La autoridad ejercida desde el afecto

Hoy cuando el país esta transitando hacia la gran experiencia de un segundo ejercicio constituyente en este siglo, nos toca profundizar en el quehacer de la autoridad, en rescatar la autoridad perdida en los diferentes ámbitos de la vida privada, familiar, ciudadana y pública.

Muy frecuentemente escuchamos, leemos "No hay autoridad" "La autoridad se ha perdido"

Conversaba con una vecina, sobre el tema y coincidimos en la opinión de que mucho de la disciplina y la autoridad que imperaba en nuestros hogares maternos por allá por las décadas de los 50 y 60, la necesitamos hoy; ella evocó a su abuela, figura muy influyente en su formación de niña y adolescente a quien admiró y admira mucho a pesar de su ausencia, ya que dejó una huella en su vida indeleble; la recuerda autoritaria y la recuerda afectiva.

"Mi abuela ejerció su autoridad desde el afecto", sin darnos una nalgada.

Nos ponía a armar un rompecabezas de 3000 piezas, pero eso sí no nos podíamos salir del esquema que nos daba para armarlo:

Primero, teníamos que limpiar el área de trabajo.

Segundo, teníamos que voltear todas las piezas.

Tercero, teníamos que ir destapándolas e ir agrupándolas por su color, de tal manera que hacíamos varios grupos, es decir, las clasificábamos.

Cuarto, comenzábamos a armar las esquinas y sus respectivas líneas laterales, las de arriba y las de abajo.

Quinto, continuábamos llenando.

O sea, en ese juego cultivamos el orden, la disciplina, la paciencia, el cuidado y el respeto por nuestra obra en colectivo.

También nos invitaba a resolver el crucigrama, con lo cual nos condujo en el ejercicio de buscar en el diccionario, de rastrear los sinónimos de cada palabra, ya que era muy posible que la primera que encontrábamos no encajara en los espacios previstos en el juego. Pero eso sí, debíamos terminarlo ¡No podíamos dejar algo iniciado sin terminar¡

Orden, disciplina, método ¡AUTORIDAD! Pero también nos contó cuentos, historias y nos planificaba bautizos para las muñecas ¡Qué buenos tiempos!

Desde esa experiencia, donde existían figuras que representaron la autoridad, pero también el afecto, vienen las grandes figuras que hoy admiramos, un Chávez por ejemplo y su mamá Rosa.

¿Cómo lo perdimos?

La pérdida es multifactorial

También coincidí con mi vecina en que como "padres modernos" no quisimos criar a nuestros hijos como nos habían criado a nosotros, con "tanta rigidez" y la psicología moderna, tan permisiva, nos ayudó a justificarlo, también, la palabra muy conocida por los padres modernos "no tengo tiempo" y la mayoría de las veces, le dejan a otros la formación hogareña de los hijos.

Los hijos van creciendo sin los modelos paternos, sin los modelos de género, sin la indicación de las responsabilidades que cada miembro de la familia debe asumir, como miembro de esa comunidad que es la familia, sin el apego a los padres, a los abuelos, sin la autoridad paterna y materna.

Frases muy comunes se le oye a los padres, tales como, "Quiero darle a mis hijos lo que yo no tuve", "la única obligación que tienen mis hijos es estudiar" ¡No, No y No! Dale a tu hijo las tres "A" Atención, Afecto y Autoridad. Procura a tus hijos tareas a cumplir en casa; aparte de las tareas de la escuela. Dale a tu hijo obligaciones a cumplir. Dale a tus hijos lo que sí tuviste y sientes que te hizo bien.

También en la Institución educativa se ha impuesto, la excesiva permisividad y escasea la autoridad y no pasa menos en la sociedad, donde apreciamos con frecuencia el irrespeto a la autoridad y a las normas de sana convivencia. Se violentan todas las instancias de autoridad, en ocasiones entre quienes violentan la autoridad debemos incluir a quienes ejercen alguna función de autoridad.

Se escucha en oportunidades "en este país todo el mundo hace lo que quiere" y parece una verdad, no deseada pero verdad en lo cotidiano. La Autoridad no se siente, si cuatro personas se les ocurren cerrar una calle ¡lo hacen y no pasa nada! Si los comerciantes deciden que los huevos se venderán a 13.000 la caja ¡lo hacen y no pasa nada! El Equipo de Gobierno ordenó a las panaderías, vender pan a las 7 a.m. ni abren a esa hora, ni venden pan ¡no lo hacen y no pasa nada!

Ni con el afecto y la paciencia que el gobierno les ha demostrado a los panaderos y a los empresarios, atienden a su autoridad. Así las cosas

Si cada quien hace lo que quiere, se impone el desorden, el caos. La Revolución pasa por imponer el orden, la autoridad y para ello no tenemos porque esperar la Asamblea Constituyente, con ella complementaremos la Autoridad. Así las cosas

Estoy segura que Chávez estaría de acuerdo con lo que digo.

*La autora es Orientadora

ruthcueto7@gmail.com



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Ruth Cueto


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