El primero de mayo, es propicio para la reflexión. ¿Qué pasó, por qué después de Chávez caímos en este desastre?
Con el Comandante Chávez tocamos el cielo con la punta de los dedos, conocimos la sociedad del futuro. El Socialismo, el "con todos por el bien de todos", de Martí, tuvo destellos de realidad. Se demostró que un pueblo unido alrededor de objetivos altruistas es invencible. En esa construcción tuvo un papel estelar la clase obrera, y sobre todo los petroleros.
En los días de la derrota del sabotaje petrolero, que la derecha gringa intentó contra la nueva sociedad que nacía, los obreros petroleros dieron muestras de su evolución ideológica, superaron el economicismo y se elevaron a la lucha por su reivindicación mayor, el Socialismo. Los obreros y sus dirigentes abrieron camino a la Esperanza, el nuevo mundo era posible, el hombre nuevo nacía en la lucha concreta. Aquellos días fueron heroicos, asombraron al mundo, dieron una lección de la fuerza de un pueblo unido, provisto de razones sagradas por las cuales luchar, con una dirigencia con altura de miras.
El capitalismo tembló, percibió que el proceso ponía de verdad en peligro su hegemonía, el Socialismo comenzaba a nacer. Era un mal ejemplo para el mundo. Cuando se creía que ya el Socialismo estaba enterrado, este surgía vigoroso en un país de América. Contra el ensayo Socialista se confabularon todos, los capitalistas y los vacilantes.
Y asesinaron al líder, de esa manera estimulaban la lucha interna. Sabían que los ensayos Socialistas se vencen desde adentro, así fue en la Unión Soviética, así fue en China, y así intentaban que fuera en Venezuela.
Y no se equivocaron, el gobierno madurista fue capturado por el capitalismo, y comenzó el desmontaje del ejemplo. Varios fueron los frentes: se persiguió a los leales al Comandante, se borraron los ojos de Chávez, se deformó su pensamiento, se desmontó la organización social, se desvirtuó al PSUV, se barrió a la propiedad social.
Pero quedaba un bastión de revolución que había que atender: La clase obrera y sus dirigentes, un peligro para el sistema capitalista que se restauraba. Tenían que impedir que la clase obrera defendiera al Sistema Socialista que la liberaba de la explotación, y al hacerlo liberaba a toda la sociedad.
Tenían que reducir a la clase obrera, sobre todo a la petrolera, al economicismo, que se olvidaran del Socialismo, que se limitaran a la lucha por reivindicaciones económicas tradicionales, funcionales al capitalismo. Y así, los dirigentes olvidaron la reivindicación mayor, el Socialismo, se dejaron privatizar el petróleo, transformar a PDVSA, LA ROJA ROJITA, en un cascarón vacío.
Este primero de mayo tiene, debe ser, el renacer de la clase obrera revolucionaria, socialista, chavista, que se eleve sobre el economicismo, que no se confine a pedir un aumento, un bono. Que asuma su papel de dirigentes y esperanza de este pueblo y el mundo, que aparezca la consigna que pida la salida del madurismo traidor, que surja la consigna Socialista auténtica, la defensa de la propiedad social, la defensa de PDVSA, la defensa de la riqueza nacional, de la Soberanía.
¡Sin madurismo, con Socialismo!.
Así, la clase obrera habrá reasumido su papel histórico, y volverán las esperanzas, el orgullo de ser venezolano, se rescatará el respeto del mundo.
¡ VOLVER A CHÁVEZ Y AL SOCIALISMO!