Impunidad, hipocresía y manipulación de U.S.A. en el tema de la "guerra contra las drogas"

Publicado en Misión Verdad, el 28/08/2025

U.S.A. tiene el propio Cártel Narco-militar en Fort Bragg

William "Billy" Lavigne y Mark Leshikar, veteranos amigos militares, un fin de semana de alcohol, drogas y armas de fuego, derivo en pelea que escaló a tragedia e involucró a menores de edad en medio de todo. Desde allí enfoca Seth Harp la crisis moral que ronda a Fort Bragg, instalación militar en la que se forman Fuerzas Especiales yanquis en Carolina del Norte.

Durante décadas U.S.A. ha construido la narrativa hegemónica en torno a la "guerra contra las drogas" y la "lucha contra el terrorismo" con el objetivo de presentarse como garante para salvar el mundo del caos, de la inseguridad y del crimen organizado. Sin embargo, una mirada profunda a sus propias estructuras militares y judiciales revela que, lejos de erradicar el narcotráfico, estas guerras han acelerado su integración en el corazón del aparato de seguridad gringa y han generado crisis de adicciones, criminalidad e impunidad que es sistemáticamente ocultada.

Fort Bragg, es epicentro de impunidad y adicción militar

La base militar de Fort Bragg, en Carolina del Norte - U.S.A., es el símbolo de la crisis interna que vive el país del Tío Sam respecto al tema de las drogas. La investigación recientemente publicada por el periodista Seth Harp en "El cártel de Fort Bragg", señala que esta base militar, hogar de unidades de élite como la Fuerza Delta y los Boinas Verdes, se convirtió en el centro de la red criminal que operaba con impunidad absoluta. Vean estas alarmantes estadísticas:

· Entre los años 2020 y 2021 hubo 109 muertes en Fort Bragg, de las cuales solo 4 ocurrieron en combate. El resto fueron suicidios, sobredosis y homicidios.

· La tasa de suicidios en la base militar Fort Bragg es de 40% por cada 100.000 militares, el triple del promedio nacional (13,5% por cada 100.000).

· El Pentágono de U.S.A., señala que la tasa de sobredosis mortales en Fort Bragg fue de 36 por cada 100.000 soldados, superior al promedio nacional de 28 por cada 100.000.

· El informe del Pentágono de U.S.A., indica que entre el 01/01/2017 y 30/09/2022, 15.293 militares en servicio activo sufrieron sobredosis de drogas, 322 de ellas murieron. "El número de muertes por sobredosis relacionadas con el fentanilo se ha duplicado en los últimos 5 años".

· En el año 2023, la base militar de Fort Bragg, registró 142 sobredosis, 300% más que en el año 2020.

· Esta epidemia tiene su raíz en las guerras globales. El alto ritmo operativo de unidades como la Fuerza Delta en Irak y Afganistán }que llegaron a realizar 10 redadas nocturnas- generó trauma generalizado. Para soportar la carga, los médicos del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC) distribuían anfetaminas, como Dexedrina y Adderall, para combatir el agotamiento; también opioides como Tramadol y Benzodiazepinas como Xanax para la ansiedad y el dolor. Esta "cocina farmacéutica" normalizó el consumo de sustancias y facilitó el paso a drogas ilegales como cocaína, heroína y éxtasis.

La cultura de impunidad permitió que esta adicción derivara en crimen. Caso emblemático es del sargento mayor William "Billy" Lavigne, de la Fuerza Delta, era adicto y traficante que vendía metanfetaminas y cocaína desde la base militar Fort Bragg. El 13/03/2018, asesinó a su compañero der armas Mark Leshikar, otro miembro de la unidad, tras un fin de semana de consumo intensivo de drogas. A pesar de que la evidencia forense contradecía su versión de legítima defensa, nunca fue procesado. La inteligencia militar y la fiscalía cerraron el caso rápidamente, manipulando incluso el testimonio de una niña de 6 años.

William "Billy" Lavigne era solo un eslabón de la red mucho mayor, liderada por Freddie Wayne Huff, ex agente estatal con conexiones con el cártel de Los Zetas, y Timothy Dumas, soldado activo que manipulaba los inventarios de armas en la base militar Fort Bragg, la organización importaba cocaína desde México y "miles de kilos de cocaína" distribuía dentro y fuera de la base militar utilizando técnicas de ocultamiento avanzadas.

