios ideologizantes, del mismo partido de Eduardo Frei Montalva, ocupó el tercer lugar con una cifra no muy distantes de los dos primeros. En aquel tiempo, en la constitución chilena, hecha la primera votación, quedaba en manos del Congreso, escoger al presidente entre los dos primeros. Hasta ese momento, la tradición entre los políticos chilenos, conducía a reconocer a quien ocupó el primer lugar. Pero en ese momento, habiendo quedado de primero Allende, la derecha tradicional se forjó la idea que en el congreso se cambiase la tradición y derechistas, con Alessandri y socialcristianos de Tomic, votaran de manera diferente, desconociendo a quien ganó la primera vuelta.

Pero ocurrió algo que para muchos pareció inesperado, pero no para los bien informados; los parlamentarios socialcristianos, de un partido en ese entonces controlado por Radomiro Tomic, votaron a favor de Allende. El resto de la historia es conocida, como que, el elegido también en el congreso nacional de Chile, fue depuesto por un golpe de Estado, para instaurar una de las dictaduras más feroces de la historia del continente, encabezada por Augusto Pinochet y el apoyo y reconocimiento de EEUU. Es por demás conocida la nada disimulada injerencia del gobierno de ese país a través del entonces jefe del Departamento de Estado, Henry Kissinger.

Dada la presión internacional y particularmente en América Latina, Pinochet, intentó legalizarse y hasta moralizarse, convocando a un plebiscito que perdió con un 44% de los votos a favor y 56% en contra. Por lo que, determinado por la legalidad, se vio obligado a convocar elecciones.

Producido el cambio, obligado por las circunstancias, como que Pinochet, perdió el plebiscito que convocó, a manera de consulta acerca de la conveniencia que siguiese en el gobierno, pese el control que tenía y el terror que despertaba en la población. Y así llegamos al año 2013, cuando ejercía la presidencia Sebastián Piñera, algo así como un ícono de la derecha y caricatura "democrática" de Pinochet. Fue su etapa de gobierno, una caracterizada por grandes y persistentes manifestaciones de trabajadores y estudiantes por sus derechos. La información periodística día a día de Chile, sólo hablaba de esas manifestaciones y las crueldades de los carabineros, la policía más represiva de toda América Latina, la misma que inventó la práctica de disparar balines de goma a los ojos de los manifestantes.

Las manifestaciones mayormente se nutrían de estudiantes y obreros. Los primeros por las oportunidades de estudios y los segundos por sus habituales reclamos. En aquellos eventos se hizo casi universal, la figura de Camila Vallejo, una joven entonces militante del Partido Comunista de Chile. Fue ella, pese su militancia, la "Juana de Arco", Dolores Ibárruri, "La Pasionaria", del movimiento popular chileno de entonces. La dura represión y la constante participación de ella en aquellas luchas, como lideresa y vocera, le convirtió en una figura descollante y en quien el pueblo chileno y sobre todo el movimiento estudiantil, se forjó grandes esperanzas.

Cuando la Bachelet ganó la presidencia en el 2014, como candidata de la "Concertación de partidos por la democracia", una nueva versión del Frente que eligió a Allende, Camila Vallejo fue electa diputada y mantuvo su apoyo a aquel gobierno oscuro, que pasó desapercibido, ignorante de los ancestrales reclamos de estudiantes, trabajadores y Mapuches, en una América Latina agitada; como en su primer gobierno, cuando fue derrotado el ALCA. El mismo gobierno que causó la repetición de las manifestaciones de los estudiantes chilenos, antes liderados por la Vallejo, por los mismos motivos y a los mapuches por sus negados derechos por todos los gobiernos. Por lo que Piñera volvió a la presidencia.

En el segundo gobierno de Piñera, por los motivos de siempre, mapuches y estudiantes, estuvieron todo el tiempo en las calles protestando por unos derechos que ningún gobierno atendía. En ese lapso, vuelve a aparecer la Vallejo como líder, esta vez al lado de Boric, quien terminó siendo presidente y ella ministro destacada. Pero un presidente esmerado en servirle a la política de EEUU y en favor de la injerencia de este país en los asuntos internos de Venezuela y, como los gobiernos anteriores, prestando poco interés al pueblo chileno. Por esto mismo, y lo que más abajo puede leerse, se entiende el fracaso del gobierno de Boric, el falso liderazgo y la particularidad del PC chileno, quien esta vez alcanzó, por intermedio de Jeannette Jara, el derecho a presentar candidatura presidencial del Frente a uno de los suyos. Pero dada la poca entrega de Boric, en favor del pueblo de Chile, como su inconsecuencia en el proceso constituyente; su mediocridad, nada simulada doblez ante EEUU y particularmente ante Trump, en lo respecta al gobierno de Venezuela, sin privilegiar la soberanía, el derecho de nuestras naciones y pueblos a decidir su destino, hizo de la candidatura de Jara, una con un tiro en el ala. Pero en esto, también el PC chileno, sobre todo por intermedio de la frustrante participación de nuevo de Camila Vallejo, como ministro en el gobierno de Boric, tuvo mucha responsabilidad.

Hay que tomar en cuenta que, el plebiscito del 2021, fue enteramente dominado por todo tipo de izquierdas, especialmente por una lista ultra conocida como La Lista del Pueblo. Pero en aquello, aparte del voto obligatorio, de lo que Camila Vallejo fue ultra defensora, la abstención de entonces fue sustantiva. Y los miembros de ese cuerpo constituyente, como se ha dicho, en buena medida, formado por izquierdistas, nada importante hizo en favor del pueblo chileno.

