El hombre nuevo en una Venezuela signada por corruptores y corruptos en todas las clases sociales

En la Venezuela actual, la gran mayoría de los venezolanos han sido pacientes y de alguna u otra manera aceptan consciente e inconscientemente que si existe una guerra económica, frase que un sector de la sociedad la relaciona directamente con el estado revolucionario y, no podemos culparles porque la mayoría no ha dedicado parte de su tiempo libre a documentarse y entender que factores son capaces de ir mellando la economía hasta el punto de distorsionarla, todo con la principal finalidad de alterar el día a día de la ciudadanía, lo que sin duda derivaría en presionar al estado a prescindir  de sus políticas aplicadas o a desencadenar una implosión social similar al “caracazo”.

Entonces para no caer en otro tema que no es el objetivo de esta reflexión, ¿Cómo intentar ser el hombre nuevo que indicaba el comandante en una sociedad con un razonamiento y consciencia tan bajo?

¿Qué obstáculos tenemos aquellos revolucionarios que si creemos en ese hombre nuevo que el comandante citaba?

Lidiamos con gerentes “chavistas” y “revolucionarios” que son colocados como directores, gerentes o jefes en cargos públicos estratégicos y lo primero que hacen es colocar en su plana de equipo para llevar su gestión a más de un opositor, firmante o apolítico, todo con el argumento de la “tolerancia” o por el amiguismo de antaño y excusa de que no importa su ideal político porque es “excelente trabajador”, para mi personalmente estos no son ni revolucionarios, ni chavistas, quizás "chavistas light", porque el comandante Chavez más de una vez indicó que gerentes opositores nunca dejarían que los proyectos revolucionarios fluyeran de manera responsable y eficiente.

Convivimos entre personas “adultas” (bachilleres, técnicos, profesionales, magister, doctores) que aún botan basura a la calle, bien sea caminando o rodando en sus vehículos, que al señalarles te dicen ¿Dónde coño lo boto, si este gobierno no coloca papeleras? A lo que uno debería responder, pero pocos lo hacemos “echa la basurita en tu bolso, métela en tu bolsillo o colócala en tu carro”.

Convivimos entre personas “adultas” que creen que el ahorro energético es una invención del gobierno chaviscastrocomunistas para llevarnos al extremo de no usar el servicio, estas personas son las mismas que suelen viajar a otros países, pero que a su vez, poseen mentes tan débiles que se impresionan con cosas vistas por años en películas hollywoodenses, siendo incapaces de adentrarse a esas culturas y sociedades, donde el derroche energético es limitado de diferentes maneras, especialmente por el alto costo de los servicios que proveen dicha energía. Esta misma gente que crítica la innegable deficiencia en el manejo eléctrico es aquella que a pesar de 3 años con racionamientos itinerantes, no aprendió nada y se creen fuera del problema, negando rotundamente que no son parte del problema porque ellos PAGAN el servicio. Sería bueno que aplicáramos lo que aplican en las grandes potencias, limitar los brequeros con planes eléctricos, de bajo, mediano y alto costo a ver si seguirán derrochando.

Convivimos entre personas que repiten “Venezuela vive una hambruna indescriptible”, pero que a su vez, siguen malgastando al menos 1 vez a la semana comidas de la calle, hacer comida casera dejando siempre para botar, dejar perder en sus neveras charcutería y estar amañados a salir a mal gastar a la calle cada vez que les entra una plática, porque ni con guerra económica hemos visto restaurantes, franquicias o sitios de comida rápida cerrados o en decadencia.

Convivimos con personas que se vacilan las RUTAS nuevas que el Ministerio de Transporte implementó, las cuales cuentan con Buses Yutong de Alta Tecnología, sumamente cómodos y del más alto nivel, pero este tipo de personas se molestan porque la cantidad de pasajeros permitidos en cada unidad es LIMITADA y muchos que la usan a diario para ir a su trabajo, dicen a tono alto “ay si, esto es por ahora, dentro de poco ni aire tendrán”, destacando que eso lo repiten, mientras van sentados dejando de dar su puesto a una abuelo/a y hasta embarazadas.

Convivimos con gente que alega que el aumento de la gasolina desencadenará el aumento de todo, pero paralelo a esto comenta con sus compañeros que los transportistas públicos son unos descarados cobrando y que incluso una taxista gana más que un ingeniero, pero además, esta misma gente es la que al viajar a otros países no observa que una botellita de agua de litro, cuesta casi igual que un litro de gasolina, mientras que Venezuela el litro de gasolina es 100 veces menor que un litro de agua.

Convivimos con ciudadanos que no disciplina a sus hijos (menores) porque le dijeron que la LOPNA los meterá presos si siquiera les alza la voz, eso sí, nunca verificó que la información fuera cierta.

Convivimos entre funcionarios públicos que durante el horario laboral hacen sus marañas a placer, desde gestorías para obtener créditos bancarios, pasando por compra y venta de dólares en todas su modalidades, sin control estatal alguno (NO CREO que solo pase donde trabajo yo). Además, sin tener uno donde apoyarse para poder denunciarles.

Convivimos con gente que a pesar de la medida de CENCOEX, ya le buscó la vuelta para seguir raspando dólares y no ha aprendido NADA de cada reducción realizada por el ente regulador, sin recordar que esta práctica se ha convertido en el efecto bumerang que sigue golpeando nuestra economía interna.

Lo que vivimos en Venezuela actualmente saca a relucir lo peor de nuestra cultura social, todo lo que mencioné antes no lo he visto solamente en opositores, apolíticos u otros, también lo he visto en los autodenominados “chavistas” y esto es más decepcionante aún, eso del “póngame donde hay” también existe entre nuestras filas, yo lo he visto desde la banca en personas que tienen años trabajando como dirigentes parroquiales (No puedo ser el único que lo ha visto).

Hagamos de “tripas corazones“ como dice mi mama, respetemos nuestros principios humanos y revolucionarios, no traicionemos la enseñanza que Chávez tanto trato de inculcar en cada cadena, en cada “Alo! Presidente”, siento que una gran mayoría del pueblo chavista y nuestro lideres se quedaron solo en la consigna y el populismo improvisado, sin planificar, por eso la mejor forma de aportar a la revolución es levantar la honestidad, moral, voluntad, dedicación, trabajo, coherencia, estudio, orgullo y todo esto va integrado al “hombre nuevo”.

Eficiencia o nada para vivir y vencer compañeros.

El legado de Chavez vivirá si luchamos y lo hacemos mejor cada día.

 

@criticoperofiel


xovollitsac@gmail.com
 


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Julio Castillo

Ingeniero en computación, especialista en programación y desarrollo de aplicaciones.

 xovollitsac@gmail.com      @izqCastillo

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