Llegó el momento de hablar claro sobre el proceso revolucionario i los opositores que no escriben i si se ofenden

“Todo pasa y todo queda;

 pero lo nuestro es pasar,

 pasar haciendo caminos,

 caminos sobre la mar”

 Antonio Machado

 ¡Cómo encierra verdades i profunda filosofía, los senderos de la poesía! Quienes en una simple copla como ésta de Machado, no encuentran reflejos de la vida que pasa i cómo los caminos se van borrando con el tiempo –los individuales, no los de la historia− no tienen la madurez, ni conciencia como atesoramiento de los juicios de la razón kantiana, se convierten en los que incursionan en la política desprovistos de una filosofía de la historia, que descubra caminos hacia la libertad, la justicia i el amor a la Humanidad. Son los que hacen de la política, aquello que ridiculizaba Voltaire cuando expresó: ¿Qué es la Política? Pues el arte de mentir a propósito.

 Partiendo del lema que acepto en este tiempo histórico, “Con Chávez todo, sin Chávez nada”  porque Chávez, como lo fue i sigue siendo Fidel en Cuba, es la Revolución i, a quienes le rodean, hai que enseñársela, nombrarla i hacérsela, puesto que a su lado no he visto quien se le asemeje en estatura política i ética, aunque sí hombres de talento i honor. Además, otro lema semejante al primero, recogido o escuchado en una cuña televisiva dice: “Chávez es el pueblo”. I es el pueblo que, en tanto salió del analfabetismo i la ignorancia, se dejó fascinar por las ideas de libertad, igualdad i fraternidad –el bello aporte francés a la filosofía de la historia i al marxismo− i hasta ha comprendido la maldad i el engaño del capitalismo salvaje, calificado así por un jerarca de la iglesia medieval, retrógrada i fuera del siglo que le toca vivir. De manera que si una mayoría  ha participado, ya conscientemente, en el ideal bolivariano i el de su maestro Simón Rodríguez, siempre hai rezagados o idiotizados, envenenados mentalmente por las oligarquías o los poderosos del dinero. Por eso duele ver gente humilde, siguiendo los pasos nefastos de la mediocre oposición i, en mi criterio, son gente comprada con migajas de dinero o pequeños privilegios, por ser asalariados que no piensan, o no creen en la posibilidad de superarse i logran una mejor calidad de vida. Eso sucede a los trabajadores i empleador de empresas privadas, como hemos visto en tantas, entre ellas La Polar o las entidades bancarias privadas.

 Con el proceso revolucionario, ya hemos visto cuantos desertores grandes ha tenido, porque, cuando Chávez triunfa en las elecciones de diciembre del 98, para muchos es algo similar a lo que acontecía en la IV República i su dictadura de partidos,  cuando AD i COPEI, que se alternaban, triunfando el que más trampas hiciese i luego venía el proceso de “quítate tú, para ponerme yo”. Por eso el caso del Traidor Mayor Luis Miquilena, a quien la ingenuidad de Chávez al principio, le dio la solemne oportunidad de presidir la Asamblea Nacional Constituyente i le llegó a considerar hasta como un padre i un viejo lleno de sabiduría i juventud. Para mí fue sorpresa desde el principio, porque su fenotipo, su incultura i su disimulada sagacidad de arribista político i sindicalista, la capté sin llegar a equivocarme; lo mismo que la del energúmeno Alfredo Peña, a quien también se le dio protagonismo, pero desde su banca de constituyente, tenía la fetidez del mapurite i hombre insociable. Bueno, así siguieron dándose los casos de Raúl Salazar, de Dávila, de muchos otros altos militares del Golpe de Estado, hasta el mui conocido de Isaías Baduel, ex Ministro de Defensa. Esos casos, i el progreso de la revolución, proporcionaron el alerta a muchos otros que quedaron infiltrados en el proceso.  

