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Luisa Ortega derrotará a la: ¿a la constituyente del terror?

La convocatoria a esta constituyente 2017, de ipsofacto activó a las fuerzas del caos, y del vandalismo. Su desarrollo de aquí al 30 de julio es: una verdadera caja de Pandora, un deslave incontrolable, un tumulto permanente que inundará las calles vociferando que la constituyente no le resolverá sus problemas. A juzgar por el rechazo con que se ataca a la constituyente 90% de la población en contra, la situación parece, en efecto, muy delicada. No se critica a la constituyente como un proceso cualquiera. Se le critica porque es inviable e inconstitucional su convocatoria, porque hay temor de que en efecto se haga, al ser impuesta por la fuerza. Los que se oponen a ella tienen como misión impedirla a toda costa, porque sienten amenazados los derechos republicanos, y democráticos adquiridos en las constituciones de 1961 y 1999.

La propaganda, y la agitación extrema en contra de esta constituyente espuria del 2017, y en defensa de lo que se considera una verdad superior, que no es más que la delgada envoltura de intereses fascistas, totalitarios y estalinistas que la envuelven, esta produciendo un desequilibrio en las informaciones y opiniones, al punto de que la orientación de la campaña hacia el pueblo venezolano es un proceso concurrente por la desorientación, y el terror.

Hay muchas declaraciones de altos funcionarios del gobierno ,y del psuv traídas de los cabellos, hechos históricos de Bolívar, y Zamora utilizados arbitrariamente, descalificaciones infames contra otros países, denuncias escatológicas contra damas en altas funciones gubernamentales, acusaciones caprichosas ante las oposiciones muy bien fundamentadas sobre el desastre que una constituyente totalitaria puede desencadenar, detestables paralogismos sobre la imposibilidad lógica de aceptar una nueva constitución corporativa, todo cabe en este templete de falacias inconstitucionales a que nos quieren someter los promotores de esta constituyente sectorial.

La ausencia de cortesía jurídica del TSJ, aniquila la razón, y el equilibrio. Para comprender cabalmente lo que está en juego se necesita no menos de la lógica jurídica que le de serenidad al espíritu del venezolano afectado por esta grave crisis socioeconómica. Hay que sacar la cuestión de la constituyente de la falsa retórica, y de la prosopopeya, y devolverla al terreno de la realidad.

No ha habido en Venezuela ningún proceso constituyente que haya causado tanto terror muertos, heridos, y graves disturbios públicos, ni que haya sacrificado la tranquilidad de los hogares venezolanos en el altar de una utopía irresponsable que ha degenerado en una anarquía pavorosa. Esto es todo lo contrario de la fiesta cívica que inspiraron los constituyentes de 1999, los argumentos contra esta constituyente se concentran en los sucesos relativos a la cantidad de jóvenes muertos desde hace más de 60 días, y generan una interpretación necrofilica de un socialismo pretoriano.

Hay que analizar cual era la situación del país cuando se decidió convocar esta constituyente este pasado primero de mayo del 2017, por qué se planteó la constituyente como una salida a esta pavorosa crisis, cual es el efecto corrosivo de la convocatoria de esta espuria constituyente, y qué todo lo que ha sucedido es culpa de la constitución de 1999.

A raíz del pronunciamiento en defensa de la Constitución, después de la decisión de la Sala Constitucional del TSJ, y de la minusválida y violada Asamblea Nacional, mucho comenzó a decirse a cerca de la "sospechosa" conducta "traidora" de Luisa Ortega Díaz. Algunos pensaron que se trataba de una nueva treta ordenada por la nomenklatura, otros dudaban, pero por si le caían moscas al caldo se atrevieron a mantener cordura con los extraños anuncios hacia la representante de la vindicta pública, por parte de los que están dentro del alto gobierno comenzando por Diosdado, Reverol, y Padrino López.

El asunto es que allí está la ahora odiada Luisa Ortega, y no parará ahora en su prédica por el legítimo legado del ausente comandante Hugo Chávez Frías. La Fiscal General de la República investida como está del poder que le otorga esta carta magna de 1999, ha clavado una mortal herida a las hienas que usurpan la tradición republicana, y democrática de los venezolanos; y no podía ser de otra manera, cuando de verdad se es humanista, y soñador de ideales libertarios, y así se es para siempre. Luisa ha regresado por sus fueros revolucionarios, y por lo visto vino a dar la pelea no solo por la Constitución sino por un pueblo que le dio ese poder que ahora descansa en la actual AN.

