Maduro, la constituyente y la democracia participativa

Aún continuamos en la inopia ante los diferentes escenarios en expresión popular que se sucedieron el próximo pasado domingo 16 de julio (2017) cuando un gentío de pueblo y burguesía salieron de sus hogares no para asistir al Santo Oficio de la misa (excepto en la Iglesia del Carmen en Catia donde monseñor Urosa Savino asistió a firmar y oficiar) sino para firmar tres veces (cada vez un voto, osea, correcto en stricto sensu) a favor de desmontar el actual Estado de la República Bolivariana de Venezuela en el marco de sus profundos cambios estructurales (transformación del Estado rentista al Estado social de responsabilidad) para, en realidad, no se conoce cuáles propuestas reales, factibles, de imponer un supuesto Estado etéreo y sin lógica en el marco de las ciencias políticas mucho menos en el marco de los paradigmas referentes al concepto genérico de Democracia.

Además de esos ciudadanos adscritos al sub-conjunto del anti-madurismo, cuando menos, osaron salir de sus casas un número interesante de personas quienes decidieron suscribir un acto voluntario en lo personal de conocer, por medio del voto directo, cómo es el proceso de votación a seguir durante el proceso de votación de la elección de candidatos a conformar la Constituyente, acto que se celebrará a finales del presente mes de julio (30 de julio, 2017). Es decir, en el escenario nacional venezolano, la ciudadanía venezolana tanto la urbana como la rural asumieron las responsabilidades de expresar sus pensamientos y deseos para contribuir con el futuro de Venezuela. En lo personal, nos dudamos que en "La Piedra del Cucuy", ese sub-conjunto del anti-madurismo se haya pronunciado libremente.

Pero ante esas objetivas por demás demostrables realidades independientemente de la prensa española como el diario "El País", de lo que no se conversa, comenta, se discute o sencillamente se habla en sendos "cafetines de la UCV", es que el acto, el proceso, las consecuencias, los resultados de dicha manifestación sociológica fue, sencillamente, un simple acto democrático; es decir, que la Democracia plana en Venezuela se ejerció con todos los contenidos de los Derechos Humanos, osea, que dígase lo que se diga en Venezuela se practica, se ejerce, es una praxis natural que el "ser social" como "ser creado" ejerce sus derechos simples constitucionales.

Han leído muy bien, hemos escrito "democracia plana" ante las objetivas realidades en curso, en las actualidades criollas, del ejercicio de la voluntad personal y popular en los diferentes escenarios pacíficos que significan el ejercicio simple del acto democrático. Lo precisamos cuando mientras el sector adscrito a los cambios profundos estructurales del Estado rentista venezolano se adscriben a la Democracia Participativa, con nombre y apellido, en la acera de enfrente, en los sectores sociales de los guabinosos, en cuando a definirse política, económica e ideológicamente, se mantienen en "un limbo condicionado" de no-definición referente a qué Estado proponen para los próximos años a venir en los avatares de la República Bolivariana de Venezuela.

La discusión de fondo no radica en el ejercicio de la acción de votar sea para votar por los candidatos de la Constituyente bien sea votar para suscribir el acto de "Golpe de Estado al estilo de Alepo" (Siria. Ciudad donde comenzó a desarrollarse, objetivamente, el proceso de destrucción del Estado sirio con la finalidad de adscribir ese espacio geográfico a la seguridad de Israel y el Mediterráneo oriental). La realidad a ser analizada, discutida y argumentada radica en las contradicciones actuales existentes por causas consecuenciales del proceso histórico que se viene gestando desde las bases y consecuencias que se desarrollaron durante el proceso de Independencia con todas sus particulares y únicas realidades que circunscribieron aquella realidad revolucionaria en tanto y cuando se expresó la voluntad de un importante sector de la sociedad colonial a favor del proceso modernista para lo que se denominó como "las colonias americanas" desde las Cortes borbónicas. Por cierto, en el marco de una precisión objetiva, en los estudios históricos de primaria, bachillerato y universitarios, en la España borbónico-franquista, no se menciona Venezuela y, mucho menos, Simón Bolívar y es por ello que Nico no debería gastar "pólvora en zamuro" sino fuera porque es imperativo expresar y clarificar objetivas realidades políticas, históricas, ideológicas e, inclusive, económicas.

