Al hablar de la historia, ya sea local regional o nacional, la cronología es el área científica fundamental que orienta los ciclos históricos, proporcionando el marco temporal necesario para comprender la secuencia de los eventos y sus relaciones causales, ya que permite organizar los acontecimientos en un orden lineal, facilitando el análisis de los procesos y la identificación de patrones y tendencias a lo largo del tiempo. En este sentido se entiende que el principio de los hechos históricos se encuentran relacionados entre sí, por lo tanto, al ordenarlos podremos comprender mejor su evolución.
Y en cuanto a la crónica comunitaria, por su parte, se entiende como un relato detallado de eventos y experiencias de una comunidad en un período cronológico determinado. A diferencia de la historia académica, que se centra en eventos de gran escala y personajes importantes, la crónica comunitaria se enfoca en la vida cotidiana de las personas y en los aspectos culturales, sociales y económicos que caracterizan a una comunidad en particular.
Ahora veamos cómo la relación entre la cronología y la crónica comunitaria se estrecha, ya que la cronología proporciona el marco temporal dentro del cual se desarrollan los eventos narrados en la crónica. El cronista, como autor de la crónica, desempeña un papel crucial en la selección y organización de los eventos, así como en la interpretación de su significado. El cronista no solo registra los hechos, sino que también los contextualiza y los relaciona con la vida cotidiana de la comunidad, creando un relato que refleja la identidad y la memoria colectiva de sus habitantes. La cronología es esencial para la comprensión de la historia, mientras que la crónica comunitaria ofrece una visión detallada y personalizada de la vida en una comunidad. El cronista como el autor de la crónica, juega un papel clave en la selección, organización e interpretación de los eventos.
Y, respecto a la investigación, es necesario considerar el estudio de la trascendencia directa, de la línea del tiempo, para desarrollar el relato histórico, ya que es una herramienta precisa para comprender la historia, en sus diferentes escalas: local, regional y nacional, proporcionando una estructura lineal que permite visualizar la secuencia de los eventos, identificar patrones y analizar las relaciones causales, que dan forma a la trayectoria de una sociedad, siendo útil la implementación de la Investigación Acción Participativa, sobre todo cuando nos proponemos construir relatos de historia comunitaria, donde estén presentes los habitantes de la comunidad, como actores fundamentales de protagonismo histórico comunitario.
La trascendencia lineal, se refiere a la capacidad para la divulgación y la enumeración de hechos, y ofrecer una comprensión profunda de los procesos históricos. Desde este punto, es que la Investigación Acción Participativa, nos permite desglosar y organizar la secuencia de eventos, cronológicamente, en las diferentes escalas históricas, facilitando la comprensión, el desarrollo y duración los eventos. Con esta herramienta se facilita la Identificación de patrones y tendencias a lo largo del tiempo, como son los ciclos económicos, los movimientos sociales y los cambios políticos, permitiendo el análisis de relaciones causales entre los eventos, identificando las causas y consecuencias de los acontecimientos históricos, y la comprensión de los mismos, como la formación de identidades nacionales, regionales y locales, la evolución de las instituciones políticas, el desarrollo socioeconómico y cultural, y la organización comunitaria, como elemento potencial para el desarrollo local.
Pero también es de vital importancia el estudio de la cronología, en la trascendencia directa en la línea del tiempo ya que radica en la capacidad para ir más allá de la simple enumeración de hechos, y ofrecer una comprensión profunda de los diferentes procesos, analizando la secuencia de eventos en una línea del tiempo, para identificar las transformaciones que han ocurrido en una sociedad, así como las continuidades y rupturas que marcan la trayectoria histórica.
De igual manera las escalas de análisis, en las historia locales lo que permite comprender la evolución de una comunidad específica, identificando los eventos y personajes que han influido en su desarrollo, como también en las historias regionales, facilitando el análisis de las relaciones entre diferentes comunidades y regiones, identificando los factores que han contribuido a su integración o diferenciación y la Historia nacional, que nos conlleva comprender la formación de la identidad nacional, la evolución de las instituciones políticas y el desarrollo socioeconómico del país.
Pues, la línea del tiempo es una herramienta esencial para comprender la historia en sus diferentes escalas, permitiendo organizar eventos, identificar patrones, analizar relaciones causales y comprender procesos históricos. Su trascendencia lineal radica en su capacidad para ir más allá de la simple enumeración de hechos y ofrecer una comprensión profunda de las transformaciones que han ocurrido en una sociedad a lo largo del tiempo.