Constituyente Universitaria, docencia, academia y municipalización

La docencia universitaria no debe seguir actuando bajo bajo los
esquemas de la docencia, investigación y extensión, son funciones que
por su origen responden a un modelo que caducó hace rato. Hoy requiere
recrearse y adaptarse a los nuevos tiempos, y por qué no, sufrir
cambios radicales.

Aunque la legislación venezolana sobre la educación universitaria
mantiene vigente la relación imprescindibles de estas funciones,
representa una contradicción, que debe ser resuelta por el poder
constituyente originario, recién electo. Incluso la III Contratación
Colectiva Única Universitaria, firmada este año, garantiza que estos
procesos sean actos de fundamento para el ejercicio docente en la
universidad, pero, eso no implica que deben mantenerse de por vida,
todo lo contrario, exige que la relación universidad y sociedad se
transforme y sí es en el marco de la revolución bolivariana, más
rápido.

La evolución histórica de la universidad venezolana en el siglo
pasado, definió que todo aquel profesional que se dedique a la carrera
docente a nivel universitario cumpla con su ejercicio a través de las
clases magistrales dentro de un aula, realizará investigaciones bajo
el método positivista, alejada de la realidad y como última opción
participar en actividades extracurriculares como complemento . Es la
concreción del espíritu de esa universidad cuya búsqueda de la verdad
estuvo enmarcada en la denominada autonomía universitaria; derecho
adquirido para decidir su propio destino como institución del Estado.
Este concepto y esquema, sirvió para sostener el modelo rentista de
Venezuela y los procesos económicos asumidos en la denominada
"apertura petrolera" y por ende responder al Pacto de Punto Fijo
entre los partidos políticos AD, COPEI y URD. Fue y es una relación
universitaria, donde se pensó que solo los seres superiores y
estudiosos del conocimiento estarían dirigiendo los destinos de esta
nación, predominio del estricto razonamiento sumiso, como talento
desarrollador del Capital. No fue ingenuo esta pauta e implementación
de dicho esquema en lo que se denominó "Educación superior"; ámbito
que permitió obtener una casta y elite de individuos llenos de
prestigio, cuyos designios fue chupar renta y dedicación al consumo de
bienes de manera exorbitante ante el flagelo de la mayoría de los y
las venezolanos.

Dado lo anterior, la carrera docente debe ser reinventada y
transformada en todos sus rasgos y propiedades, reconceptualizarla es
una tarea inmediata. La ventaja que existe para una propuesta de esta
naturaleza, es contar con un sistema educativo, cuyo núcleo generador
es la tesis del Estado docente. Proceso que se inicio con la puesta en
práctica de la LOE, herramienta jurídica, pensada en revolución y bajo
principios rectores de integralidad, coresponsabilidad, solidaridad,
honestidad, complementariedad y universalización. Propiedades que
permite plantear las nuevas dimensiones que orienten al profesional
que toma la decisión de ser un (a) educador (a) en el sector
universitario, es decir, ante de ser "docente", "profesor", "dicente",
"facilitador", "colaborador", primero debe concebirse como un (a)
educador (a); actor de primer orden para transformar la república y
que dispone toda su vida y acción al servicio de los demás, antes de
convertirse en un enseñante, profesar una idea, donar e impartir
cualquier conocimiento. En sí, se trata de asumir la tarea de educar,
como una acción noble y donde está inmerso todo un pueblo, sin
importar el lugar, momento y situación.

Este educador y educadora universitario, concebido de esta manera,
requiere formarse íntegramente en valores humanos, recrearse en el
saber científico al servicio del pueblo y en la producción del
conocimiento util, desarrollador a nivel técnico y propulsor de
tecnología propia, interactuar permanentemente con las comunidades que
lo circundan y ser un ente activo en la participación y protagonismo
del pueblo en todos los niveles y modalidades; gestor de la política
pública, practicante de una academia que favorezca a la mayoría y
pro-activo en el nuevo campus universitario: la territorialidad de al
educación universitaria. Esta aproximación al nuevo rol que debe
asumir el educador en este tipo de universidad, no reduce sus
funciones a los espacios de encuentro didáctico, sino,que va mucho más
allá, al seno del pueblo, en sus contradicciones, en lo común, donde
la solidaridad y fraternidad corren parejo e insurge el nuevo
conocimiento. Es un sujeto actuando en el nuevo modelo universitario
bolivariano, donde la investigación se hace militando con la gente y
el ejercicio educativo se hace en espacios de conflicto social;
condiciones minimas recurrentes, en pro de la formación profesional
que necesite el modelo económico y sus 15 motores de desarrollo.

