El grito del pobre se escucho
desde los tiempos del profeta Amos, (VIII A.c.) y hoy lo oímos desde
Venezuela hasta Chile. Esta es una época de esperanza y ahí están
las profundas raíces de la presión por transformaciones revolucionarias
radicales esenciales en lo económico y en lo social.
El mayor obstáculo para la
solución de los problemas que aquejan a nuestra revolución es la tendencia
a demorar la acción necesaria para radicalizarla, no se trata de posponer
una derrota política del gobierno o que este pueda sobrevivir algunos
años mas, ese manejo político es muy obvio, el asunto es mas complejo,
porque, al aplazar una solución al problema retrasamos el esfuerzo
de enfrentarnos a la desagradable cotidianidad, el tiempo así ganado
solo agrava el problema del proceso.
-Nuestra confianza en las elecciones
en los primeros 10 años de este siglo nos demuestran querer un proceso
de largo alcance, pero, nuestra confianza en las elecciones no se puede
apoyar en experiencias y logros pasados ni en una estabilidad sostenida
por una arcaica estructura publica y conservada por los militares. Es
como mantener herméticamente cerrada una tetera en ebullición.
-La aceptación que la revolución
esta en serios problemas y la disposición de poner esto en primer termino
en la agenda ejecutiva, del partido y del buró, nos permitirá visualizar
que la historia futura de la revolución no puede estar enfocada hacia
la personalidad del gobierno, característica del bolivarianismo, sino
hacia la personalidad socialista con el uso de los recursos para la
supervivencia del proceso
-Hay que elaborar una nueva
ética para el uso de los recursos petroleros que traiga como resultado
un estilo de vida compatible con los cambios climáticos que se avecinan,
y con la escasez del crudo que nos espera o por la prohibición de usarlo.
-Analizar la posibilidad que
el socialismo puede llegar antes que a finales de siglo y que el tiempo
para actuar es ahora, porque, cuando los síntomas de decadencia se
vuelvan aparentes el remedio ya no será factible.
-La inutilidad de una revolución
miope debe apreciarse y tomarse como un axioma dentro del marco de referencia
para tomar decisiones. Los problemas del proceso solo pueden resolverse
a través de una política pueblo-gobierno para resolver problemas como
la especulación o la violencia o la interferencia del capitalismo interno,
estas, no se pueden resolver con acciones limitadas.
-El gobierno debe aceptar evaluaciones
periódicas para la toma de decisiones. Las evaluaciones deben por parte
del gobierno aceptarse como un procedimiento normal en la consideración
de decisiones fundamentales para el proceso. ¿Por qué esperar hasta
que los avisos de peligro estén a la puerta para actuar?
-No resolver un problema significa
la multiplicación de estos. El proceso requiere acciones de naturaleza
anticipatoria más que de retroalimentación, las acciones deben tomarse
antes que los síntomas sean más obvios.
-Debe desarrollarse una conciencia,
para que a través de ella, cada persona cumpla con su papel en el cambio.
Una conciencia social para que el hambre en África, sea sentida como
preocupante e importante como si ocurriera en Venezuela, una conciencia
en cada persona en la que la unidad básica sea la cooperación humana,
por lo tanto, que la supervivencia de la revolución se traslade a nivel
nacional.
-Si la revolución ha de sobrevivir
la sociedad socialista o chavista deberá desarrollar un sentido
de identificación para las generaciones futuras con intercambios materiales,
intelectuales, benéficos para las nuevas generaciones y para si mismo.
Se requiere otro tipo de educación mejor que la implementada, orientado
hacia el socialismo del siglo XXI, tenemos jóvenes de 20 años que
tenían 10 o menos cuando empezó el proceso y todavía no son operantes
para la revolución. La mitad del siglo no esta tan lejos cuando de
educación básica se trata, dirigida hacia la experiencia humana, la
educación debe ser la humanidad.
-Las autoridades seccionales
elegidas o designadas para un periodo político definido, actuando con
los recursos del Estado para la solución de los problemas, tienen la
tendencia a posponer la consideración de esos problemas hasta que el
cargo de ese funcionario termine y se vuelva preocupación de otra persona,
ese reciclaje, afecta la estructura política y conserva el sectarismo,
motivo por el que muchos funcionarios identificados con el pueblo van
para afuera.
-Los problemas que no se resuelven
se recuperan a un mayor costo en fecha posterior ¿Por qué seguir con
esta tendencia? Ciertamente la masa siente con demasiada frecuencia
que el futuro traerá nuevas opciones y nuevas oportunidades, esto es
sin duda alguna, el legado de un gobierno en que la marcha continúa
del proceso sea tomado como un artículo de fe.
-Al suscribirse a tal motivación
y como no hay ninguna evidencia, se tiende a pensar que el progreso
social vaya a ocurrir automáticamente por necesidad o por los logros
pasados, tomando el pasado como guía para el futuro, pero, el pasado
no es el futuro. Lo sucedido en el pasado en una revolución no puede
ser tomado como probabilidad para el futuro del socialismo cuando no
hay experiencia alguna.
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