Las razones por las cuales el agua que reciben los caraqueños se ve cada vez más turbia

Credito: CP

18-10-22.-Hace poco más de dos semanas el agua que llega a Parque Central es de color tierra. “Es bastante marrón”, subraya Daniel, uno de los afectados. A veces tienen servicio el miércoles o el jueves. A veces, solo fines de semana. No hay un cronograma claro. Y, ahora, la calidad se pone en entredicho para Daniel. También, en El Marqués. “El agua es chimba. La ponen solo lunes, martes y miércoles”, relata Felipe.

Carolina vive en Chacao. El agua que recibe es de un pozo profundo, y su calidad no ha variado. Justamente por el origen. En Sabana Grande, donde -según la película- “siempre es de día”, el sol muestra que en una jarra parece haber sedimentos.

“El agua en su condición natural, en el caso de Hidrocapital, proviene de embalses y su operación es clave para mejorar la calidad del agua”, explica el ingeniero Norberto Bausson, exvicepresidente de operaciones de la hidrológica capitalina. “Un ejemplo: el agua antes reposaba (sedimentos al fondo, contaminantes controlados biológicamente, utilización de compuertas adecuadamente) en el embalse La Mariposa una semana aproximadamente antes de pasar del embalse a la planta de tratamiento. Ahora el agua, como viene del río, llega a la planta de tratamiento. Esta planta no es capaz de tratarla adecuadamente, porque lo que entra es muy malo, es intratable, no hay manera de convertirla en potable”. Situación similar ocurre en el embalse La Pereza, y por ende, en la planta de tratamiento de La Guairita.

Un estudio del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, efectuado en mayo de este año, evidencia que para 61,9% de la población el servicio es regular, malo o muy malo. Más de 10% reporta que el líquido tiene residuos, problemas de olor y color. Para 59,4% de los caraqueños consultados el agua presenta algún color.

“La gente no confía en la calidad del agua por el sabor, el color, los sedimentos que se acumulan. Incluso, las aguas que compran pueden tener sedimentos”, subraya el doctor Huniades Urbina, vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina. El líquido debe ajustarse a un conjunto de normas internacionales, como cantidad de minerales, pH. Pero “si estamos consumiendo un agua que de entrada la vemos con sedimentos, con olor, con sabor” eso da cuenta de que no tiene la calidad requerida.

Al estado de los embalses y de las plantas de tratamiento se añaden otros factores. “Los operadores se han retirado y solo queda gente muy precaria; no hay sustancias químicas adecuadas para dosificar eficazmente, y tampoco laboratorio para hacer las pruebas constantes para tomar decisiones de cómo aplicar las sustancias químicas”.

Según resultados de la Encuesta Agua y Género, elaborada por Monitor Ciudad en mayo de este año, 62,5% de las consultadas considera que el agua que recibe no es potable: tiene olor, mal sabor y lodo.

Bausson lo resume así: “Tenemos embalses vacíos o eutróficos que no hacen su parte en el tratamiento; plantas de tratamiento con parte de los elementos o equipos fuera de servicio (como desarenadores, filtros, dosificadores de sustancia); personal no idóneo”. Todo eso hace “que te llegue a tu casa esa calidad que atenta contra tu salud y contra el acueducto”.

Un agua con bacterias “puede producir diarreas, lesiones en piel, dermatitis”, enumera Urbina. “Ese es el tipo de efectos a los que estamos expuestos”.

Como médico, recomienda hervir el agua entre tres y cinco minutos, y también, filtrarla. Sabe que no todo el mundo tiene el dinero para instalar filtros modernos, y por eso propone colarla y clorarla con tabletas especiales. Así, “para que más o menos tenga una calidad aceptable”.


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CP (https://contrapunto.com/nacional/agua/las-razones-por-las-cuales-el-agua-que-reciben-los-caraquenos-se-ve-cada-vez-mas-turbia/)



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