Rastros del Tiempo (CXLVIII)

Los villancicos Venezolanos

Los villancicos en Venezuela son una parte esencial de la celebración navideña, fusionando influencias europeas y africanas, con el folclore local, para crear melodías únicas y llenas de tradición. Estas canciones, a menudo interpretadas con instrumentos como el cuatro, las maracas, el furruco, la charrasca y la tambora, giran principalmente en torno al nacimiento de Jesús, pero también abarcan temas populares y festivos. Aunque los términos "villancicos" y "aguinaldos", regularmente se usan indistintamente; los villancicos suelen tener un carácter más religioso, mientras que los aguinaldos están más asociados con las parrandas navideñas y letras populares.

Entre los villancicos y aguinaldos más populares y queridos en Venezuela se encuentra "El Burrito Sabanero", compuesto por Hugo Blanco Manzo en 1972, conocido por su ritmo alegre y su letra que  narra el viaje de un niño en su burrito, que va trotando por la sabana venezolana, camino a Belén  y popularizado por el Coro Infantil “La Rondallita”, en 1975, con la voz de Ricardo Cuenci, y que se ha convertido en un clásico navideño en todo el mundo, con versiones de artistas como Simón Díaz, Elvis Crespo y Juanes. https://youtu.be/WHrHV4VwvuA

Otros aguinaldos tradicionales incluyen "Corre Caballito", cuya letra fue recopilada por Iván Pérez Rossi, de autor anónimo, popularizado por Monseñor Constantino Maradei, quien fue organista y maestro de capilla, y la agrupación Serenata Guayanesa, cuyo arregló le correspondió a Jesús (Chuchito) Sanoja, compositor, arreglista y productor venezolano, popularizándose masivamente en los años 70 y 80, hasta convertirse en un ícono de la Navidad venezolana. 

Esta canción navideña narra la alegría de la llegada de Jesús, desde la perspectiva infantil, y se consolidó como un clásico decembrino, que evoca la candidez y la tradición guayanesa. No se conoce con certeza quién compuso la letra y música original. Se cree que es autóctono de la región guayanesa, en Venezuela, dado que fue transmitido por el obispo Constantino Maradei (1915-1992), oriundo del Estado Bolívar. Circuló inicialmente como una canción tradicional, transmitida de forma oral en la región de Guayana. Se considera un rescate cultural, por su letra llena de candor, que describe la visita al pesebre de María, José, los pastores y los Reyes Magos, invitando a la niñez a unirse a la celebración. "Corre Caballito" es un tesoro musical de autoría anónima que, gracias a figuras como Maradei y Serenata Guayanesa, se ha arraigado profundamente en la cultura navideña de Venezuela, representando la ternura y la fe de esta época festiva. https://youtu.be/_3KkbSY6NmE

Composiciones como "El Niño Criollo" es un icónico villancico navideño venezolano, creado en 1962, cuya música es de Luis Morales Bance, que compuso la melodía a los 16 años de edad, inspirándose en aguinaldos del siglo XIX, y recuerda su creación en casa de la pianista clásica, musicóloga y profesora, venezolana, fundadora del Museo del Teclado de Caracas en 1979, y la letra se le debe a Isabel Herrera de Umérez, arquitecta y compositora venezolana. Esta canción se destaca por sus estrofas octosílabas, poco comunes para la época en aguinaldos, formando una fusión de tradiciones, como una especie de mestizaje simbólico, en su contenido lírico, entre el folclore andino y llanero, de la cultura venezolana, que celebra la identidad nacional, convertido en un símbolo de la Navidad en Venezuela,.

Según las fuentes consultadas, El “Niño Criollo” surgió de un encuentro de músicos que buscaban revivir la tradición de aguinaldos antiguos, añadiendo un toque de identidad local, rápidamente se convirtió en un emblema navideño venezolano, interpretado en todas las regiones y, por distintas generaciones. Ha sido versionado por artistas nacionales como Oscar D'León, Serenata Guayanesa y Maracaibo 15, alcanzando gran éxito y consolidando su estatus. 

