El papel de la petromoneda en la dinámica del sistema monetario internacional

En el debate nacional sobre la economía sigue la expectativa de cómo funcionará el "Petro" o la "Petromoneda", aquella idea lanzada por Hugo Chávez Frías, el 30 de marzo de 2009, en la II Cumbre de América del Sur y Países Árabes, donde insistía que se fundamente sobre todo en las riquezas de petróleo que tienen algunos países del mundo.

Esta propuesta revolucionaria en el mundo financiero de inicios del siglo XXI, se presentó como contrapartida a la hegemonía del dólar en el sistema comercio-petrolero internacional, donde prácticamente las exportaciones de la mercancía más vendida a escala planetaria, el petróleo, está anclada al pago en dólares por acuerdo de las grandes potencias y sus compañías petroleras transnacionales.

En ese contexto, el presidente Hugo Chávez hizo alusión al patrón dólar-oro, que era de aplicación mundial desde los acuerdos de la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas celebrada en julio de 1944, en plena 2da Guerra Mundial, mejor conocida como los Acuerdos firmados por 44 países en Bretton Woods, Estados Unidos, donde se aprobaron una serie de resoluciones, entre ellas, las que obligaban a los países a tener que respaldar con oro cualquier emisión de dinero en sus economía.

EN BRETTON WOODS EL PLAN KEYNES SALIÓ DERROTADO POR LOS INTERESES DE EE.UU.

En esa serie de conferencias, se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados del mundo. La visión política-ideológica y económica de esas conferencias buscaban imponer un Nuevo Orden Mundial basado en la apertura de las economías, la implantación del librecambismo, poner fin al proteccionismo estatal dominante en el período 1914-1945, y una nueva era en la política exterior regida por los intereses de Estados Unidos, quien se erigiría como el gran ganador de la Segunda Guerra Mundial.

Al final de la guerra, Estados Unidos poseía el 80% de las reservas mundiales de oro, tenía una capacidad industrial y comercial instalada lista para ayudar a reconstruir la Europa devastada. No obstante, previo a los debates de Bretton Woods, se discutieron dos opciones económicas para la reconstrucción y estabilización monetaria internacional: una presentada por Harry Dexter White en nombre de Estados Unidos y otra por John Maynard Keynes en representación del Reino Unido.

El plan Keynes buscaba una estrategia democrática, amplia y más participativa para las economías industrializadas, que se apoyaba en la creación de un órgano internacional de compensación, el International Clearing Union (ICU), con la finalidad de crear y emitir una moneda internacional (Bancor), referenciada en las divisas más fuertes y canjeables en monedas locales por medio de un cambio fijo. Asimismo, obligaría a los países con excedentes monetarios a financiar a los países deficitarios, vía una transferencia de sus excedentes, que estimularía la demanda mundial y evitaría la deflación, beneficiando a todos los países.

La propuesta británica obligaba a los países acreedores y a los deudores a mantener una balanza comercial equilibrada y, en caso de incumplimiento, debían pagar intereses sobre la diferencia. Por tanto, dependía de los gobiernos aplicar las medidas necesarias para mantener una cuenta equilibrada (en cero). Como vemos, era un plan que no podía ser vulnerado por los intereses comerciales más poderosos ni los países podrían distorsionar sus balanzas comerciales. Los déficits comerciales de un país serían inmediatamente cubiertos por el resto, manteniendo un equilibrio global.

No obstante, como al final de la guerra Estado Unidos poseía el 80 % de las reservas mundiales de oro, era el principal acreedor del mundo destruido y no quería estar obligado a gastar su superávit comercial en los países deudores, el plan de Keynes no convenía a sus intereses. Es por eso, que aprovechando su mayor influencia política y la situación vulnerable de sus aliados europeos, entre ellos los británicos, necesitados de créditos estadounidenses para superar la guerra, presionó diplomáticamente para que el plan de Keynes fuera rechazado.

De esa forma, sacando provecho de su condición, Estados Unidos alcanzó liderar las conferencias y, de los Acuerdos de Bretton Woods, alcanzaron determinar cuotas de poder económico y político en los órganos deliberantes que se crearían en el diseño del Nuevo Orden Económico Internacional. En fin, crearon las condiciones para garantizar su hegemonía económica (productiva, comercial y financiera), energética, tecnológica y militar en el futuro.

