Las cúpulas divisionistas y Chavistas contra chavistas

Impedir que Marea Socialista realizara un foro convocado por los trabajadores dentro de las instalaciones de Fama de América La Yaguara, seguido de la suspensión de un foro convocado en el Ciara porque su expositor “es de Marea Socialista”, convocar a denunciar a todo aquel que “atente contra la unidad” sólo porque critique y genere propuestas alternas a los errores que se están cometiendo, suministrando un número de teléfono y correo electrónico para poner a pelear a chavistas contra chavistas en lo que se ha dado por llamar “Misión Sapo”, encabezada por aquel mismo dirigente que fue el primer suspendido dentro del Psuv por casi un año por disentir de la participación del Psuv para las elecciones del 2007, y la tapa del frasco: un Alcalde que sale a la defensa de unos artistas de comprobada posición adversa al proceso revolucionario, convocando a la tolerancia diciendo “A lo único que debemos temer es a ser presa de la intolerancia, que es marca del fascismo”, Alcalde que se caracteriza por cierto, por sus amplios niveles de intolerancia, son sólo algunos de los elementos que siguen desbordando el vaso de la torpeza de la burocracia.

Sobre todos estos acontecimientos, deseo expresar mi mayor descontento y mi más grande preocupación, ya que todo lo anterior ocurrido en apenas dos semanas, sumado al evidente saboteo en las salas de Parque Central al Seminarios para la formulación de propuestas de gobierno para salir de la crisis, donde entre otros estuvieron Ana Elisa Osorio y Hector Navarro, miembros de la Dirección Nacional del Psuv (aún cuando Héctor Navarro se encuentre en un limbo de indefensión en un seudotribunal disciplinario), y que fue objeto dos veces de la suspensión del servicio eléctrico en dos salas distintas, lo que demuestra es que esa advertencia que hace el Alcalde de “ser presa de la intolerancia, que es marca del fascismo” sólo aplica a quienes significan un jugoso negocio de artistas que cobran en dólares en su propio país, y en general, la tolerancia sólo se aplica a todo aquello que signifique un buen negocio de sustanciales comisiones, pero para aquellos que están realizando su mayor esfuerzo porque la errática y errónea conducción política no haga implotar el proceso revolucionario iniciado por el Comandante Chávez, no sólo deben ser objeto de la intolerancia de la burocracia y la corrupción, sino que debe gozar de mecanismos institucionalizados para ser señalados, perseguidos y acosados.

Es por ello que hoy me permito hacer un llamado a todos aquellos chavistas de corazón, a que no caigamos en el juego de las cúpulas divisionistas, que creen que tienen la capacidad de preservar el poder dividiendo y confrontando a las bases, terrible error que lamentablemente conducirá a una necesaria rebelión de las bases contra las cúpulas, tarde o temprano.



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Nicmer Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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