Espartaco

El 8-D y el legado de Chávez

El 8 de diciembre se estarán eligiendo 335 gobiernos municipales. Para ese evento electoral se enarbola la bandera del día del compromiso y la lealtad con Chávez. El llamado es para que el voto sea para los candidatos de Chávez, es decir, para los del Polo Patriótico, como un acto para no traicionar al Comandante Supremo de la Revolución.

El Legado de Chávez deberá estar presente al momento de pensar el voto frente al tarjetón. En esta campaña, para muchos candidatos, el Legado de Chávez pareciera que no tiene la misma fuerza, que el de la invocación, para solicitar el voto en nombre de la lealtad con el Líder de la Revolución Bolivariana.

El Legado de Chávez no es una consigna electorera; tiene sus raíces en tres héroes fundamentales: Simón Rodríguez, Bolívar y Zamora.

El Comandante Supremo concibió una nueva República, basado en el ideario de los que han ofrendado sus vidas en la búsqueda de la suprema felicidad social, de la igualdad, de la moral, de la ética, de la justicia, de la inclusión, del manejo probo de la cosa publica, de la participación protagónica en los actos para la toma de decisiones y el compromiso con el pueblo humilde y trabajador.

El Comandante Supremo, dejó su legado escrito en los documentos fundamentales de la Revolución Bolivariana. El primero de ellos, surgió al momento del juramento en el Samán de Güere, conocido como el árbol de las tres raíces. El proceso constituyente, decretado el mismo día de la toma de posesión del Presidente Chávez, culminó el 15 de diciembre del 2009 con el alumbramiento de una nueva Constitución, donde quedó establecido un “… Estado democrático y Social de Derecho y de Justicia que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social, y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político …”

El Presidente Chávez, en su condición de líder del proceso bolivariano, por siempre, soñó que la organización era la base para garantizar el triunfo y la sostenibilidad de la revolución. En el propio seno de la fuerza armada, organizó a su gente en el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, desde donde, irradió el proyecto que lo llevaría a la rebelión del 4 de Febrero. En la calle y escogida la vía para las elecciones del 98, constituyó el Movimiento Quinta República, como una locomotora de la participación popular para fundar la nueva República. Dá por agotada la estructura del MVR y comenzó a impulsar la nueva organización política de la revolución, que sería la plataforma doctrinaria que guiaría la construcción del socialismo del siglo 21; surgió el Partido Socialista Unido de Venezuela, que entre su declaración de principios se encuentra: “… Combatir y acabar con la pobreza y la miseria en todas sus manifestaciones, el desamparo, la marginalización y la exclusión, es otra prioridad inseparable de las anteriores: Sin acabar con la explotación, la polarización o concentración de la riqueza en pocas manos y el crecimiento de la pobreza mas allá de todo lo conocido en la historia, la guerra sería inevitable…”.

Chávez, en el único Consejo de Ministros que realizó después del triunfo electoral del 8 de octubre del 2012 (reunido el día 20), tuvo una intervención, que puede definirse como la gran autocritica. Las reflexiones fueron dadas a conocer como el Golpe de Timón. En su contenido se puede destacar: “… A veces podemos caer en la ilusión de que por llamar, yo soy enemigo de que le pongamos a todo “socialismo”, estadio socialista, avenida socialista, ¡qué, avenida socialista chico!; ya eso es sospechoso. Por allá alguien le quería poner a una avenida “socialista”, panadería “socialista”, Miraflores “socialista”. Eso es sospechoso, porque uno puede pensar que con eso, el que lo hace cree que ya, listo, ya cumplí, ya le puse socialista, ya le puse socialista, listo; le cambié el nombre, ya está listo…”. De lo anterior, se desprende su coincidencia con Rosa Luxemburgo, en el sentido, que el socialismo no se decreta.

El Legado de Chávez es esto. Es el compromiso con el pueblo, es luchar por el bien común y la búsqueda del bienestar colectivo. Es actuar, teniendo como norte la exclusión de grupos que actúan en beneficio propio para lucrarse y despojar al pueblo de sus aspiraciones.

El 8 de diciembre, a la hora de votar hay que meditar frente al tarjetón. Deberá ratificarse la perseverancia con los principios revolucionarios. A la hora de pulsar la tecla para el voto, allí estará la compañía del Comandante Supremo.


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Rafael Pineda Piña


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