“Para conseguir tal mejoramiento hay que depurar el partido de los elementos que se apartan de las masas (sin hablar ya por su puesto, de los elementos que deshonran al partido entre las masas).”
V.I.Lénin.
La oligarquía ultraliberal y sin patria teje los hilos de la contrarrevolución fortaleciendo al golpismo reaccionario. Es hora de darle un “tatequieto” fulminante a los secuestradores de la revolución.
La crisis política, esencialmente político doctrinaria, reside hoy en la absoluta e imprescindible necesidad de responder hábilmente a la fragmentación que impulsa el imperialismo norteamericano en el seno del proceso revolucionario bolivariano.
Han hablado de “chavismo sin Chávez”, de “derecha endógena”, de la dicotomía entre “reformismo y revolución”, o de la polaridad entre “poder constitutivo y poder constituyente”. Actualmente, y en vísperas de la cristalización del partido socialista para la revolución, encontramos exparcidas ciertas líneas que hablan de subordinar al partido de la revolución al gobierno bolivariano, y las organizaciones populares a este. ¿Qué significa todo esto? Simplemente lo diremos una sola vez: el desmembramiento lento pero sistemático de la revolución en nuestro país.
Hablar de una acción política resumida en las tres R archiconocida en el discurso político después del golpe electoral del pasado diciembre puede sencillamente llegar a ser un acto absolutamente demagógico sino hay una verdadera conducción política a la altura de las necesidades actuales y primordiales del proceso revolucionario, como lo es, quizá en primer lugar, sacar de cualquier cargo del poder público a los elementos que trabajan para la contrarrevolución, aún siendo aspirantes del partido en formación. Esto es una medida de SALUBRIDAD ETICA Y REVOLUCIONARIA que no puede ni debe esperar a nadie ni a nada.
¿Quiénes son nuestros enemigos? ¿Dónde están, y en qué puestos de batalla, y sobre todo cuáles son sus intereses económicos, y a quienes, VERDADERAMENTE representan? Todo lo que Chávez dice cada domingo, el Lunes siguiente, la burocracia enquistada en el aparato gubernamental, lo asimila, se lo apropia, lo manipula, y lo ofrece al resto del país como un insumo que en la práctica real se vuelve CONTRA Chávez. Utilizar al líder para ANESTESIAR la acción política del poder popular, esencialmente contralora y crítica del proceso revolucionario, es pedirle al pueblo su propia muerte, su autodestrucción, y lo que esto significa en la práctica es el fin de la revolución en si misma.
Nuestro compañero, compatriota, camarada y comandante NO NECESITA mantener a ningún incapaz, ineficiente, ineficaz, en nuevas responsabilidades cuando se le agotó el tiempo para poner en práctica la DOCTRINA SOCIALISTA BOLIVARIANA desde su puesto de combate. No hay, no debe haber, premiación por ninguna forma de lealtad política, cuando se ha comprobado la ineptitud revolucionaria, simplemente porque hacerlo significa premiar al ENEMIGO.
El imperio combina la ineptitud de los burócratas en resolver los problemas estructurales del pueblo, con la manifestación de los que frustrados, buscan la calle para recordar que TODAVIA no han sido solucionados sus problemas fundamentales. Esto forma parte de una misma y sistemática ecuación golpista que busca esencialmente debilitar al gobierno, separar, aislar al líder de su pueblo, y aumentar las aventuradas acciones de los contrarrevolucionarios que están atrincherados dentro y fuera del gobierno, incluyendo a los que visten el uniforme militar para dar el golpe mortal, lo más a corto plazo posible.
¿Qué es lo que buscan? Mostrar al mundo (mediáticamente) que los chavistas no pueden o no saben gobernar, que existe un “vacío de poder”, e inmediatamente fragmentar al país en territorios tomados por la derecha, especialmente aquellos que tienen recursos petroleros. Es lo que hicieron los gringos en Yugoslavia, balcanizar a Venezuela, Colombia, Bolivia, etcétera. ¿Acaso ya se olvidó que es el mismo argumento de “vacío de poder” que utilizaron para justificar la detención, secuestro y casi asesinato del mismo Chávez en Abril del 2002? El plan golpista sólo se ha actualizado y atenazando al proceso revolucionario por dentro y por fuera simultáneamente.
Chávez no tiene tiempo para el debate de las ideas, o actúa RADICALMENTE para contrarrestar el plan conspirador, fortaleciendo a los revolucionarios de RAIZ en el gobierno y fuera de el, a fin de neutralizar, desarticular, y destruir la fuerza ENTROPICA contrarrevolucionaria que ACUMULA fuerzas en el interior del proceso o simplemente verá como se GASIFICA toda la revolución.
Los demagogos de toda laya están arrastrando a la población y sobre todo a los sectores más atrasados, con el miedo, la desinformación, el desabastecimiento, la ineficacia apoyándose en la ineptitud de los que durante 9 años no han podido responder hábilmente a las básicas necesidades del soberano. Por lo tanto afirmamos, que es hora de atacar al problema de manera radical, duélale a quien le duela, se trata de la supervivencia de la revolución más que del protagonismo individualista de algunos pseudos revolucionarios. Tratamos con una situación que es definitiva, y no a largo plazo como muchos advenedizos creen, sino al contrario, el golpismo (interno y externo) está trabajando 24 horas al día para DISOLVER la revolución bolivariana.
Identifica al enemigo donde quiera que esté, señálalo abiertamente, sin miedo a represalias, sin miedo a nada ¿acaso no es cuestión de vida o muerte lo que aquí estamos hablando? En cuanto al PSUV creemos que el partido debe ser depurado de los oportunistas, de los burocratizados, de los revolucionarios deshonestos y carentes de DOCTRINA SOCIALISTA BOLIVARIANA, de los que defienden un reformismo burgués, y finalmente le hacen el trabajo a la contrarrevolución.
¡Viva Venezuela RADICALMENTE socialista y bolivariana!
¡Viva Chávez sin el entorno contrarrevolucionario!
¡Viva el pueblo y el poder popular sin demagogos!
¡Viva la revolución carajo!
Mforti9@cantv.net
