A falta de pocos días para concluir el año los cohetones estallan. Resuenan con destellos claros en cielos oscuros despejados. Pudieron ser lanzados por extremistas maricorinistas en señal el gringo puso en movimiento, a su antojo nuevamente, el portaviones Gerard Ford en aguas del Mar Caribe, con interceptación y robo de un carguero de petróleo procedente de las costas venezolanas rumbo a Irán. O tal vez ese mismo sector se siente triunfalista con Maricori por haber llegado a Oslo sin ningún rasguño ni nada de resfriado solo para fotografiarse con quienes son sus pares noruegos y socios pro imperiales latinoamericanos en esta nueva obra bufa de las élites occidentales.
Hasta ahora lo más llamativo, si sacamos cuentas, es que Nicolás Maduro sigue en la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, y todo gracias, especialmente, a la unión cívico-militar-policial del país. Con ello el Primer Mandatario mantiene la cordura asomando temple, digan lo que digan los enemigos de la patria y los tarifados de las redes sociales con toda su carga de odio y malas intenciones inventándose contenidos casi a diario. Derivado de estos últimos aspectos no creemos sean la causa de tales fuegos artificiales.
Para nada. Mientras el afán del gringo es controlar los recursos energéticos del mundo para alargar la vida del imperialismo actual -dícese el yanqui- por medio de las armas y la industria cinematográfica existe el contrapeso que prefiere luchar por una justa distribución de las riquezas en el planeta, la paz y la armonía. Venezuela forma parte de esa geoestrategia que aspira avanzar hacia la consolidación no solamente con su industria del petróleo y la petroquímica sino en otros renglones importantes de su economía: la agricultura, la pesca, el turismo, la ciencia, la tecnología, entre otros. De ahí su contribución hacia la región y el mundo, pues toca desde ya levantarse con miras a transitar sostenidamente los próximos años ya con una nación endemoniada lanzada a la piratería en alta mar. Acá el propósito por parte de los venezolanos es tácito: prevalecer la vida de todos en la Tierra.
Simultáneamente a este hecho del asalto al petrolero con más de un millón de barriles de crudo pagado al Estado venezolano llegaba el momento de la entrega del Nobel de la Paz 2025, cargado éste de más dolor, penas, traición, soberbia, acompañado de sangre, lágrimas, sacrificios, que no terminan por quebrar al pueblo venezolano, tratándose de una persona que ha buscado el apoyo de la nación más transgresora del planeta y la humanidad en por lo menos, los últimos 70 años, para que invada y arremeta contra su propio país. No solamente lo pide sino que se arrastra con la infame petición sin importar las consecuencias que, como le ocurriese a Cuba ayer, hoy a Colombia, Panamá, países hermanos libertados por la espada de Bolívar del imperio español, tienen dentro de sus fronteras bases militares yanquis las cuales operan con determinado control en el territorio.
Es el momento justo para señalar el desprestigio con que el Comité Noruego del Nobel de la Paz volvió a cometer la grotesca elección y entrega de un premio que hace años arrancaba admiración y respeto. Con esto la hipocresía se expandió hasta los mismos seguidores de la Maricori. Eso de ser defensora de la Paz se lo podrá creer la mamá, hermana e hija de esa señora violenta y mitómana que, a la fecha del 10 de diciembre, pensaba Caracas estaría tomada por marines, siendo ése un acto espontáneo de puro amor llegado del ejército gringo hasta darse el cambio de gobierno rumbo a la libertad plena. De igual modo es risible la llegada de Edmundo González a Oslo para, además de figurar en la ceremonia, llevarse su dinerito y brindar como los palotes en Madrid, donde si hay lugares de consumo para gastar.
Como dijimos al inicio, estallan cohetones, pero estos iluminan más fuerte por el alerta de pitos, protestas, rechazo pleno de no reconocer un premio que fue preparado para justificar una invasión que a la fecha no se ha dado y busca seguir siendo promovida. Es la razón de ciudadanos universales, humanistas, creadores, artistas, intelectuales a través de su voz, canto, escritos, pronunciamientos señalando la gran tramoya urdida para dar el zarpazo a Venezuela en nombre de una falsa democracia alentada siempre por las élites de occidente.
Ahora Entérate…
Jueces_de_paz@activos.com.- Se cumple el primer año de la elección numerosa de jueces de paz en Venezuela. Un hecho importante que garantiza el cumplimiento de la justicia de paz en los circuitos comunales conformados en el país. Un acierto en tiempos de contumaz violencia generada por sectores contrarios al Gobierno Central. Con ellos en funciones, se ha podido contrarrestar los focos fascistas y cuantos generadores de odio surja entre venezolanos.
Con la ley de 2012 en noviembre del año pasado se dio una reforma, que actualiza la normativa sobre su organización y funcionamiento, por tanto, no se trata de una figura legal completamente nueva, era un representante del sistema judicial del país que se esperaba y llegó. Hoy sabemos lo mucho que han ayudado y cuánto más pueden hacer. ***Hasta la próxima***