La red también traficaba con armas robadas de las armerías, que luego eran vendidas en el mercado negro, incluso a grupos vinculados con el crimen organizado como los Bloods y los Crips. Este patrón de impunidad revela que, mientras los civiles son criminalizados, los soldados de élite son protegidos.

Maquinaria de encubrimiento judicial y manipulación mediática

El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), registra que el 11% de los militares activos gringos, reporta uso de drogas ilegales, cifra que aumenta a 25% entre los veteranos de Irak y Afganistán. Antes que abordar la crisis de manera integral, el ejército ha optado por despedir a soldados adictos sin ofrecer tratamiento, por lo que ha sido demandado en varias ocasiones.

El sistema judicial yanqui y los medios de comunicación gringos han jugado papel crucial en ocultar esta crisis. Los casos que involucraban a miembros de unidades de élite eran sistemáticamente desviados a tribunales militares opacos, donde la impunidad estaba garantizada.

El libro "El cártel de Fort Bragg", escrito por el periodista gringo Seth Harp, fue publicado el pasado 12/08/2025, y detalla el emblemático caso de Cristóbal López Vallejo, acusado de violar a la teniente Erin Scanlon el 11//09/2016. Tras presión institucional masiva, los registros judiciales fueron expurgados y el caso fue trasladado a un tribunal militar en Fort Bragg. El juicio, compuesto por 10 oficiales superiores, todos vinculados con el mando de Operaciones Especiales (USASOC), desestimó los cargos a pesar del testimonio de la víctima. Las grabaciones del juicio fueron destruidas por USASOC, lo que impidió cualquier revisión transparente. Por su parte, la DEA ha falseado datos sobre el origen de la heroína en U.S.A., atribuyéndola a México ("Mexican White") a pesar de que las muestras coinciden con el perfil afgano. En 2017, mientras Afganistán producía 80% de la heroína global, la DEA endilgaba toda la responsabilidad a cárteles mexicanos.

Los medios han actuado como eco de la narrativa oficial

En lugar de investigar el problema de fondo, canales como "New York Times" y "Associated Press" difundieron teorías que atribuían los crímenes y comportamientos violentos al Lariam, medicina antipalúdico, lo que desvió la atención del consumo generalizado de drogas y la cultura tóxica dentro de las Fuerzas Especiales gringas.

https://www.nytimes.com/2013/07/30/business/fda-strengthens-warnings-on-lariam-anti-malaria-drug.html

F.D.A. Strengthens Warnings on Lariam, an Anti-Malaria Drug (Published 2...

The Food and Drug Administration said an anti-malaria drug, known as Lariam, must update its warning label to sh...

La manipulación se extendió hasta la cúspide del poder

El Dr. Ronny Jackson, alias: "Candy Man", médico personal del presidente Donald Trump, distribuía estimulantes y ansiolíticos sin control en la Casa Blanca de Washington, y su nombramiento, a pesar de las acusaciones de malversación y prescripción indebida, envió el claro mensaje de tolerancia institucional hacia el abuso de las drogas.

La contradicción entre la retórica de la Casa Blanca de Washington y la realidad de la base militar Fort Bragg es el producto del sistema que prioriza el poder y el control sobre la vida y la justicia. Las guerras globales contra el terrorismo y las drogas han servido para:

· Militarizar regiones enteras.

· Desestabilizar países.

· Abrir mercados para el capital extractivista.

Mientras tanto, internamente en U.S.A., han dado pie a una generación de soldados traumatizados, adictos y abandonados por el mismo sistema que juraron servir.

En fin, la red criminal de la base militar Fort Bragg en Carolina del Norte - U.S.A. opera porque el Estado gringo lo permite a través de sus aparatos judicial, militar y mediático. Es la manifestación más clara de que la "guerra contra las drogas" nunca fue para erradicar el narcotráfico sino herramienta para gestionarlo, controlarlo y, sobre todo, ocultar su hipocresia y profunda complicidad con esta industria global.



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Freddy Añez

Jubilado de PDVSA. Anti imperialista. Licenciado en Administración Comercial UCV - 1975

 anez45@yahoo.com

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