Cabe destacar, que los países del bloque comunista, conducido por la Unión Soviética, participaron en la conferencia, pero no ratificaron los acuerdos. China, dirigida por el líder nacionalista Chiang Kai-shek, también participó y aprobó los acuerdos en un contexto de una guerra civil interna iniciada desde 1927, que terminaría el 1 de octubre de 1949, tras el triunfo de la Revolución comunista de Mao Zedong, que inmediatamente declararía su retiro de los acuerdos de Bretton Woods.

De Bretton Woods se decidió el patrón dólar-oro, la creación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, usando el dólar como moneda de referencia internacional.

Según esos acuerdos, a partir de 1944, los bancos centrales de otros países podían entregar sus reservas de divisas en dólares y recibir de la Reserva Federal oro a cambio, y viceversa. Entre las condiciones se establecía, que cada 35 dólares emitidos por Estados Unidos, tenían que estar respaldados por 1 onza de oro. Ese era el tipo de cambio fijo oficial que tuvo la onza de oro desde 1944 hasta 1971.

CUANDO NIXÓN ROMPE LAS REGLAS DE JUEGO POR LOS INTERESES COYUNTURALES DE EE.UU.

En el año 1971, sería el mismo gobierno estadounidense, durante de la gestión de Richard Nixón, cuya economía estadounidense presentaba uno de los mayores déficit comerciales del siglo XX, quien rompería oficialmente con el patrón monetario del dólar-oro acordado en Bretton Woods.

Cabe señalar, que durante la Guerra de Vietnam, aquel conflicto bélico librado por Estados Unidos y sus aliados entre 1955 y 1975, para impedir la reunificación de Vietnam bajo un gobierno comunista; de donde, por cierto, salió derrotado el ejército yanqui, ellos imprimían y enviaban al exterior miles de millones de dólares para financiar esa guerra. Dinero que no contaba con respaldo en oro como se había acordado en Bretton Woods.

De allí la ilegalidad e irrespeto de Estados Unidos a los acuerdos que ellos mismos habían puesto a firmar el resto de sus aliados en 1944.

Entre los argumentos presentados por Nixón en rueda de prensa televisada el 15 de agosto de 1971, decía que para proteger la economía de los ataques externos o guerra total que estaban librando los especuladores contra el dólar americano, ordenaba al Secretario del Tesoro que adopte las medidas necesarias para defenderlo, y una estrategia sería "suspender temporalmente la convertibilidad del dólar en oro u otros activos de reserva, excepto en las cantidades y condiciones que se determine en aras de la estabilidad monetaria y en el mejor interés de los Estados Unidos".

A partir de allí, el mundo operaría bajo un sistema monetario llamado fiat, basado en el poder libre que tienen los gobiernos de emitir dinero; siendo las leyes nacionales las que imponen que las monedas (divisas para el resto del mundo) que emiten los gobiernos sean dinero. Es así como el dólar, el euro, el yuan, la libra, el rublo, etc., son todas divisas fiat de los gobiernos. Asimismo, el sistema financiero comenzaría a funcionar mediante el dinero fiduciario (inorgánico), que es aquel que no está respaldado en el valor de metales preciosos sino en la confianza de la gente que cree que ese dinero tiene valor.

Estos mecanismos se unirían a los mecanismos propios, tradicionales, que tienen los bancos de crear dinero haciendo préstamos respaldados en activos físicos (por ejemplo: inmuebles).

De esas formas, Estados Unidos comenzaría a inundar el mundo de dólares sin respaldo en riqueza material o física, sin tener valor real de respaldo más allá de la fe de la sociedad mundial por poseerlos; y endeudando a muchos países por medio del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que financia en dólares.

La fe que tiene el resto del mundo por el dólar, ha sido alcanzada en los últimos años gracias a la capacidad de producción, expansión tecnológica y comercial de Estados Unidos y sus compañías transnacionales. Mucha gente quiere consumir mercancías "made en usa", indistintamente sean producidas fuera del territorio norteamericano. Mercancías que son vendidas y cobradas en dólares. Incluso, el petróleo, la mercancía más vendida del mundo, se comercializa en dólares. No es casual que el 65% de las reservas internacionales del mundo están conformadas por dólares americanos. Esa es la realidad del mundo global. Es por eso, que los Estados Unidos imponen las reglas de juego.

Cabe señalar, que en el año 2011, Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, repitió por la cadena NBC, lo mismo que diría el Secretario del Tesoro de Nixón, John Conally, en 1971: que era imposible Estados Unidos cayera en default, debido a "era capaz de pagar cualquier deuda que tuviera, porque siempre podrá imprimir el dinero que todos quieren: el dólar".

