Luego de rendir indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia de Colombia, Álvaro Uribe, actual senador y expresidente del país, ha sido vinculado de manera formal al proceso abierto en su contra por presunto fraude procesal y manipulación de testigos.
Tras la comparecencia de siete horas, el máximo tribunal ha encontrado elementos probatorios suficientes en contra del senador para obligarle a hacerse presente en todas las etapas del proceso penal, que puede llegar próximamente a la imputación de cargos.
El caso se remonta a 2012, cuando se inició una batalla legal entre Uribe y el senador Iván Cepeda caracterizada por señalamientos mutuos de compras de testigos.
En julio de 2018, tras años de idas y venidas, la Corte no solo desestimó una demanda de Uribe contra el político de izquierda, sino que abrió una investigación contra el exmandatario por presuntos delitos de soborno y fraude procesal.
Esta comparecencia y ahora vinculación han sido catalogados como clave en la historia del país suramericano por su significado judicial y político ante las denuncias hechas contra Uribe por sus presuntos nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo.
Previo a la fase indagatoria de este martes, Uribe tenía 56 denuncias abiertas en la Comisión de Acusaciones y 28 ante la Corte Suprema de Justicia, y sus detractores esperan que sea investigado por otros presuntos delitos relacionados con escuchas ilegales, narcotráfico, homicidios, falsos positivos, paramilitarismo y masacres, entre otros.