¿Después de Amuay qué nos queda?


            Lo que está pasando en Venezuela es muy grave, hay una suerte de embobecimiento, de cretinismo colectivo, de narcosis. Parece que nadaes capaz de sacarnos de estesopor colectivo.Veamos.

            El gobierno denuncia que hay una operación política de desabastecimiento, no pasa nada, sólo uno que otro camioncito detenido en una alcabala. El gobierno denuncia que se robaron miles de millones de dólares en las operaciones del SITME, no pasa nada, sólo embisten contra los roba gallinas que compran pasajes y no viajan. Lo anterior sería motivo para preocuparnos, denota inmovilidad. Pero hay más y más grave.

            Los voceros más calificados del gobierno denuncian que a Chávez lo asesinaron,y ¡no pasa nada! Ni siquiera una investigación política enla asamblea. Ahora se denuncia que hay planes de magnicidio contra el Presidente Maduro y el hecho se trata con suprema ligereza. Finalmente, el gobierno declara que lo de Amuay, aquella tragedia, fue un sabotaje de la derecha,y todos nos vamos a dormir tranquilos. Fue una travesura para ganar las elecciones, decimos.Nuestro campo de batalla son los medios, las pantallas. La masa unida en manifestación, en movimiento, está ausente.

            Actuamos mal, hay que decirlo corriendo el riesgo que nos respondan con irresponsabilidades: este pueblo, el legado de Chávez, merece otro comportamiento. Veamos.

            Si lo que dice el gobierno esverdad, como nosotros lo creemos, entonces se debe convocar al pueblo, movilizarlo, alertarlo, activarlo, liberarlo del marasmo de las elecciones municipales castradoras. Allí se verá de verdad,verdad,para qué sirven las comunas, los consejos comunales, el partido, los candidatos, el gran polo, si sirven para defender a la Revolución, al gobierno, a la Patria, a ellos mismos. Se debe convocar para que la dirigencia explique las relaciones de estos atentados con la oligarquía,reconocidamente agente de los gringos,y la oligarquía colombiana, las medidas a tomar, los peligros que corre la nación, los agresores, la manera de defendernos.

            Está claro que la oligarquía opera en dos aguas. Una, la electoral, para estupidizarnos. Y, simultáneamente, la violenta,para yugular a la Revolución, para tumbar al gobierno. Lo de Amuay, es ingenuo pensar lo contrario, no era una mera operación electoral para ganar las elecciones, era parte de un plan, del cual forman parte el asesinato de Chávez, el robo de dólares, las amenazas sobre el Presidente Maduro. Un plan que está en pleno despliegue y que incomprensiblemente no atacamos con fuerza, a lo sumo lo denunciamos con timidez.  Y seguimos navegando en el mar electoral como si ese es el mundo, como si sus aguas no escondieran monstruos.

            Es necesario, urgente, que la Revolución rompa el opio electoral, que entienda que el destino no se decide allí, pensemos que aún no reconocen al Presidente Maduro, pero en la práctica tampoco reconocían a Chávez. Debemos entender que lo electoral es un maquillaje que esconde la fea cara de la violencia oligarca.

            Las señales son claras, y son abundantes, es urgente, es un deber prepararnos para la embestida que vendrá, y vendrá pronto. Prepararnos para impedirel próximo magnicidio, el próximo Amuay, para acontecimientos peores, más crueles. La Revolución tiene la responsabilidad de defenderse.


www.elaradoyelmar.tv / elaradoyelmar@gmail.com - De Lunes a Viernes 6 pm. en Makunaima Kariña (104.9 FM)

 


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Toby Valderrama y Antonio Aponte

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