El chantaje sobre la constituyente

Una de las políticas que más daño ha generado en Venezuela es el permanente chantaje que tiene la oposición hacia el proceso bolivariano. Es decir, "si no hacen lo que nosotros queremos, entonces les acaparamos los alimentos y les culpamos de ello, les limitamos la democracia, el libre tránsito, el derecho al trabajo, a la educación y hasta de la recreación por su culpa". Eso lo han arreciado con el presidente Nicolás Maduro. Amenazan, emplazan, asedian, instigan con la violencia y chantajean a los gobernantes y a las personas. Ante este chantaje y junto al intento de manipulación del pueblo venezolano, caben las siguientes preguntas:

¿Quién impide el libre tránsito? ¿Quién destruye los alimentos? ¿Quién impide a los estudiantes asistir a clase? ¿Quién quema autobuses de transporte público? ¿Quién destruye y quema centros de acopio de alimentos? ¿Quién impide al pueblo votar? ¿Quién asedia centros de salud y atenta contra el derecho a la salud y la vida? ¿Quién quema personas? ¿Quién secuestra en sus urbanizaciones a cientos de miles de familias venezolanas? ¿Quién llama a la agresión extranjera contra nuestro país? ¿Quién se alía con países que pretenden nuestro territorio?

Ante los reiterados fracasos surge una escalada más agresiva con acciones como la "Hora Cero", "levantamiento democrático", las amenazas de más sanciones por parte de EEUU, el choque premeditado de poderes públicos que erosionan la constitución del Estado venezolano y la conformación de un "gobierno paralelo" opositor a través del "acuerdo de gobernabilidad", es allí donde nos encontramos: en una fase de fractura institucional que anuncia un nuevo paradigma en el conflicto.

Hay otro tipo de chantaje que viene del llamado "chavismo crítico", del "chavismo democrático" o de la denominada "Plataforma democrática en defensa de la constitución", que no son más que grupos etéreos, inasibles, unidos por un nuevo antimadurismo. Estos grupos alegan que la constituyente generará una guerra civil, un enfrentamiento entre los venezolanos, una escalada de violencia (como si no estuviésemos en eso desde hace 18 años con el arribo a la presidencia del bolivarianismo). Deben saber estos nuevos grupos que cada vez se acercan más a las posiciones de la derecha venezolana, que en Venezuela, el problema no es el llamado a la constituyente, sino el empecinamiento de la burguesía venezolana, aliada con la burguesía internacional, el imperio norteamericano y los partidos de la ultraderecha nazi-fascista local en derrocar el gobierno venezolano para apoderarse de las riquezas de la patria nuestra.

Ya lo expresó el pensador Boaventura De Sousa, en un escrito de rectificación ante una anterior posición que tuvo frente al proceso bolivariano actual cuando expresa: "Para comprender por qué probablemente no habrá salida no violenta a la crisis de Venezuela, conviene saber lo que está en juego en el plano geoestratégico global. Lo que está en juego son las mayores reservas de petróleo del mundo existentes en Venezuela. Para el dominio global de Estados Unidos es crucial mantener el control de las reservas de petróleo del mundo. Cualquier país, por democrático que sea, que tenga este recurso estratégico y no lo haga accesible a las multinacionales petroleras, en su mayoría norteamericanas, se pone en el punto de mira de una intervención imperial".

Sin embargo, este 30 de julio, el golpe político será muy duro para los agentes imperiales y para Estados Unidos como la cabeza planificadora, impulsora y financiadora del plan insurreccional para derrocar al Gobierno y derrocar a la Revolución bolivariana. Serán derrotados. Será una enorme derrota política. Esto está claro para la oposición y sus jefes diseñadores. Pero no será solamente una derrota política. Eso tendrá consecuencias profundas porque a continuación la ANC tomará medidas para hacer justicia, medidas para cambiar el modelo económico que acogota a Venezuela; cambiar el modelo económico que conducirá a cambiar relaciones de producción y de distribución.

Por eso ha aumentado la violencia y promovido crímenes de odio. Seguramente tratarán de redoblar la violencia con su anunciada intención de no permitir la elección de la Asamblea Nacional Constituyente; se dicen demócratas, acusan al presidente de dictador pero son ellos quienes tienen conducta anti democrática. Pero serán derrotados. El 30 de julio será un día grande, de inmensa victoria popular. Y luego, tres días después, se instalará la ANC. Y tendremos una nueva situación. Así lo dice un artículo de Misión Verdad

Ante las atrocidades de la derecha venezolana, se hace necesario cada vez más profundizar en la formación del pueblo para generar una conciencia real de que la paz, el diálogo y la tolerancia, en medio de las diferencias, son la respuesta digna de un pueblo que ha aprendido cada vez más del protagonismo que ahora tiene. Que así sea.



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Cécil Gerardo Pérez


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