Tener o reconstruir la idea/visión que la "revolución" va perfilando sobre el pueblo, no reclama hoy un profundo y largo análisis. No requiere de un banco de datos muy sustancioso para formarse está idea con datos que lo soporten. Hay situaciones muy del día a día, que pueden ayudarnos en esta labor.
Tomó y no al alzar, la bolsa clap. Pudiera tomar el dispensario del pueblo dónde ahora vivo y siendo la salud un derecho importante y contenido en nuestra constitución bolivariana, sé que este dispensario da una concreta y real idea que tiene hoy la "revolución" de esto que se llama al pueblo. Descarto totalmente la posibilidad, que el proceso la tenga tomada con el pueblo dónde ahora vivo porque en este mi pueblo; el PSUV ha ganado todas la elecciones aunque, como se manifiesta en todo el país, la votación baja.
Ir a este dispensario, uno tiene que salir recordando la canción que nos cantó Javier Solis, que por cierto, este 19-A se cumplieron 56 años de su partida. Uno se asoma a este dispensario y se acuerda inmediatamente de "Esta tristeza mía" y de una parte de esa canción, dónde recuerdo se oye una voz que dice: Qué te pasa Javier ... Ya no llores..... De este dispensario se sale triste y con ganas de llorar.
Después de casi cinco meses sin haber recibido la bolsa Clap, hace poco nos llegó. Todo lo que viene en esa bolsa habla en detalle y muy concretamente del "amor" tan inmenso que la "revolución" le tiene al pueblo o a este pueblo en particular. Es una bolsa, que además de darnos esa visión, es como la concreción de una mala intención. Esta bolsa tiene todos los elementos para llevarnos el colesterol, la glicemia y los triglicéridos hasta las nubes. Es una bolsa con un potencial de daños colaterales inmenso. Una persona con diabetes, la bolsa Clap le está contraindicada. En una bomba con abundantes y malos carbohidratos que explota en la humanidad de un diabético. Es un montón de harina, que se hace colesterol en nuestro organismo. Considere el lector(a), el detallito del consumo con mucha grasa que viene realizando la gente de pueblo (pellejo de cochino, pellejo de pollo, mortadela, rabo de cochino y carne molida de esa "barata" y con bastante grasa) porque es lo que puede comprar.
Estoy animada creerme, que la frecuencia entre 4 y 5 meses de aparición de la bolsa Clap, es porque la "revolución" sabe que votamos en las elecciones y nos quiere medio vivo para una próxima elección.
Hoy en la mañana comencé a utilizar los productos de la bolsa. El cafecito de la mañana era de la bolsa y la "arepita" también. En mi caso, un café tiene sentido por el aroma y por el sabor que sentimos al tomarlo. Aquello sin prepararlo no parecía café. Parecía más bien abono para plantas o palo molido. Al prepararlo fue tan desagradable, que decidí dejarlo y al enfriarlo lo tiré al desagüe. La "arepita" parecía un pedazo de cemento y el arroz, una vez preparado como debe prepararse un arroz, se pareció a un majarete. Solamente me pareció. Hubiese disfrutado mucho, que este arroz milagrosamente se transformará en un sabroso majarete, pero seguro estoy, que en esta "revolución" hoy, no hay espacio para un milagro.
Lo extraño y curioso de esto no es la bolsa. Lo curioso (¿y patético?) es que estamos dando un fiel testimonio, que nos merecemos esta bolsa y la vemos como un gran logro. Ese es el punto.
