ANC y Poder Constituido

Quiero iniciar estas notas retomando una afirmación que recientemente Isaías Rodríguez, refiriéndose a la Asamblea Nacional Constituyente, electa el 30 de julio de 2017, expresara desde Roma, y cito "De una institución extraordinaria y emergente ha pasado a ser un Poder Constituyente centralizado, dirigido por el poder constituido".

De todos es conocido, que esa convocatoria producto de una maniobra política táctica, la originó la situación insurreccional que la oposición organizó y dirigió en el segundo trimestre del año 2017. Y como toda confrontación política, o como lo quieran llamar, es siempre entre dos contrincantes, adversarios o enemigos en el caso que analizamos Maduro derroto la estrategia errada de la oposición y se erigió como triunfador en esa Constituyente. Cierto es, que en política no se producen empates y alguno de de los contrincantes obtiene la victoria.

Acertada afirmación de Isaías, extraordinaria, por las condiciones y el tiempo en que se produjo, por ser un evento que no estaba programado y que no se produce con regularidad y, emergente, por la situación de caos que en ese periodo se produjo en el país. Hecho táctico político, atinado en su momento, que sin duda alguna, logro restablecer la paz y generar una gran expectativa y esperanza en la población que a partir de ese momento, también, esperaba acciones dirigidas a mejorar su bienestar económico.

En consecuencia, hoy después de año y medio de su actuación, su aporte en lograr ayudar a restablecer el bienestar económico de los venezolanos es cuestionable. Lógico que sea así, ese no era su papel. Como un hecho político pragmático, en el tiempo detectamos que la ANC se ha transformado en una institución que ha sustituido el Poder Legislativo Constituido, con el objeto de lograr la gobernabilidad nacional. Desviando así su objetivo principal de elaborar una nueva Constitución y/o reformular la de 1999, propósito esencial de toda Constituyente.

Aunque como estrategia ha jugado un papel fundamental en la gobernanza nacional, creo que ya cumplió su papel y se debe rescatar su esencia. Ciertamente, hoy actúa como un apéndice del gobierno y se ha convertido en un poder cuasi constituido.

Por tanto, su carácter transitorio se dejo de lado, su deber ser ha quedado diferido. Pasó a ser una "Asamblea Nacional" más y hasta ahora sólo se dedica a discutir y aprobar los instrumentos legales necesarios que requiere el Poder Ejecutivo para gobernar. Comprensible cuando se está consciente de la pérdida del consenso y del riesgo que implica, en el momento actual, someter un nuevo proyecto de Constitución a referendo.

Ahora bien, es tiempo que su ciclo se cierre. Aunque la pérdida del consenso del Presidente Maduro indica que debe continuar. Esa es una dicotomía actual y presente que tiene el gobierno nacional. También es real y actual que mientras los estrategas del gobierno esperan condiciones favorables pasa el tiempo y, por el contrario, esas condiciones cada día que pasa no se originan y, por consiguiente, desfavorece la fase de normalizar la existencia Constitucional de la Asamblea Nacional con la convocatoria por el CNE de unas elecciones nacionales para tal fin.

En suma, todo indica que la ANC estará presente y actuando en la medida que la oposición se mantenga al margen de la vía democrática. Lo que implica que como instrumento institucional y político es un recurso de negociación que seguramente volverá a entrar la discusión en la nueva etapa de dialogo previsible en los próximos escenarios que se produzcan a partir del 10 de enero en el país.

 

carlosemezones@gmail.com

 



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