La discusión de fondo se circunscribe a la profunda contradicción sistémica que representa ese "choque de trenes" en cuanto nos referimos a los dos modelos en mesa y es por ello que es imposible el diálogo en tanto y cuanto y por objetivas razones porque el sub-conjunto anti-madurista, en su propio seno, está inmerso en una muy particular "lucha de clases" que, por ahora, aún no han tocado las puertas del conjunto revolucionario bolivariano y chavista excepto, eso si, por los particulares e interesantes accionares terroristas que se han expresado en los próximos pasados tres meses, osea, los pasados cien días.

Negar la "lucha de clases" en el seno de la burguesía es alcanzar una situación "cul-de-sac" sin retorno ya que sería negar el proceso político-social y económico que se desarrollara durante la 4ta. República, fundamentalmente, a partir del gobierno de CAP-1 con "los 12 Apóstoles", las contradicciones del "Viernes Negro", las realidades en las relaciones de Jaime Lusinchi con la Curia Episcopal (CEV), "El Caracazo" expresión popular durante el gobierno de CAP-2, el ambiente que surgió alrededor de "la Coronación" y, las causas objetivas, reales e históricas de clase que se expresaron a través del "4 de febrero" (1992) cuando el sector de la burguesía nacionalista se confrontó con el "sector aperturista-católico" quienes, posteriormente, sería el grupo burgués que diseñara y ejecutara el "Golpe del 11 de Abril" (2002).

Estas contradicciones de clase en el conjunto social que se adscribe a lo denominado como burguesía, quienes se podrían sub-dividir en el "grupo oligarca" y el "grupo nacionalista-burgués-capitalista-liberal", son contradicciones de fondo en cuanto no solo a la "lucha por el Poder-poder" sino en lo conceptual referido al modelo capitalista que cada sub-grupo burgués desea imponer en Venezuela según sus propios intereses de clase oligarco-burguesa; es decir, Venezuela transcurre, actualmente, por caminos conceptualmente muy interesantes no solo para la propia realidad e historia sino por sus objetivas influencias para todo el continente americano.

En ese marco discursivo, nos permitimos regresar al proceso de participación del sub-conjunto anti-madurista en el próximo pasado domingo en referencia más arriba cuando un significativo número de ciudadanos de pensamiento de derechas salió de sus casas para expresar, a través del voto personal y público, su decisión de "tumbar a Maduro", así de sencillo y muy claro. Pero ese escenario también tiene otras lecturas muy interesantes, a saber. En primer lugar, el acto buscaba reflotar ese supuesto liderazgo no de la MUD sino de Julio Borges cual se encontraba y nos consideramos aún se encuentra en franca decadencia política. Ese liderazgo sufrió dos bofetadas: la matriz de opinión sustentada en verdades que fuera desarrollando el Presidente Maduro cuando, con directa precisión, lo señalaba como responsable del terrorismo y sus sangrientas consecuencias, por un lado; mientras el por otro la decisión del TSJ de otorgarle "casa por cárcel" a Leopoldo López ha representado, en última instancia, que "se cuecen habas".

En segundo lugar, con el acto como excusa fundamental y en perfecta coordinación con los "entes extranjeros", para montar la excusa de un "estado-paralelo" con las correspondientes consecuencias de un escenario de esa naturaleza. Pero el tema en mesa es a quién van a nombrar como "presidente interino" cuando son varios los candidatos a ejercer tales responsabilidades históricas y en considerando que la social-democracia no le gusta ni le agrada participar en esos avatares de corto-futuro y peligrosas consecuencias.

Es evidente que dentro del sub-conjunto anti-madurista se adscriben "unas interesantes clases medias" de particulares realidades antropológicas en lo sociológico ante las cuales, siempre, la Historia nos demuestra que poco o nada deberíamos esperar de esa objetiva realidad social en sus históricos comportamientos ante cambios profundos. Pero son y hay que exponerlo, profundamente radicales, fascistas de corazón, y dispuestas a exponerse sin ambages; muchos son las anécdotas de la expresión de esos sectores sociales quienes a pesar de haber disfrutado de los parabienes de la Misiones y Grandes Misiones no solo son anti-madurista y anti-revolucionario-bolivariano-chavistas sino que participaron activamente en la organización de esas pasadas expresiones de clase durante el domingo próximo pasado y hoy hacen cola para poder obtener "su CLAP"; son, porque nos expresarlo, comportamientos con curiosidades de clase seudo-aburguesada; son los votos ligeros, con alas.

En fin, nos encontramos transitando por difíciles caminos pero con el espíritu muy en alto, adobándolo día a día camino hacia las votaciones para elegir nuestros constituyentes como primer paso para el desarrollo profundo de la Democracia Participativa bajo las responsabilidades del Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA



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Miguel Ángel Del Pozo


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