Su letra universaliza la imagen del Niño Jesús, imaginándolo como un niño venezolano, lo que lo hace cercano y perdurable en el tiempo, con apariciones en teatro, y otras manifestaciones culturales. Este canto navideño, es un ejemplo del aguinaldo venezolano, que combina elementos populares y religiosos, convirtiéndose en una pieza fundamental, en la música decembrina venezolana.  https://youtu.be/NMxkL5rsHPE

La tradición del villancico venezolano ha sido enriquecida por numerosos autores y compositores. Figuras como Ricardo Pérez, conocido por sus obras "Nació el Redentor" y "A Ti Te Cantamos", y Rogelio Ortiz, fueron fundamentales en la definición de los aguinaldos venezolanos. Hugo Blanco Manzo se destaca por la creación de "El Burrito Sabanero". Otro nombre importante es Juan Manuel "Manny" Delgado, un destacado músico, compositor y productor, miembro de la directiva de SACVEN, quien compuso aguinaldos emblemáticos como "Viejo Año" y "Son mis Deseos". Oswaldo Oropeza también contribuyó con aguinaldos como "El Niño Pobre". De igual manera, la labor de Vicente Emilio Sojo, fue crucial al rescatar y arreglar aguinaldos venezolanos, como el popular "Niño Lindo", interpretados por solistas, y coros como la Schola Cantorum de Venezuela, agrupación coral fundada en 1967 por Alberto Grau, que es un compositor y director.

El villancico venezolano trasciende la elemental canción, siendo un componente cohesionador, que une a la sociedad venezolana, durante las festividades navideñas. Su transmisión generacional y su constante evolución, reflejan su relevancia, en la construcción de la identidad nacional y regional, conocido principalmente como aguinaldo, es un género musical folklórico navideño que adapta el villancico español, a ritmos y temáticas locales, usando instrumentos como el cuatro, furro, maracas y tambora, con letras que celebran la Navidad criolla, con personajes y escenarios venezolanos, como "Niño Lindo" o la Virgen Andina. Se le llama aguinaldo en Venezuela, más que villancico, aunque ambos términos se usan para la música navideña.

Ahora de manera ligera, veamos las diferencias entre Villancicos y Aguinaldos en Venezuela, ya que los villancicos y aguinaldos, son géneros musicales inseparables de la Navidad, y aunque comparte un parecido, no son exactos; si bien regularmente se usan indistintamente en el habla cotidiana, las fuentes especializadas destacan diferencias claras, en su naturaleza temática y contexto cultural. Los villancicos son cantos predominantemente religiosos, centrados en la vida de Cristo, el nacimiento de Jesús y temas devocionales como la Natividad, que  surgieron de tradiciones españolas, del siglo XVI, traídas durante la Colonia, adaptadas al mestizaje local, con influencias indígenas y africanas. En cambio, los aguinaldos combinan lo religioso con elementos populares y profanos, como parrandas navideñas, amor, sátira o costumbres cotidianas, y están ligados y a las "misas de aguinaldo" y novenas con aceptación clerical, desde finales del siglo XIX.

Musicalmente, comparten instrumentación típica venezolana: cuatro, maracas, furruco, tambora y charrasca, con ritmos alegres y corales que fomentan la participación grupal. Sin embargo, los villancicos tienden a ser más formales y eclesiásticos (ej. "Noche de Paz" adaptada), mientras los aguinaldos son más dinámicos y festivos, ideales para parrandas puerta a puerta, evolucionando hacia subgéneros como gaitas zulianas. Ejemplos ilustran esto: "El Burrito Sabanero", evocando un viaje criollo con toques lúdicos, versus villancicos estrictos como "Adeste Fideles" (Acudid Fieles), un  villancico popular navideño del siglo XVIII, conocido en inglés como "O Come, All Ye Faithful", atribuido al compositor de himnos inglés, John Francis Wade, que se canta ampliamente en Navidad en iglesias católicas y protestantes, celebrando la Natividad de Jesús, con un llamado a los creyentes para que adoren al Rey divino nacido en Belén, destacando su humildad y amor. 

Desde el origen y la historia, se revela la fusión cultural, pues, villancicos y aguinaldo, ambos llegaron con la evangelización española, pero los aguinaldos se "venezolanizaron" en el siglo XIX, como expresión folclórica decembrina, transmitida oralmente, y enriquecida por compositores como Vicente Emilio Sojo y otros. Su trascendencia radica en unir generaciones, reforzando la identidad nacional durante novenas y fiestas, aunque hoy enfrentan desafíos ante la innovación cultural, que se ha venido experimentando en los últimos tiempos, debido a intromisión cultual foránea; sin embargo la tradición navideña en el seno familiar y religiosa aún resiste.

 


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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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