Chávez no escogió a Maduro, sino todo lo contrario

La dialéctica unión entre Chávez y Maduro

Con ocasión de la frustrada intentona militar del  4F/1992, diametralmente en contrario a lo sucedido entre Eduardo Fernández, un copeyano retrógrado y contumaz, y el Teniente Coronel Hugo Chávez, un militar disconforme con la conducta servil y antipatriótica de su Ejército y la de los Presidentes de la 4ta República, con ocasión de ese acontecimiento, pues, podemos apreciar la unión sostenida y sólida fraguada durante todo el tiempo transcurrido desde  aquella fecha hasta el   lamentable 05/03/2013[1], entre Chávez y Maduro.

Este ha sido el caso: Mientras, ya maduro, Fernández salió de madrugada casi en ropa interior a protestar airadamente y con mucho aspaviento contra “el golpista”,  y  en defensa de la “democracia” que lo había sacado del juego[2], y de la cual el pueblo amplio se hallaba asqueado, según los hechos acumulados y  demostrados 6 años más tarde,  con lo cual, el citado Fernández perdió su posibilidad de ser Presidente y, muy por el contrario, de hecho alimentó los crímenes que corrieron a cargo, primero del tal “Policía” Izaguirre, y crímenes que luego fueron continuados sin piedad alguna por  el otro frustrado, Don Luis Piñerúa, mientras eso ocurrió, decimos, el joven y valiente Nicolás Maduro, quien a la sazón se desempeñaba humildemente como chófer de un  metrobús caraqueño  en una empresa donde venía ejerciendo labores sindicales, políticas, pedagógicas y formadoras de una mejor conciencia proletaria para sí y para sus amigos y compañeros de trabajo, para su parroquia y barrios vecinos, él, Nicolás Maduro M.,    tuvo la fortuna de enterarse inmediatamente de ese movimiento castrense conocido como el MBR 200 (Movimiento Bolivariano Revolucionario) que luego devino en el partido político MVR (Movimiento hacia la Quinta República) a los efectos electorales que culminaron con el ascenso al poder de todos esos valientes y patriotas militares que a la sazón representaban la continuidad del pensamiento bolivariano, que durante más de 180 años estuvo aletargado en los cuerpos armados venezolanos[3].

Efectivamente, el joven Maduro fue sorprendido por la valentía de un joven militar escapado de ese gran centro de corrupción que hasta 1998 conocimos como Fuerzas Armadas Nacionales Venezolanas, un cuerpo castrense servil, corrupto, genuflexo, vendepatria, alcahueta y asesino de gentes populares y proletarias, fiel exponente de lo que Carlos Marx llamó en el año 1847 “Cuerpo armado protector de la clase opresora, expoliadora, explotadora, corrupta y apátrida burguesía nacional.

Así las, cosas,  es bueno ir ya reconociendo el extraordinario  y notorio talento político que en tan breve tiempo viene demostrando el Presidente Maduro, razón más que suficiente para que afirmemos y demos por sentado el potencial político así como el  gigantesco potencial de vida conductora presidencial que él tiene para ejercerla   y, en consecuencia, aseguramos, sin ánimo de mermar para nada los  no menos agigantados méritos del Presidente Chávez, que estamos en presencia de un líder con motor propio, y que, más bien fue Maduro quien escogió al Chávez, y no éste a aquel.


[1] Decimos lamentable porque es la fecha de la desaparición física del Presidente Hugo Chávez, hecho ocurrido un martes a las 16:25.

[2] Creemos que lo hizo en una clara manifestación de humillación para   congraciarse con los mismos “compañeros” de partido que ya lo habían defenestrado.

[3] Como el propio Chávez confesó tantas veces, cualquier disidencia sobre el estatus quo del Ejército, cualesquiera manifestaciones antiburgueses, eran severamente castigadas, abortadas y perseguidas por uno militares, por quienes se hallaban enteramente comprometidos con los gobiernos corruptos que conocimos con el acertado mote de “puntofijistas” o de la referida 4ta. República.



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Manuel C. Martínez M.


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