La situación que planteo inicialmente López Obrador de exigir a España un trato digno hacia su país y continuada por la Presidenta electa Sheinbaum puede convertirse en un momento de confluencia de intereses para la unidad latinoamericana, desunida cruelmente por el imperio español. Es que tanto México como Venezuela, así como toda Latinoamérica tiene una historia común de colonización y dominación por parte de España que nunca obtuvo una reparación, ni siquiera humildemente por tantos abusos.
Durante la época de conquista y colonial, ambas naciones sufrieron explotación, violencia y abusos por parte de los conquistadores españoles lo que ha dejado heridas en la cultura, la política y la sociedad de ambos países, que hoy pueden remediar en común si encuentran el punto de apoyo entre ellos.
En el caso de México, la conquista española llevó a la destrucción de civilizaciones indígenas, la imposición de un sistema colonial opresivo y la explotación de los recursos naturales. Este pasado colonial ha influido en la forma en que México se percibe a sí mismo y en sus relaciones con España, marcadas por la memoria de la opresión muy sangrienta y la lucha por la independencia.
En el caso de Venezuela, la colonización española también tuvo un impacto devastador en la población indígena, en la sociedad en general y en la evolución que tendrían como pais. Durante la época colonial, Venezuela fue una importante colonia de España y fue explotada por sus recursos naturales, lo que generó desigualdades y conflictos que persisten hasta el día de hoy, dificultades todas que se agravaron por la guerra que hizo España contra nuestro pueblo por querer ser libre e independiente durante la Independencia.
La colonización española y la intensa y vasta huella que dejo en la historia y en las relaciones de México y Venezuela con España, marcadas posteriormente por la lucha por la independencia, la resistencia cultural y la búsqueda de justicia histórica no puede ser olvidada así simplemente, fácilmente. En los últimos hechos políticos generados por la política delincuencial de la derecha venezolana, no hay que olvidar tampoco que España la ha apoyado y sostenido en su ejecución. Tampoco se puede olvidar el espíritu colonialista de España, cuando una de sus dirigentes manifestó que Venezuela era de ellos. Entonces, si el colonialismo no perece el espíritu de libertad de los venezolanos tampoco y por eso apoyamos a México y sus autoridades.
Además, Venezuela ha sido criticada por España, por su situación política y derechos humanos, ¡Porque entonces no se le puede exigir al gobierno feudalista español, que reconozca la violación histórica a los derechos humanos a los pueblos indígenas de México, América Latina y Venezuela, lo cual llevaron hasta el exterminio ¡
Si México eligió no invitar a España como una forma de rechazar la intervención extranjera en los asuntos internos, Venezuela podría solidarizarse y señalar que estudia no invitar también a España por no reconocer los abusos históricos y al gobierno nacional de Nicolás Maduro que será investido el 10 de enero de 2025, con el apoyo del pueblo venezolano. Es justicia hacia nosotros mismos.
29 de septiembre de 2024