Desde la vida y por la vida: sigamos juntos

En estos tiempos de revolución las contradicciones afloran al ritmo de los cambios que ella impone, en consecuencia no es extraño encontrar en ese universo, acuerdos, desacuerdos, dimes y diretes cuyo sentido generalmente se contrapone a los principios, crítica y lealtad que exige el momento revolucionario y sus circunstancias.

En ese sentido he leído y analizado cada escrito y cada declaración expuesta en este foro, con atención especial en aquellos artículos que asumen en nombre de un presumible radicalismo chavista, una neutralidad lujuriosa, que a juzgar por el tono discursivo con el cual se presentan, vilipendia los valores éticos y morales de la izquierda y coincide plenamente con las trapisondas de la derecha criolla y su secuaces continentales, los cuales conforman un mosaico variopinto donde se camuflan los oscuros personajes y su ambición por tomar el poder y negar cualquier posibilidad para las mayorías empobrecidas en el mundo.

A ello solo no resta decirle que el legado del Comandante es más que un rosario de aspiraciones y su continuidad y avance depende de la dialéctica concreta de las circunstancias políticas, sociales y económicas que surgen al fragor de la lucha contra un enemigo poderoso e históricamente hostil, cuya estrategia ha sido socavar en las esperanza del pueblo hasta hacerlo traicionarse a sí mismo, inmovilizarlo o claudicar.

Ahora bien, más allá de cualquier diferencia, se impone reflexionar, pensar y accionar, antes que  gritar, ofender y desconocer los esfuerzo que hace el Gobierno del Presidente Maduro por continuar en la senda de la construcción del socialismo. No es poca cosa la que el propio presidente ha hecho en estos 4 años, y a despecho de los auto excluidos de la lucha, no son poco los triunfos logrados en el plano internacional contra el imperio y en el nacional contra los cachorros de la burguesía y los derruidos amos del valle.    

No olvidemos que estamos ante un enemigo que ataca por el estómago, que nos saquea el pabellón nacional esperando por esa vía llegar a la medula de las convicciones de patria que cobija el pueblo en el alma con el fin de doblegarnos. No perdamos de vista que el objetivo de estos criminales apátridas de aparente “oposición democrática” no es otro que exterminar cualquier signo de ca bio sustancial y profundo, que revierta al capitalismo como sistema y demuestre a la humanidad que en el siglo XXI el único camino posible es volver a lo humano por amor a la humanidad.

Estimados camaradas, es hora de abrir más y más canales de información y formación, son tiempos de liderazgo colectivo, de activar toda nuestra creatividad, resistir con estoicismo y combatir  con la fuerza suprema que emana del hombre común. Por ello  insisto en la convocatoria a continuar dando lo mejor de sí en esta infeliz guerra y sus múltiples batallas. En palabras del Che, “al imperio ni un tantico así”. Dudar es traicionar.

Unidad de los patriotas, horror a la oligarquía, Gracias por estar allí. Sigamos juntos sin prisa pero sin pausa construyendo patria. Viva el Presidente Nicolás Maduro. Que nadie se equivoque

 



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Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

 angeltortolero@gmail.com      @ANGELTORTOLERO1

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