Las élites económicas, políticas, sociales, empresariales, profesionales y académicas, que opinan constantemente desde la prensa y los medios de comunicación manejados por el poder capitalista, esgrimen un discurso común, repetitivo, cacofónico: Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha perdido capacidad de producción, no invierte, dejó de cumplir su papel primordial: extraer petróleo del subsuelo nacional.
Es cierto y el Gobierno Bolivariano lo ha reconocido: las cuotas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) obligan a bajar la producción para proteger el precio, pero ésta es una política mucho más beneficiosa para el país, que la liquidación acelerada de las reservas a precios irrisorios, como hacía la Cuarta República, en manos de los genios prevaricadores de la anterior gerencia petrolera que trabajaban para las transnacionales.
Por eso afirmamos que la idea de “sembrar el petróleo”, atribuida al escritor y político Arturo Úslar Pietri, pero que otros aseguran que la formuló el economista merideño Alberto Adriani, es un veneno. Los apellidos del escritor lo vinculan a esas élites que gobernaron a Venezuela durante la Cuarta República. Hablar de sembrar el petróleo no tenía una intención sana en boca de Úslar, pues lo que pretendía realmente era justificar la liquidación acelerada del recurso para mantener el proceso de acumulación de renta en manos de las burguesías comercial y financiera y del capital foráneo.
Hoy como ayer esos mismos factores se desgañitan pidiendo aumentar la producción en perjuicio del precio, aun cuando con dos millones y medio de barriles diarios estamos atendiendo solventemente las necesidades del país.
S. C. 06-01-12