La ANC , sus voceros y voceras universitarios electos, deben iniciar
este debate y no dejarse doblegar por las voces agoreras del
miquelinismo y fuenmayorimos que persisten en el sector universitario,
cuyas concepciones y posturas es no permitir que la mayoría de
venezolanos y venezolanas accedan a la educación universitaria, por
tanto van hacer de todo para que se mantenga la gratuidad de la
educación hasta el Pregrado. Son enemigos reacios y declarados de la
masificación de la educación. Son los que argumentan que para elegir a
un rector no es necesario recurrir al voto popular, porque la
académia y proceso interno autonómico de las universidades, no lo
permiten. Por ende las funciones de los llamados "profesores" ó
"docentes", deben reducirse a clases en un aula, investigaciones de
laboratorios y cumplir con la extensión. Este último aspecto, se
"parece igualito" a lo que llaman SERVICIO COMUNITARIO que hacen los
y las estudiantes como requisito para optar a grado académico, un
absurdo total. Pero, que está concebido en la vieja y anquilosada
estructura del poder y conocimiento que se genera en la universidad,
donde el asistencialismo se convalidó con estas acciones y justificó
la incompatibilidad de la universidad y la sociedad; universidades
actuando alejadas de la realidad social, funcionando como centros
operativos y poder para desarrollar una ciencia al servicio del
Capital y fuera del alcance del pueblo.

En conclusión, toda la inversión que se hace en la producción del
conocimiento en el país, debe reorientarse, necesitamos que todo este
arsenal de saberes en desarrollo y por formarse en la universidad
venezolana de hoy, tienen que estar al servicio y alcance de todos,
específicamente a la disposición del nuevo modelo económico del país.
Tarea básica de la ANC.

Punto de orden y que deben ser prioridad para inicia esta discusión,
es urgente eliminar o volver polvo cósmico a la absurda división y
trato que existe en la administración de la política educativa del
sector universitario. Eso de seguir manteniendo Instituciones de
Educación universitaria de primera y de segunda, bajo las denominadas
universidades autónomas,experimentales, politécnicas y Colegios
universitarios, debe cambiar a un solo concepto. Debe ser un elemento
integrantes y estructurante del Subsistema de Educación Universitaria;
diversidad de acciones donde prevalezca los aportes reales y
producción del talento humano a favor del modelo de vida que propone
la revolución bolivariana.

Otro aspecto, balurdo por demás, es la definición de universidades
publicas y privadas, esto es erróneo, la educación es una sola y es
pública. Que el Estado le otorgue concesiones a personas jurídicas
para que coadyuven en la formación profesional en función de lo que
necesita el país, eso es otra cosa, pero, la educación es un servicio
público, deber social y derecho humano, por lo tanto hay un solo tipo
de educación y es de carácter público y popular.

Y como centro neurálgico para el debate propuesto y concreción de la
política educativa universitaria bolivariana es lo referido a la
ACADEMIA; ámbito de estudio diverso, de investigación y enseñanza
múltiple, espacio al que debemos redefinirlo y contextua izarlo. Los
escenarios internacionales, nacionales, regionales, municipales y
locales, requieren que este puntal institucional propio de la
universalización del conocimiento se adapte a las dinámicas que impone
la humanidad de hoy. Numerosas experiencias tenemos en el mundo y
Venezuela es puntal en eso, su carácter bolivariano apostando a la
pertinencia y calidad, como parámetros y criterios de la educación es
un aporte y novedad. Hacer que se fusione estos dos conceptos en la
nueva academia que debe desarrollarse en las comunidades
universitarias, es un verdadero desafío. Venezuela lo intenta y hoy as
que nunca avanza en este sentido y profundiza en la comunalización de
la academia ante un mundo que propone la universidad globalizada. Es
un debate, pero, debemos empezarlo ya.

La realidad de lo que hemos hecho en revolución en materia de
educación, así no los exige, la superación del modelo universitario y
su redimensión es urgente, la municipalización es el camino correcto,
lo iniciado con Hugo Chávez debe continuar e inyectarsele todo el
esfuerzo y recursos que tengamos, sino , lo hacemos la patria os
condenara, la situación lo demanda, regresemos a la atención
municipalizada y rehacer la política pública de la educación
universitaria hacia este camino. La masificación de la educación es el
porvenir de los pueblos, sobretodo en su búsqueda de la redención
humana. Es lo que marca la pauta para lograr el país potencia que
soñó Hugo Chávez. Constituye la formación del talento humano idóneo
que necesita la república para vivir en paz y sobretodo produciendo,
perfeccionando la técnica, desarrollando la ciencia con sentido
popular y ampliando las posibilidades de nuevos campos de trabajo;
cubrir el territorio de hombres y mujeres que permanentemente este
estudiando e investigando no es un mal necesario, todo lo contrario,
es el bienestar del pueblo, ese que sale a votar cada vez que el
Chavismo se activa.



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Angel Tiodardo


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