 Entonces, en los estados, en la provincia como dicen en Caracas, los infiltrados, falsos revolucionarios i hombres acostumbrados a la rutina de partidos i el uso del carnet como privilegio, hicieron en el Zulia una oposición solapada, o menos propensos al estudio de la historia, i con un regionalismo enfermizo e irracional, hasta de tiempo en tiempo salían los partidarios del separatismo i en hacer una república independiente en el Zulia, porque este estado aportaba más riquezas que otros, a la nación. Caer en la misma enfermedad que el Medio Oriente, con su Mal Inglés, o más penetrada por las trasnacionales del petróleo, convertirse a la larga en un Estado Asociado (i humillado) como Puerto Rico. El sentimiento de patria ni el orgullo de una gesta libertadora quizá la más bella de la Historia Universal, tiene arraigo en la mente o en el alma de los que están marcados por una mentalidad capitalista i mercantilista. Por ello, están a un paso de hacerse mercenarios desechando valores. Esto es la causa histórica por la cual,  este estado venezolano de nacimiento más que todos, ahora desprecia una revolución socialista que consagra, ante todo, la soberanía, la libertad i la autodeterminación de los pueblos. I entre otras cosas que enervan o indignan, es escucharles decir a los opositores, tantos disparates sobre el marxismo, el socialismo i el comunismo, sin haber estudiado ni siquiera alguna publicación de revista, o escuchado la radio o la televisión. Ningún estudio, pura superchería i cortocircuitos cerebrales, o fiebre mediática.

 Asimismo, es la causa de la impreparación de los que aspiran a cargos como diputaciones, alcaldías, gobernaciones hasta llegar a ministerios, sin estudios i experiencias que los hagan, trascendiendo a los hombres de pueblo, ciudadanos del mundo, a pesar de ser una realidad la vida planetaria i mirada i pensamiento deben pasar por encima de todas las fronteras. El compromiso que el presidente Chávez contrajo con su pueblo, nació cuando se hizo responsable de una equivocación mayor, i emprendió la ruta por los senderos de la democracia i la presidencia lograda por los votos del pueblo. En mis lecturas de historia –donde me apasiona sobre todo las lecciones que dieron las dos grandes Guerras Mundiales− i en la evolución de los pueblos de cinco continentes, jamás he visto un líder más compenetrado con su gente que el presidente Chávez. I no lo he visto yo en lo libros, lo ha visto el mundo entero que lo quiera ver, en la televisión i todos los otros portentos comunicativos de hoi, en plena marcha por el siglo XXI. Por esto, cuando los hombres que rodean a un líder tan carismático, activo o trabajador hasta la temeridad i con una mentalidad tan lúcida para el pensamiento creador, reflejado en sus decisiones, es difícil que se encuentren hombres de la misma talla a su lado, aunque existe un grupo superior que viniendo de estratos no comprometidos con los mercaderes i buscadores sólo de dinero, que han realizado labores o logros, cónsonas con las exigencias del líder. Por eso he visto a hombres que empezaron a foguearse en la Constituyente, siendo eficientes hombres de gabinete, ministros, embajadores, etc., que sí han respondido a la revolución. No así del todo los diputados, cuando fuera del recinto legislativo, al venir a sus estados, de los cuales son sus genuinos representantes i responsables de que se cumplan las leyes i se realicen las obras, muchos se dan a las trivialidades de la vida cotidiana, i dejan a un lado sus funciones de vigilantes del proceso. Eso ha pasado en el Zulia con los que hasta el momento están pero les toca salir, cuyas realizaciones tendremos tiempo de valorar o criticar; aunque más preocupación nos debe dar este ensarte de personas, paradójicamente  sin unidad, sin metas, sin propósitos de superación para la patria i sus instituciones, sino que,  dogmáticos, obsesivos i hasta energúmenos irracionales, su única meta es salir del presidente Chávez a como dé lugar –nunca por revocatorio constitucional al cual los reta− desestabilizar o anarquizar el país, i rendir pleitesía  o entrega traidora del petróleo i todas la riquezas naturales,  al Imperio del Norte. Empero, el país ha cambiado i mui positivamente aunque lo quieran negar, i sobre todo hai un gran pueblo ya camino al socialismo que, si en el 2002, sin preparación alguna, supieron distinguir cuál era su deber i bajaron…i bajaron, i bajaron, ahora sabrán hacerlo mucho mejor i más rápido. Por eso, solicito que reflexionen, que pongan amor i dedicación a la patria i recuerden siempre que todo once tiene su trece. I que, “lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar” dijo el poeta, pero mejor todavía caminos sobre la historia de la civilización i la paz.


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Roberto Jiménez Maggiolo


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