"Hay que consultar al pueblo si quiere o no la Asamblea Nacional Constituyente". Ha dicho constitucionalmente la Fiscal General, y como para no caer en artimañas jurídicas a veces difíciles, y las rabulerías (por parte de Hermann Escarrá) de entender para el ciudadano que padece esta crisis de escasez de alimentos y medicinas, sediento de que se le consulte electoralmente para sancionar a los culpables de esta crisis, el ministro de la Defensa, junto a los demás componentes de las FANB. Intentan con un 10% de apoyo popular, imponer a la fuerza la violación de la vigente constitución, llamando traidores a los que critiquen esta constituyente inconstitucional, por eso recordamos párrafos de los discursos de Hugo Chávez presagiando la traición a los venezolanos de la actual cúpula política y castrense: "Hoy en Venezuela para cambiarle una coma, un punto, o una letra a nuestra Constitución nadie puede hacerlo, sino el pueblo venezolano, a través de un Referendo Nacional". Hugo Chávez dixit.

Luisa Ortega Díaz necesita solidaridad, y además de aplaudirle su conducta, exigirle por la memoria de esos muchachos que han perdido sus vidas en las protestas de estos últimos 60 días, que inicie un nuevo combate por la democracia, y por este noble pueblo que lucha incansablemente en las calles, para hacer cumplir la Constitución, y asumir la defensa del pueblo por mantener su constitución.

En la época de la Francia revolucionaria, se instauró lo harto conocido, y que mucho han escrito excelentes historiadores como el: "régimen del Terror", caracterizado por una brutal represión calificada como terrorismo de Estado por el uso de sus órganos de seguridad, mientras, que lo que sucede en Venezuela , el terror ha aparecido como un arma de doble filo, que al mismo tiempo le quita la vida a muchos jóvenes que participan en las protestas, pero que no ha acabado con numerosos especuladores, y acaparadores, y de reaccionarios de la izquierda dogmatica ahora represora, con lo que, para algunos de esos falsos revolucionarios ahora convertidos en ricos, el terror se justifica en parte, porque es la guerra contra la derecha. En Francia ese período transcurrió bajo la égida del Comité de Salvación Pública, órgano ejecutivo creado en abril de 1793 para apoyar, y reforzar la acción del Comité de Seguridad General que existía desde 1792.

El Comité de Salvación Pública era un cuerpo colegiado encabezado por Maximiliano Robespierre, quien definió al terror como "la aplicación de la justicia de manera rápida, severa e inflexible" como se quiere aplicar hoy en Venezuela utilizando la justicia militar. Se estima que durante el régimen del Terror en Francia, en cifras conservadoras, unas 12 mil personas perdieron la vida, algunos historiadores aseguran que fueron mas de 40 mil las víctimas del comité, la mayoría fueron llevadas a la guillotina, y otras murieron en la cárceles. El "régimen del Terror" se caracterizó por la intolerancia de los miembros del Comité, y de su presidente, el cual peleó con la Iglesia católica, suprimió la libertad de prensa, oprimió a los empresarios bajo pesadas cargas fiscales para poder financiar la guerra contra las potencias extranjeras, y desató una cruel persecución contra los seguidores de la monarquía, y contra los moderados girondinos. El "régimen del Terror" sólo terminó cuando una revuelta popular depuso al Comité de Seguridad Pública, y apresó a Robespierre, quien fue condenado a la guillotina. El "régimen del Terror" apareció para castigar los excesos cometidos por la monarquía, bajo el reinado de Luis XVI, y María Antonieta, pero terminó por cometer los mismos excesos de los cuales fueron acusados sus antecesores. El ejemplo de lo que ocurrió en la Francia de finales del siglo XVIII, sin excusa alguna aplica muy bien para lo que se vive hoy en Venezuela, no por capricho Robespierre definió al régimen del Terror como "la aplicación de la justicia de manera rápida, severa e inflexible y expedita". Por cierto, dicen que la actual nomenklatura carcelaria rojita, y los hermanitos macabros se imponen al interior del actual régimen madurista, y que vienen aun con medidas más duras, o parafraseando a Isaías Rodríguez y a la jefa del pranato carcelario, "lo mejor de la represión aún está por venir".

De imponerse la constituyente el 30 de julio, y una vez "guillotinada" la Fiscal Luisa Ortega Díaz, dicen que ahora todo apunta a que los que siguen son todos los funcionarios de la oposición, y críticos disidentes de las administraciones estatales, y municipales, muchos de los cuales ya están optando por salir del país, o bien ya tienen sus respectivas ordenes de aprensión. Existen fuertes rumores que están listos los procesos en contra de varios dirigentes opositores, disidentes, y militares. Y aseguran que la persecución será más cruel que la desplegada por los nazis en contra de los judíos. Aseguran que ahora sí habrá persecuciones al peor estilo estalinista, así como una inmensa infinidad de lamentos. Muchos aseguran que ahora sí, pase lo que pase, el que se oponga terminará en la cárcel, cueste lo que cueste, así sea necesario incendiar el país para este fin.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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