Nos estamos haciendo el Harakiri

Hace tiempo que en la revolución bolivariana nos estamos haciendo el harakiri. El gobierno de calle del presidente Nicolás Maduro tuvo su impacto y la gente lo ha valorado positivamente. Pero a esa valoración se opone una realidad. Esa realidad no es más que la conspiración y el golpe blando organizado por la derecha, que continúa en pleno desarrollo. Cada día que salimos a la calle y observamos las inmensas colas que el pueblo forma frente a supermercados para comprar artículos de la cesta básica que están acaparados por las mafias de la burguesía que lo van soltando por gotas, no podemos menos que transportamos al terrible período 2002 - 2003, con el golpe de Estado y paro patronal, cuando las colas eran constantes y no se encontraba nada en los anaqueles de los supermercados.

Hace menos de tres meses los representantes de las empresas que manejan la cadena alimentaria en el país se reunieron con el presidente Maduro en Miraflores, de la cual salieron muy sonrientes y agradecidos porque se les había permitido aumentar los precios de los productos y allí mismo en el palacio de gobierno, prometieron ante las cámaras normalizar la producción y ponerla al alcance del pueblo. Pero tan pronto se despidieron del camarada presidente y le dieron la espalda le hicieron la señal de costumbre y arreciaron el paro blando. Otro tanto hicieron los representantes de los medios de difusión que prometieron hacer mejor televisión. Lo están cumpliendo, sino vean lo educativo que son programas en horario todo público como: “El Avispero”, digno ejemplo para niñas y niños. Tas Pillao, otro ejemplo de televisión educativa, sobre todo en lo atinente al respeto a los demás. De las novelas ni hablar, la competencia es para ver cual es más rica en valores, en especial para la familia, donde las madres siguen peleándose con sus hijas por un hombre, el tener está por encima del ser, o donde la mejor manera de escalar posiciones es montando zancadillas y hasta llegando al asesinato planificado y para coronar la pantalla, como han disminuido los muertos con el Plan Patria Segura, entonces ahora el mensaje de la muerte violenta, se hace incluso a través de inocentes y graciosos comerciales ¿Que tal?.

Decretamos la emergencia contra la corrupción, pero la masificación primaria del flagelo está en las colas diarias que observamos en los supermercados y otras cosas que parecen pequeñas, sencillas, pero que son el semillero. Y es que la oligarquía sabe demasiado en materia de trampas para dominarnos. La corrupción aquí no es solamente con la especulación al consumidor, sino es la corrupción de la conciencia popular, lo cual ha llevado a los extremos de que el pueblo se coma al pueblo.

El goteo de los alimentos no solo está conspirando contra el venidero proceso electoral, como ya lo hizo, cuando el proceso presidencial, sino que está horadando las bases éticas de la comunidad vulnerable desde el punto de vista ideológico. Lo peor es que eso ocurre hasta en los llamados Supermercados bolivarianos, donde también la gerencia aplica las colas. Detrás de esas colas viene la manipulación y la prostitución de la conciencia popular.

Gente del pueblo he encontrado en esta modalidad una forma perversa de hacerse de dinero fácil, a costa de sus propios iguales, que resultan robados por los mercaderes de la miseria. Veamos que ocurre. La cadena de corrupción comienza con los empleados de los propios establecimientos, que han establecido su red de informantes, a cambio de favores crematístico y a veces de otra índole. El empleado es el primero en saber cuando y a que hora llega el cargamento del producto. Eso le permite activar su red y antes de que el de a píe que necesita la leche, el azúcar, el aceite, la margarina, el jabón de baño, el papel higiénico y demás productos, pueda adquirirlos; llegan los mercaderes de la miseria forman las kilométricas colas y se llevan todo lo que pudo ser distribuido honestamente, para luego ir a venderlo en puestos callejeros, pero por un valor tres y cuatro veces mayor que el pagado en el automercado. ¿Es que a caso no es posible acabar con esta diversión? Desafortunadamente, quien tuvo el valor de anunciar, “Se acabó la diversión” le cortaron las alas y ahora anda volando bajo.

Aquí es cuando uno oye a cada instante entre los que sufren: “Como hace falta mi comandante, no es lo mismo este chavismo sin Chávez”. Son expresiones de dolor y hasta con rabia que cuando uno trata de mediar para explicar algunas cosas, se topa con la ira del compatriota, que lo envía a darle explicaciones a la más vieja de la casa.

Lo peor es que la gente percibe en la calle el interés por la cuestión electoral, que copa todos los espacios y aparentemente ocupa a todo el gobierno, mientras los conspiradores continúan trabajando a sus anchas en contra del proceso revolucionario sin que haya respuesta contundente contra los vende patria que descaradamente asumen que si están gestionando una intervención extranjera contra nuestro país. El criminal que ordenó la matanza del 14 y 15 abril, tras conocerse el resultado de las elecciones presidenciales, sigue caminando por las calles de América y Europa, conspirando contra Venezuela y de vez en cuando visitando al Estado Mirando, para ver como está su hacienda particular y centro de diversión (La gobernación), hace una aparición en TV y se pierde a continuar sus criminales diligencia contra la patria y no hay Ley que le ataje.

Los 30 mil millones de dólares que la oligarquía birló al país y a todos los venezolanos, que fueron a parar al mercado paralelo para continuar haciendo presión en la economía, no han dejado al primer señalado como ladrón, empresario de maletín. Camaradas críticos como Mario Silva, Alberto Nolia, el profesor Vladimir Acosta, el profesor Arenas y otros han salido de la escena política y sus programas desaparecieron sin explicación alguna.

Esas cosas nos las enrostran los camaradas cuando intentamos rebatirles algunas expresiones que nos inquietan, porque ciertamente el radiobemba es peor que todos los medios radioeléctricos. Ojalá y las autoridades del Comando Cívico Militar de la Revolución reflexionen sobre estas cosas y corrijan lo que haya que corregir, para que no tengamos más adelante que lamentar.

Sobre todo en lo atinente a las colas que se debe aplicar la zurda de hierro para acabar con esa maléfica práctica, que es el filón que tienen los escuálidos para increpar a nuestra gente, con lugares comunes, pero que llegan tales como: Van a seguir votando por esta gente. Ya Chávez no estás y no es lo mismo. Estamos peor que Cuba, con este comunismo, cola para todo. Esto es reforzado por los inocentes que se ganan el sustento robando a sus iguales, con el estribillo: “Venga que si tenemos a precio justo los productos que la revolución, esconde y niega al pueblo”. Esto se hace descaradamente, al menos en el Estado Bolívar y no hay autoridad que meta en cintura a nadie. Camaradas por favor, entiendan que la oligarquía está jugando duro. Esta trabajando para acabar con el legado de nuestro Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, que entregó su vida por esta revolución. Mientras el imperialismo y la oligarquía apátrida, trabaja por enterrar el proceso bolivariano, nosotros no estamos haciendo el Harakiri.


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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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