Miedo al comunismo

Según el diccionario de la Real Academia Española el miedo es: 1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario. 2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea. Tendría unos diez años cuando me metieron miedo con el comunismo por primera vez, con aquella frase impresionante: “los comunistas comen niños”. Fíjense en las “bondades” de la frase. Los comunistas son asesinos, pero no sólo son asesinos, sino que asesinan niños y después se los papean. Es difícil imaginarse algo más feo.

Treinta años después la creatividad de la derecha sigue incólume. La palabra comunista se sigue usando para aterrar, para infundir miedo. Mientras esto escribo transmiten por un canal de televisión una cuña electoral disfrazada de “micro informativo” donde muestran cómo, supuestamente, “les lavan el cerebro a los niños y a los adolescentes en Cuba”. Igualito que en nuestra juventud, les recuerdo a mis amigos y amigas ex chavistas. Es un video viejo, en él se observa a alguien arengando a unos niños, a completar una consigna. Dura unos segundos, menos de diez. Pero lo bueno es que hay una persona allí, en el estudio, por casualidad suponemos, que analiza el “micro informativo”. Dos segmentos seguidos, para los que les gusta contar los minutos de campaña electoral. Es un politólogo el que se despepita a hablar al mismo estilo del “gurú electoral” venezolano, asesor de Juan Manual Santos. Que si Chávez es Fidel, que si Fidel dijo, que si Lenin, que si Marx… Conclusión: hay que votar por la oposición, “lo que viene es el comunismo”. Pónganse las alpargatas porque lo que viene es la hoz y el martillo.

El miedo es libre sólo que en los años 70 los comunistas estaban en Cuba y en la Unión Soviética. Ahora quieren hacernos creer, otra vez, que los comunistas “comen niños” pero están en Venezuela. El control de la información impidió ver una sola imagen de Fidel alguna vez al lado de algún niño. ¿La razón? Porque se los papeaba. Afortunadamente no estamos en los años 70 y la realidad puede acabar con esa “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. Y si Chávez está gordo no es porque se come a los niños.

Y es que quienes estamos acá, quienes vemos la realidad, no porque nos la cuente un supuesto analista que seguramente ha sido beneficiado por algún plan social de la revolución, sabemos lo que es sentir miedo. Y el miedo, aunque libre, no existe a la hora del voto. Eso es propaganda, de la anticomunista más rastrera. Un solo dato basta: la pobreza extrema ha caído en ocho años casi 22 puntos. Y segurito que no fue porque ese gentío comió niños.


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@mercedeschacin


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Mercedes Chacín


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