El caso está "engavetado" en la Fiscalía

Familiares aseguran que Kalinina Ortega conocía a sus asesinos

Este 26 de febrero se cumple un año desde que fueron encontrados los restos óseos de la periodista Kalinina Ortega, quien fue asesinada en su propia casa por personas que, según los familiares, ella conocía. Un femicidio que continúa impune.

El caso ha sido "engavetado" en la Fiscalía, según afirmó su hermana menor, Nadeztha Ortega, quien de nuevo denunció que el fiscal Regino Cova, designado por Tarek William Saab para la investigación, "no ha hecho nada en un año y ni siquiera nos recibe".

Nadeztha, Karelia e Igor Ortega, los tres hermanos que sobreviven a la comunicadora social asesinada, manifestaron este viernes su frustración ante la inacción e indiferencia de Cova quien "ni siquiera se ha reunido con los funcionarios de la División de Homicidios del CICPC para orientar las investigaciones".

Una muerte violenta

La voz de Karelia se quiebra cuando recuerda el informe forense sobre la muerte de su hermana. A Kalinina, quien era una mujer menuda, de 1,53 cms. de estatura y complexión delgada, la asesinaron a golpes, con mucha saña, y le destrozaron el cráneo causándole otras heridas que le ocasionaron hemorragias. Solo imaginar el martirio de su hermana en esas horas terribles atormentan a la familia que, además, vivió en completa incertidumbre desde que la dieron por desaparecida en octubre de 2016. Después de consumar el crimen, los asesinos cavaron una fosa en el patio trasero de la vivienda ubicada en San Bernardino, y allí la enterraron, cubriendo el cuerpo con sacos de café en grano para "disimular" olores. También mataron a uno de los perros de la periodista y lo colocaron en la misma fosa, cerca de una mata de aguacate que después tumbaron. De igual modo derribaron un muro cercano y los ladrillos los usaron para tapar el lugar donde antes vivieron los morrocoyes de Kalinina. Todos sus animales, el loro, los gatos y los perros que ella crió, desaparecieron.

Revivir todo esto es doloroso para la familia, pero lo creen necesario para sensibilizar a la opinión pública, especialmente al Fiscal General de la República, Tarek William Saab, quien denota interés, a veces, por casos como este.

La familia está segura de que a Kalinina la mataron la noche del 20 de septiembre de 2016, pues la ropa que tenía su cadáver cuando localizaron los restos, se corresponde con la que se puso en casa de Karelia ese día, de paso la última vez que la vieron con vida. La abogada Gerxy Dávila, supuesta amiga de la periodista, denunció su desaparición nueve días después, el 4 de octubre. Igor Ortega recuerda que a él le avisó un sujeto de apellido Padua, quien aparece como firmante en documentos de la Fundación creada por la periodista, FUNKALOR, y además amigo de Dávila. De inmediato se trasladó a la casa de Kalinina y al tratar de abrir la puerta con los duplicados que poseía se encontró con que la cerradura había sido cambiada por la abogada. Una decisión que cuestionaron pues ella no tenía ningún derecho sobre ese inmueble. Tuvieron que ir a la casa de Dávila a buscar la llave y cuando por fin entraron a la residencia de Kalinina notaron la ausencia de sus mascotas, de un diván que ocupaba parte de la sala y de su computadora personal. Cuando preguntaron a Dávila qué había pasado allí, ella solo se refirió al mueble y respondió que lo botaron porque los animales lo habían ensuciado. Igor relata que él pidió al CICPC buscar en la casa con perros sabuesos pero las autoridades no lo creyeron necesario. Por su parte Karelia cuenta que ella revisó en la nevera y encontró la comida para las mascotas que le había dado a Kalinina el 20 de septiembre.

Los hermanos de Ortega hicieron, en vano, múltiples diligencias, más de 40, ante el CICPC en la División de Personas Extraviadas. Cuando el 26 de febrero de 2022 descubrieron la osamenta y establecieron que era de Kalinina Ortega, el caso pasó a la División de Homicidios y fue designado el Fiscal Cova quien hace casi un año no recibe a los familiares. También han pedido audiencia a Saab, pero sin resultados.

Es un caso que tampoco ha despertado el interés de los medios de comunicación, ni de los movimientos feministas ya que se trata de violencia de género y femicidio, por lo cual ha pasado desapercibido. Sin embargo, la familia no pierde la esperanza de que, al menos, "la justicia divina" castigue a los responsables del horrendo crimen.

Desde este espacio seguiremos insistiendo y pidiendo #JusticiaParaKalinina.



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Luisana Colomine

Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.

 @LuisanaC16

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