Mis queridos lectores, vuelvo a tomar la pluma nuevamente esta semana, a dos días de mi último artículo, cosa que nunca hago, siempre dejo pasar un tiempo entre mis escritos para darme un período de reflexión. Sin embargo, lo que me ha motivado a romper mi rutina es un artículo del señor Toby Valderrama en el cual plantea sin ambages su posición de suspender las elecciones legislativas, lo que a mi parecer sería algo muy grave, un golpe de Estado y un desprecio absoluto por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela votada mayoritariamente por la población venezolana. Cometer la osadía de suspender las elecciones legislativas sería declarar como letra muerta a todo el texto constitucional.

Un acto de esta naturaleza sería darle toda la razón a la ultraderecha que no ve otro medio de salir del gobierno que no sea violentamente, creo que dada la situación de crisis en que se debate el país sería lanzarse al despeñadero.

Cualquiera en su sano juicio debe pensar que el repudio internacional a una medida de esa naturaleza sería apoteósico, incluso dentro de los mecanismos de integración regional como UNASUR, MERCOSUR y CELAC. El gobierno de Venezuela correría el riesgo de convertirse en un paria internacional.

Me llamó mucho la atención un párrafo del artículo del señor Valderrama en que señala “Las elecciones burguesas son el mayor cerrojo de defensa del capitalismo. Mientras ellas existan el proceso revolucionario no termina de consolidarse, está en pugna con el capitalismo, lo lleva como un cuerpo extraño que corroe sus vísceras.”

Las elecciones burguesas como las llama el señor Valderrama son actos políticos en que la población mayor de edad puede expresar su voluntad. El señor Valderrama parece olvidar que esas elecciones burguesas permitieron el ascenso al poder de Hugo Chávez, por lo tanto, permitieron a la ciudadanía la expresión de su voluntad de cambio de la situación que existía hasta 1998. Si por esas elecciones burguesas pudo acceder al poder un movimiento político que ha declarado abiertamente su lucha contra el capitalismo, la tesis de que son el mayor cerrojo del capitalismo se cae a pedazos.

Por otra parte, el señor Valderrama señala que es imposible consolidar el proceso revolucionario con unas elecciones burguesas pero no señala cual es la alternativa a esas elecciones burguesas. Por lo que ha sido la historia del socialismo real en el siglo XX las elecciones burguesas fueron reemplazadas por una élite política que manejó los países socialistas sin consultar al pueblo. Más aún, ese mecanismo de una casta política que tenía el poder total fue incapaz de evitar el derrumbe de la Unión Soviética y los países del este de Europa. Ese mecanismo alternativo a las elecciones burguesas fue incapaz de evitar que el pueblo de la extinta Alemania Oriental se dirigiera al muro de Berlín al grito de “yo soy el pueblo” y forzará al gobierno a abrir las puertas del muro, después de eso, la caída del régimen estaba cantada.

Por otra parte, no recuerdo que el Presidente Chávez se manifestara en contra de las elecciones, es más, el propició que el pueblo venezolano estuviera constantemente yendo a las urnas a votar.

Por lo tanto, no entiendo como el señor Valderrama que creo se considera un leal seguidor del presidente Chávez pueda manifestarse en contra de unas elecciones, cuando el líder de la revolución nunca les tuvo miedo y de hecho consolidó su poder en sucesivos procesos electorales.

Por todo lo anterior, creo que el señor Valderrama debería explicar claramente cuál sería el mecanismo alternativo a las elecciones burguesas y que fuera un mecanismo más participativo y democrático.

Hay otros párrafos interesantes del artículo del señor Valderrama, él señala lo siguiente:

“Los gringos harán fuerza para que el gobierno pierda: darán instrucciones de arreciar el asedio, de ahondar las grietas de la debilidad socialdemócrata. Pensemos un poco. Bajo condiciones de guerra feroz (eso lo dice el gobierno), de amenaza de invasión (también lo dice el gobierno), el dólar en curso alocado, el acaparamiento distorsionándolo todo, podíamos asegurar que esas condiciones adversas influirán en la tan cacareada voluntad del pueblo. Si es así, vamos a unas elecciones en desventaja total, en condiciones de fraude, la expresión de la voluntad estará viciada.

Si la situación extraordinaria de asedio se agudiza en los próximos meses, se deben suspender las elecciones, la Revolución no puede aceptar que se manipule descaradamente a la masa.”

En primer lugar, el señor Valderrama toma distancia respecto de la guerra feroz y la amenaza de invasión del territorio nacional diciendo que eso es lo que dice el gobierno, como si dudara de esto. Por otro lado, habla en términos despectivos de la voluntad popular al usar el término “cacareada” y nos habla de que no puede aceptarse la manipulación descarada de la masa. Es decir, reduce al pueblo venezolano a la categoría de algo amorfo, una masa, y además, señala que es una masa que puede ser manipulada. Creo que hay un claro desprecio por la ciudadanía, de su capacidad de discernir lo que le conviene o no, esto equivale a reducir a la población venezolana a un hatajo de débiles mentales a los cuales hay que proteger y a los cuales no se les puede dar la posibilidad de acudir a las urnas. Este tipo de razonamiento se parece al que se usó para negarle el derecho a voto a los negros y las mujeres.

Los planteamientos del Señor Valderrama me han traído a la memoria un episodio de la política chilena de los años 20 del siglo pasado, en que un candidato a la presidencia de la república se dirigía a los presentes en sus manifestaciones “chusma que me escucháis”. Creo que el señor Valderrama a través de sus palabras le ha dicho chusma al pueblo venezolano, una chusma en la cual no se puede confiar porque puede ser manipulada, una chusma que su voluntad no merece ser tomada en cuenta. En este sentido, el señor Valderrama se erige en el prócer que sabe lo que le conviene a la “masa”, entonces para que concederles el derecho a votar.