Chávez y el comandante devenido en diputado

No se trata de cualquier comandante, fue comandante general del ejército: ¡qué no hubiera hecho Chávez en su momento, hace 30 años, desde esa posición privilegiada! Igual pasó con el teniente Diosdado, presidente de la asamblea nacional constituyente; ahora ha podido ser un ejemplo de libertad, otro prócer de la libertad. Sin embargo ahí está, degradado a un falso jefe, en la fracción parlamentaria de un rebaño de leales y disciplinados a Maduro. Cuando no se tienen ideas originales es mejor consentir en las que ya existen. ¿Cómo es que dice Luis Britto?: "La moneda falsa corre sólo porque remeda a la auténtica: el impostor vive del modelo que suplanta", siguen viviendo de Chávez pero no tienen la fuerza ni la inteligencia suficientes para emularlo, y ya cansados se dejan llevar por el vicio de la impostura, ahora "los otros" tienen a los rebeldes del 4F donde quieren. Por eso, cuando pensamos en eso, no dejamos de gritar ¡Viva Chávez!, ¡qué tipo tan arrecho!

Podemos hacer una lista de los falsos y (como dice un amigo) se nos acaba el tóner y el papel. Están los que fueron ministros de Chávez, ¡regañados y perdonados por Chávez!, como un padre paciente; ahora quieren hacernos creer que Chávez era un tonto, que no sabía qué lo era el reformismo, que no conocía el vicio de la socialdemocracia, que creía en la bondad de la empresa privada, ¡así, como si nada, sin condiciones, sin previciones! Que Vollmer lo invitaría para su cumpleaños. Ahora, a falta de bolas, también quieren convertir en eunuco a Chávez. A falta de ideas, quieren que las de Chávez coincidan con su "escaso carácter", con sus corazones recrecidos y sin fuerza y mentes estériles, con el espíritu de borregos con el cual son llevados de las narices por los empresarios nacionales y el capitalismo internacional.

Y están los ministros de Maduro, digamos que son una copia irreconocible de lo "choretos" que fueron los primeros, los que ahora juran que Chávez solo pensaba en hacer de Venezuela otra potencia económica, como Japón, como China –"¿Por qué no?", diría Jaua, o Maduro, o Delcy, o Diosdado, (hasta Iris Varela), todos ensimismados, viendo hacia lo alto, cada quién su propia postal, con una mirada apagada –. Los ministros de Maduro son lo más parecido a una foto borrosa de una noche de tormenta, a una fotocopia de un original dañado, no sirven sino como respaldo de su existencia, de sus nombramientos, sin peso específico, sin autonomía, como los diputados de PSUV, y ahora, algunos militares extenuados.

Nunca pensamos tanto en la importancia de Chávez como ahora lo estamos pensando, ante esta huida moral hacia lo más cómodo, eso de continuar con el sistema capitalista para que piense y decida por nosotros sobre nuestra economía, reforzar el sistema de la democracia (clientelar) burguesa, y volver al pacto social para conservar el orden de las clases, y pacificar el país domeñando la rebeldía del pueblo liberado por Chávez, con mentiras, amenazas y represión.

Churrio ya es historia; Diosdado, hace rato. Igual como lo han querido hacer y lo han hecho con Giordani y Ramírez, con Navarro, Ana Eliza Osorio y otros ex ministros, muchos de ellos más inteligentes que la medida máxima que marcan Maduro y Jorge desde Miraflores. Este país no sirve porque el que más piensa es el presidente, y los que realmente deciden, los titiriteros, les sabe a mierda la gente común, para ellos lo que importa es el ganar-ganar, entre el yo y yo. El fantasma de Chávez ya no les asusta, ahora tienen el respaldo de empresarios y pronto de las otras potencias capitalistas. A un pueblo ablandado con mentiras y necesidades será fácil convencerlo de aceptar el pasado; este "regreso al futuro" de Maduro, que no es otro que el pasado, el famoso "estamos mal pero vamos bien" de Petkoff y ahora de Jesús Farías (¡uno lo ve y lo vive, y no lo puede creer!, la historia repetida como una farsa…, o más bien en lo que tiene de farsa).

El gobierno se retrae, se concentra en una especie de deficiencia generalizada, los más débiles de ideas y débiles morales ahora tienen el control, pero para ponerlo a la disposición del capital. No importa lo que ellos declaren o deseen, no importa que le recen a diosito, ya el pacto de sangre está firmado con el diablo, el mismo que detectara y revelara el agudo olfato de Chávez en la Asamblea de la ONU.

Como dicen, "verdugo no pide clemencia". Si Diosdado fue humillado, bien merecido lo tiene. Lo de Churrio parece más bien un problema de carácter ¿qué puede hacer un militar de carrera y oficio como él en la asamblea nacional, rodeado de alacranes?; siendo de otro carácter, por instinto, los pisa.

Esta retracción, luego de la muerte de Chávez, nos deja a Chávez solo en la historia, como un hombre valiente y de ideas, que tuvo que ser sustituido por impostores, falsificado, como lo hicieron con el Plan de la Patria, una "moneda" de verdadero valor. Ahora sí se puede ver el problema de esta sociedad que ha sido mancillada tanto tiempo desde nuestra independencia, así como lo ha dicho Picón Salas y otros, donde uno no se puede uno explicar cómo es posible, que a pesar de tantos golpes y pedradas, resistamos a "un mar de adversidades" y siga naciendo, cada tanto tiempo, un Bolívar, o un Chávez; a pesar de tanto cobarde, flojo y cómodo que declare estar gobernando a nombre de sacrificios y esfuerzos ajenos. Es decir "Más sencillo que hacer una Revolución, (es) esperar que los capitalistas la hagan por nosotros. Más provechoso (es) sacrificar ideas a intereses, que intereses a ideas", Luis Britto dixi.

Ahora más que nunca ¡VIVA Chávez!



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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