La aterradora evolución del genocidio en la Franja de Gaza

"Permítanme hablar en mi lengua árabe antes de que también ocupen mi lenguaje. Permítanme hablar en mi lengua materna antes de que también colonicen su memoria.". – Poema, Las tonalidades de la ira, de Rafeef Ziadah, activista palestina, poeta y periodista-.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU); una cifra cercana a un millón 700 mil palestinos, de un total de 2 millones 200 mil habitantes, se han desplazado desde que Israel comenzó a bombardear el territorio de la Franja de Gaza, luego de un ataque de milicianos del movimiento islamista Hamás que dejó como saldo unos 1.200 muertos y más de 200 personas tomadas como rehenes, el 7 de octubre de 2023. Las tiendas de campaña reflejan hoy la urbanidad de la región como resultado de un 70% de viviendas arrasadas por los bombardeos del ejército israelí.

La brutal acción del Estado Sionista, desde la fundación de Israel, no había manifestado un precedente tan desgarrador como el que actualmente presencia la humanidad en contra del pueblo palestino. De acuerdo con Víctor Taibo, miembro de la Comisión Ejecutiva Estatal de Izquierda Revolucionaria en el Estado español, publicado en la revista Marxismo Hoy, número 33: "…son ya más de 40.000 los asesinados, de los que 8.000 yacen todavía bajo los escombros y un 90% son víctimas civiles. De esta atrocidad, 15.000 muertos son niños y niñas, el 1% de la población infantil, lo que supone 127 niños palestinos masacrados diariamente, superando a los 118 aniquilados cada día en Auschwitz por las SS nazis. En total, más de 100.000 personas entre muertos, heridos y desaparecidos, el 5% de la población palestina, y 1,9 millones de desplazados, prácticamente la totalidad de los habitantes de la Franja, de los que 1,5 millones se hacinan en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, a la espera de una nueva ofensiva militar.".

A ese dantesco escenario, se agregan la creciente hambruna, como consecuencia del cerco militar impuesto por Israel para evitar la entrada de alimentos y medicinas, el surgimiento de epidemias ante la imposibilidad del acceso a agua y electricidad, el cataclismo sobre los hospitales y los servicios sanitarios. Gaza es hoy una especie de plan piloto donde se exhibe cómo poner en práctica todos los elementos necesarios para llevar a cabo una limpieza étnica y una aniquilación masiva, ante la mirada atónita de los pueblos del mundo y el apoyo incondicional de potencias occidentales.

En tan desmedido ensañamiento, no han faltado los secuestros y las ejecuciones extrajudiciales por parte del ejército israelí en Cisjordania, contando con el apoyo entusiasta y primitivo de colonos asentados en tierras despojadas, al estilo del más impetuoso de los actos colonialistas. Se estima que desde ese 7 de octubre han sido asesinados en ese enclave territorial cerca de 500 palestinos, de los cuales, una quinta parte son menores de edad. Ni siquiera la prensa libre escapa a esa vorágine, de cuyo resultado se desprende la caída de unos 89 periodistas bajo las balas sionistas, de lo cual podemos inferir que no es más que una feroz acción que pretende silenciar tamaño genocidio.

Con indignación y estupor llegamos a la triste conclusión de que pareciera que poca o ninguna experiencia nos dejó el holocausto con su escala masiva de asesinatos sin precedente, cuando los nazis, sus aliados y sus colaboradores mataron a seis millones de judíos. Este relato nos lleva a pensar en el terror nazi vivido en el centro y este de Europa, que conllevó el exterminio de judíos, gitanos y rusos especialmente, solo porque la más retorcida de las mentes llegó a considerarlos una raza inferior frente a la supremacía aria. Es lo que hoy, con sus actos, reivindica la extrema derecha fascista, sionista y el conservador y reaccionario movimiento Likud, desde el Gobierno de Netanyahu.

Taibo, en el mencionado artículo titulado: "El genocidio sionista en Gaza y la cuestión nacional palestina", agrega, además, que: "Cada año la Administración estadounidense garantiza 3.800 millones de dólares a Israel, el mayor receptor desde hace décadas de ayuda norteamericana. Washington ya ha entregado a Netanyahu 38.000 millones de dólares desde octubre de 2023, más de la mitad de los 69.000 millones que el Banco de Israel ha calculado que costará el conflicto en el periodo 2023-2025.".

A los efectos nos preguntamos, ¿Habrá castigo a esas violaciones reiteradas del derecho internacional? Los grandes intereses institucionales y corporativos que hoy acechan a la humanidad lo impiden. Porque castigar los monstruosos crímenes conllevaría a alcanzar la total eliminación de una ideología perversa y violatoria de los Derechos Humanos como lo es el sionismo y su política colonialista y criminal. Nos encontramos frente a una realidad brutal, brutal para aquellos que la padecen a costa de muerte y destrucción, sí; "…conceptos que suelen ir aparejados cuando se trata de la implementación de la solución final en versión sionista contra Palestina." Tal y como lo señala el periodista, escritor y analista internacional chileno, Pablo Joffré Leal en su artículo "Israel y su esencia genocida".

Aun cuando la Carta de las Naciones Unidas no hace una definición explicita sobre los derechos ciudadanos, si establece los derechos humanos como condición inherente a todos los seres humanos, sin distinción alguna. Hablamos de derechos que son universales, indivisibles e interdependientes, aplicables a todas las personas, más allá de su nacionalidad o estatus legal. Paz, convivencia, dignidad, respeto a la condición humana son valores que cómo grandes pilares sostienen el incalculable valor que tiene la vida humana, totalmente distinto a lo que viven los habitantes en Gaza, donde la vida se cotiza al precio de la la ya proscrita usanza del Holocausto. Entre Israel y Gaza no hay conflicto bélico, hay un genocidio contra este último que ojalá despierte el interés hasta de los indiferentes en el mundo. Y que se multiplique día a día, la frase que van creciendo en el mundo: "! ¡Be silent when children sleep, not when they are killed!" ("¡Guarda silencio cuando los niños duermen, no cuando los matan!")


 



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Victor Barraez


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