La participación en la política

Este escrito trata de la participación política, del individuo político, trata de ser crítico. Pero antes debemos decir que toda crítica socialista al gobierno y a casi todo lo que hace parte de considerar que hubo una traición de sus dirigentes a Chávez, al socialismo y al plan de la patria. De este acto de felonía parten nuestras críticas posteriores. Las acciones contradictorias, las supuestas disociaciones con la realidad llevan una unidad de propósitos en lo subterráneo, unos muy claros, muy evidentes y otros disimulados, que los hacen ver como contradicciones, cuando detrás, cuando mucho, llegan a ser torpezas de no saber disimularlos. Se trata de un solo acto de traición ejecutado por gente torpe, no locos que no saben lo que hacen.

Todos deberíamos ejercer la política, ejercer la ciudadanía participando en los asuntos públicos, locales, nacionales, del planeta, en todo aquello que involucre el destino de la humanidad. En el socialismo la democracia se ejerce participando de forma directa y profunda en la solución de los problemas comunes. Para lograr eso se necesita una sociedad preparada, educada, fuerte; para eso fueron pensadas las comunas, para formar verdaderos "ciudadanos", para que no hubieran alcaldías o alcaldías sin cabildeos o alcaldes y concejales caídos del cielo; la democracia se ejerce de abajo hacia arriba, no solo votando, y mucho menos en elecciones como éstas, de gente que pretende ser representantes de nuestra voluntad, impuestos desde arriba y la mayoría extraños a nuestros asuntos como comunidad.

Es ridícula la postulación de candidatos en el PSUV cuando la dirección del partido decide cuáles serán sus "gallos", como dicen ellos; por ejemplo "Érica Farías", que anda maquillando la ciudad y haciendo campaña desde temprano. En el PSUV la democracia interna se resume en postular candidatos, pero tienen prohibido discutir de política, es mal visto cuestionar al presidente, hablar de socialismo o pensar fuera del catecismo electoral que ellos se inventaron, relleno de consignas vacías, contradictorias, sin sentido ¡La patria Sigue! ¡Somos Millones, una sola voz!, ¡Viviremos y Venceremos!, ¡Independencia y Patria Socialista!... ¡Elecciones ya! (¿Quién discute esto con presidente?) Creo que el PSUV cuenta con la juventud mentalmente más envejecida y menos socialista de todas las llamadas socialistas, reactiva, que en su mayoría no piensan con libertad sino pidiendo permiso a Diosdado y Maduro; en ellos eso de irreverentes en la discusión no aplica, solo se usa lo de disciplina y unidad en la acción, repitiendo la receta como loros… y cuando alguien los pilla y se los dice, gritan – "¡Unida, unidad, unidad!", tapándose los oídos…

Ni se diga en otros partidos, sus democracias de plastilina y sus candidatos, como el MAS, "postulados" con la misma compulsión, repitiendo en sus listas a sus burócratas insaciables, como Ramón Martínez, Lappi, Eduardo Manuitt, Henry Falcón, es como si el tiempo no pasó, que todo Chávez fue un sueño, como si todavía estuviéramos viendo "Los Picapiedra" por Venevisión. El viejo sistema de la "paz social" se impone; se impone de nuevo "el sistema": billetúos y aprovechadores de la cosa pública arriba y sometidos a bajos, arreados como como borregos; así manda el sentido común, ¡así demanda el sentido común del sistema burgués-liberal!

No obstante no hay ánimo nacional o popular para votar, la indiferencia nos dice que es igual a que gobierne Manuitt o Farías o Falcón, como si pusieras a una vaca de alcalde. Esas alcaldías y gobernaciones funcionan solas, se les activa un botón de control automático, como los aviones, pero para cumplir funciones menos vitales, para repetir sus desmanes, pequeñas y grandes injusticias, corruptelas y abusos de siempre, para reproducir en cada feudo los mismos sentimientos de progreso personal y autoengaño que inspiran a Miraflores, a sus ministros, a la asamblea nacional, y al partido.