Como respaldo a lo dicho anteriormente, repongo un trabajo, publicado en el 2013, donde hice críticas a la lideresa Vallejo, por lo que entonces recibí réplicas, cuestionamientos de sus defensores en Chile.

Ahora perdieron, por lo mismo que cuando la Bachelet, la falta de consecuencia con el pueblo chileno, las ofertas a éste hechas y la persistente actitud de asumirse dóciles hasta el exceso ante la política exterior de EEUU.

"A la espera del cierre total del conteo, la tendencia reflejó una expresión clara de rechazo o abstención activa por parte de un sector del electorado. Sin embargo, una fracción relevante de votantes, pese el voto obligatorio, decidió no optar por Jeanette Jara ni por José Antonio Kast.

https://www.concierto.cl/2025/12/resultados-servel-elecciones-presidenciales-2025-cuantos-votos-nulos-y-en-blanco-hubo-en-la-segunda-vuelta/

De elecciones en Chile: Camila Vallejo y sus argumentos infantiles

Por: Eligio Damas | Miércoles, 18/12/2013


Michel Bachelet ha ganado las elecciones presidenciales en Chile. Un triunfo pírrico, por una abstención del 60%. La mayoría de los chilenos, al parecer, no se sintió atraída por ninguna de las dos candidatas. La Bachelet y la Matthei; la primera por el partido socialista chileno y la segunda en representación de la derecha de Piñera y Pinochet, sintieron el castigo del electorado.

Fue así porque ambas, en buena medida, representan los intereses más conservadores del país austral. La Bachelet, en su ejercicio presidencial anterior, pasó por el Palacio de la Moneda, el mismo donde se inmoló el gran Salvador Allende, sin pena ni gloria, pese que le tocó vivir un momento importante de la historia de América Latina, cuando en Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay y Venezuela, ascendía el movimiento popular y se impulsaban medidas de claro y definido corte popular y antiimperialista. Hizo todo lo posible por mantenerse a buena distancia del presidente Chávez y marcar una fuerte señal para que los gringos la aceptasen y no la percibiesen "contaminada".

Por eso, el pueblo chileno que no vio en la Matthei sino a la representante del pinochetismo y el mediocre gobierno de Piñera, tampoco se vio representado y atraído por la señora Bachelet. En ello está la causa de esa abstención alarmante que da inicio a un gobierno débil y hasta cuestionable.

Pero si eso es lamentable, también lo es la opinión y lo propuesto por Camila Vallejo, la muy joven ex dirigente del movimiento estudiantil chileno que se lanzó a la calle a protestar por las políticas reaccionarias de Piñera, a favor de la educación popular y pública, recientemente electa diputada en representación del Partido Comunista chileno, el mismo en el cual militó hasta su muerte Pablo Neruda.
Olvidó la Vallejo que ella se convirtió en figura política, liderando a multitudes de estudiantes que se sintieron desasistidos y hasta reprimidos en todos los sentidos por el gobierno de Piñera. Esos estudiantes y ese pueblo, aspiran cambios profundos que no esperan de la Matthei y tampoco de la señora Bachelet. Por eso la abstención.

Pero ante los hechos, la ahora diputada Camila Vallejo, declara como culpando al pueblo, considerando sus potenciales votantes como incursos en un delito y un acto desleal; más o menos lo mismo que aquí dijo Capriles el 8D en la noche, cuando se enteró de los resultados electorales de unas elecciones que él y los suyos asumieron como si fuese un plebiscito. Pero Capriles, no sólo es de derecha; lo es de la más extrema y primitiva. Y siendo las nuestras unas elecciones municipales la cifra de votantes llegó al 60%, lo que es bastante alta.
Como la Ley chilena no contempla el acto electoral como obligatorio, la diputada pide que se modifique para que se sancione a todo aquél que no vote. Pero llegó a más; propuso una sanción, así como, para empezar, que a quien no vote se le retire del registro electoral; es decir, se le niegue un derecho universal y hasta sagrado, el cual ejerce o no, es su voluntad.

Si tal proposición proviniese de la derecha no habría motivos para alarmarse, escribir esto y hasta no sería nada noticioso, pero si cuando la hace una joven dirigente estudiantil, hasta hace poco en las calles de Santiago arengando al movimiento popular descontento, irreverente y, para más, siendo ella militante del Partido Comunista.

El pueblo tiene derecho a votar y no hacerlo. Esta es una forma de protestar y dejar sentado su inconformidad. Son los políticos, desde el gobierno o la oposición, quienes están obligados a sintonizarse con él y hacerle sentirse representado. En Chile, por lo sucedido, a quienes debería castigarse es a los políticos y exigirles que cumplan con su responsabilidad y sobre todo que trabajen, luchen, construyan en favor de las multitudes para que estas sientan deseos de seguirles.

Los políticos chilenos, sobre todo los que uno piensa deberían tremolar las banderas del pueblo, harían bien en mirar las figuras y firmeza de hombres como Evo Morales, Lula, Rafael Correa, Pepe Mujica y el insigne Hugo Chávez, quienes llevan a multitudes a votar hasta en contra de ellos.

Si supieras Camila, que justamente por esas cosas malas, el pueblo se decepciona, opta por no votar y hasta, para decirlo como una vieja canción, "se alejan de ti".

 



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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