EL "PETRO" POSIBLE SOLUCIÓN PARA CONTRARRESTAR LOS ATAQUES DE EE.UU. A LA ECONOMÍA VENEZOLANA

En ese contexto histórico-económico, nos venimos a la realidad venezolana, y nos encontramos que nuestro país está sufriendo uno de los mayores y terribles ataques contra nuestra moneda nacional, el bolívar, promovida por el gobierno de Estados Unidos, que se "aprovecha" de las ventajas que ellos tienen dentro del Sistema Financiero Internacional.

Como se ha descrito arriba, es un sistema donde las leyes que imperan son las que ellos hicieron e impusieron al resto del mundo. Donde cada dólar que se transa a nivel global debe pasar primero (intermediación) por las instituciones financieras o bancarias que ellos controlan y además cobran comisiones. Donde cada transacción comercial con dólares responde a las leyes estadounidenses y a las decisiones unilaterales del gobierno de turno en la Casa Blanca. Donde la revolución bolivariana ha estado a expensas de los intereses geopolíticos y transnacionales detrás de los gobiernos de George Bush (hijo), Barack Obama y ahora de Donald Trump, que han puesto de rodilla a la sociedad venezolana cada vez que su población decide democráticamente la continuidad de la revolución bolivariana.

En ese sentido, los venezolanos (chavistas y opositores) hemos padecido las consecuencias de las últimas estrategias del Imperio del Norte, entre ellas un bloqueo financiero y diplomático, la promoción de calificaciones mediáticas y económicas de que somos un país riesgoso, el desarrollo e impulso de un arma estratégica para la especulación cambiaria y empobrecimiento social como lo es Dolartoday, que hace el valor del bolívar que cada día compre menos, gracias a la inflación que ellos inducen.

Es por eso que el presidente Maduro ha retomado una de las grandes ideas revolucionarias de Hugo Chávez, la creación de la Petromoneda para proteger soberanamente nuestra economía de los ataques externos provenientes desde el Imperio del Norte. Una propuesta viable en el marco del mundo de las criptomonedas o dinero virtual, que tiene sus bondades como medio de intercambio y de pago, porque garantiza independencia, seguridad y fortaleza a la moneda en curso en el mundo virtual.

ESCENARIOS PARA EL ÉXITO DEL PETRO

En ese sentido, el "petro" surge como UNA PROPUESTA QUE PODRÍA SER EXITOSA, si y sólo si, se cumplen con las siguientes premisas:

  1. Está soportada por activos tangibles como las reservas certificadas de petróleo, gas oro, diamantes u otras riquezas minerales exquisitas de nuestras tierras.

  2. Se utiliza un medio de pago independiente del Sistema Financiero Internacional dominado por EE.UU., avanzado tecnológicamente, confiable, seguro y rápido como el de las criptomonedas. Donde los clientes de Pdvsa paguen el petróleo con criptomonedas previamente adquiridas y pagadas con divisas al Estado venezolano.

  3. Si es bien aplicado y soportada por la capacidad productiva nacional, único mecanismo que permite generar fe entre sus futuros tenedores. Por tanto, el "petro" tendrá éxito, si lo acompaña la reactivación de la producción y el comercio petrolero, minero, agrícola, turístico y manufacturero nacional.

  4. Si se vincula directamente en la dinámica diaria de las relaciones del ciudadano con el Estado por medio del gobierno electrónico, apreciando tanto el valor de uso como el valor de cambio de esta moneda digital. En ese sentido, sería apropiado diseñar mecanismos para masificar el uso del "petro" a nivel nacional, esencialmente, vinculados a la reactivación del aparato productivo nacional, y no para estimular el gasto en consumo final, subvenciones o bonificaciones estatales.

  5. Si el proceso de "minado" es controlado por el Estado venezolano, por tanto, los servicios de los mineros serán contratados y remunerados por el Gobierno.

  6. Si se elabora una legislación que garantice la transparencia de los recursos que se transen por medio del "petro", para evitar que los dineros provengan de medios ilícitos como el narcotráfico, el contrabando o la corrupción.

Como vemos, siendo la confianza el principio fundamental que soporta tanto el dinero fiat y a las criptomonedas actuales, deben generarse las condiciones para que el "petro" motive a la sociedad nacional y mundial a poseerlos para el uso cotidiano como billetera digital, como como reserva de valor, unidad de cambio, para ahorro, inversión o para colección.



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Andrés Giussepe

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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