La política verdadera (ya habrá quien diga: "– ¡depende!, ¿qué se entiende por verdadera?") es la participación del individuo en los asuntos que conciernen a todos. Política habla de la ciudad en el sentido clásico, la palabra viene de polis, o sea, ciudad-estado. El individuo es responsable de su destino como sociedad porque participa, debate, se organiza y lucha para el buen funcionamiento del conjunto social, no solo elige nombres sino que elige a sus representantes genuinos dentro de prácticas políticas, de luchas "ciudadanas"; ¡la política nos hace "ciudadanos"!, por eso, como socialistas, creemos en ella y la defendemos.

El sistema electoral presente funciona a través de "politiqueros" y "politiquería electoral", una morisqueta de la política, una participación superficial; nos haces borregos o clientes dentro del viejo sistema "democrático burgués" de siempre. Unas elecciones primarias no hace ninguna diferencia, no hace al proceso es más democrático; eso es un engaño. El sistema clientelar siempre está ahí, unas elecciones entre compradores de votos no hacen a la democracia…, inclusive cuando sus resultados pueden ser anulados o cambiados por la dirección del partido, como lo dice sin reservas Diosdado del PSUV; como en la vieja, la dirección nacional puede imponer candidatos a conveniencia, lo que no dice es que ESO SE HACE SIEMPRE EN SECRETO…, "zamuro cuidando carroña".

En esos partidos no hay políticos, sino clientes y borregos, está prohibido ser irreverentes, saber y pensar mucho. Por lo menos hacia el lado socialista. Hacia el otro lado es "cool" alardear de que se sabe mucho, de criptomonedas, de emprendimientos, de redes sociales; inclusive, puedes defender el capitalismo, que siempre habrá alguien que se sonría contigo. La militancia-cliente del PSUV no reconoce una contradicción en sus discursos porque no saben qué es el socialismo ni les interesa; porque les han dicho que el socialismo de maduro no es dogmático, y susurran "amén", y que éste se puede jalar hacia atrás hasta reconciliarse con capitalismo; que, después de "desarrollar la fuerzas productivas del capitalismo" la revolución llegará sola, como por arte de magia, sin conciencia social, sin lucha y esfuerzo revolucionario: ¡a éstos dogmas casi estúpidos se aferran los que hablan de "dogmatismos"!

Lo que se pierde participando en estas elecciones es mucho más de lo que se gana. Con estas elecciones estamos sellando la capitulación del socialismo, confirmando la entrega definitiva de la revolución chavista. Maduro cede espacios a sus reemplazos capitalistas, a la derecha pro gringa. Primero tuvo que abandonar la asamblea constituyente y esta se descompuso como una carroña, ahora abandona la figura del "protector de estado" (según Diosdado para que los gobernadores de la oposición trabajen: ¡que cinismo!), más bien buscando que la oferta electoral sea creíble. Maduro está desmontando poco apoco la tramoya jurídica que ha sostenido su poder a base de trampas legales; quiere que lo escuchen en la Casa Blanca, por eso se quita la máscara… Una constituyente mal convocada para aprobar leyes inconstitucionales y remplazar a la otra; unos protectores que terminaron gobernando en paralelo los estados que se perdieron con la oposición.., no nos sorprende que ahora renuncien a la constitución de Chávez, o sea, que "la actualicen".

Cuando el país se despolitiza se dispara el automático de la vieja democracia burguesa, encarnada en cada habitante de este país, en sus instituciones hechas de burocratismo, gestores, aprovechadores, clientes, compradores de favores y conciencias, compradores de votos, en el mercado de las influencias, la corrupción moral, el mercantilismo subterráneo, en fin, sello de la Venezuela madurista, la Venezuela enferma.

Mientras estuvimos movilizados en la calle inspirados por Chávez el país latía como un solo corazón, hoy la indiferencia lo ha hecho gris, sombrío, lo ha descompuesto. Votar es como si dijéramos que aquí no ha pasado nada, que Chávez nunca existió, que fue un sueño. Votar no ofrece alternativas, es un solo camino al pasado. Hay que intentar convocar un gobierno socialista para cambiar el sistema, no maquillar el sistema, un gobierno de reconstrucción nacional, el capitalismo no es solución para nada, y menos para un país colonizado como el nuestro, y ahora cada vez más dependiente del capital extranjero; reafirmar la vieja democracia es un retraso considerable, si seguimos así no nos recuperaremos de esto por mucho tiempo, las elecciones son un anestésico muy potente.

¡VOLVAMOS A Chávez! ¡CHAVEZ ES REVOLUCIÓN SOCIALISTA!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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