Hacia la unidad doctrinaria política y revolucionaria

Hay muchos que están disfrazados de rojo, con discursos (muela) revolucionarios, están militando en partidos (literalmente partidos, quebrados, agotados, segmentados, escindidos) políticos de izquierda (pero que actúan con la derecha) y pretenden tener las metodologías científicas que más se aproximan a la realidad y a la necesidad de transformarla. Nadie debe en este siglo XXI pretender tener la receta ideológica y metodológica para poder transformar la realidad social única y exclusivamente, defendiendo tésis, ideólogos, filósofos y por ende una corriente de pensamiento cualquiera. Todos tenemos que trabajar juntos a fin de dar a luz un pensamiento original como lo quería Simón Rodríguez vilmente ocultado tras los siglos. Estamos ante una coyuntura mundial de diversidad y a la vez necesitados de unificación de criterios éticos y políticos. La crítica y la autocrítica, el análisis y la síntesis, todo el proceso de llegar a la conciencia revolucionaria nos involucra con las teorías del conocimiento, de cómo llegamos a conocer, y nadie tiene la última palabra en esto. Todas las ideologías, y los teóricos de éstas caen bajo la mirada abierta del conocimiento. Ninguna de las corrientes filosóficas escapa al proceso de evaluación que la vida y el momento actuales ofrece e impone como una realidad inexorable. De ahí que ningún partido político pueda considerarse hasta ahora como el portavoz de una verdad científica e ideológica absolutas. El proceso revolucionario socialista bolivariano no está casado con ninguna ideología política exclusivamente, porque tiene como principio fundamental la unidad, no la escisión ideológica, la integración no la dispersión teórica, la solidaridad, no el egoísmo intelectual, la corresponsabilidad, no el atropello ideológico. Pretende la síntesis política, no la analítica teórica de lo real. Cuando integra, por ejemplo, pensamientos como el de Simón Bolívar y del El Che Guevara encuentra en ellos una postura anti-imperialista. Y sobre todo, nuestra revolución está basada en la indiscutible conducción política de Hugo Chávez que está más allá de bien y el mal de los partidos y de las ideologías políticas. Es un hecho concreto, no ideal o abstracto, como lo son las ideologías y los partidos, tiene el fundamento personal, hay un sujeto vivito y coleando que interpreta y reproduce al pensamiento popular y revolucionario directo hacia el socialismo bolivariano.

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Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

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