Grandilocuencia fascista

A veces sin animo de ponerme anecdótico, no dejo de relacionar mis vivencias juveniles en el ámbito político y de las luchas sociales con lo que es la manifestación juvenil actual, específicamente en torno al discurso fascistoide de estos sifrinitos y su apego a lo que a mi parecer es la antítesis del perfil rebelde que insufla la introducción al conocimiento.

Recuerdo que a la edad de 13 años en el Fermín Toro, empecé a convivir y compartir el escenario político con camaradas que para el momento, presentaban un solido discurso revolucionario y si se quiere una formación sólidamente interesante en las filas de las organizaciones de avanzada como eran para entonces: CLP-CLER; RUPTURA;, LIGA SOCIALISTA; y por que no decirlo algunas organizaciones de centro izquierda como PCV; MEP; cuadros políticos como: el Negro Machado, Ping Pong, Patica, La Catira Reyna, Posani, Pollo Ronco, Zapatico, Hermes, Chuo, Miguel Rodríguez, Manzano y otros contemporáneos presentaban un discurso coherente, de altura, verga: digno de un dirigente de altura, yo siendo creo que el más carajito de todos estos zagaletones de mi época, repetía, y repetía términos oídos en esos virtuosos del verbo político, a la vez que memorizaba y recitaba cual poemas: El Capital, El Manifiesto del Partido Comunista; El Libro Verde; El Libro Rojo y toda la literatura que pudiera digerir. Pero había un carajo de esos que no faltan en la derecha de apellido Reyes, miembro del MAS, a quienes constantemente descargábamos por la reputación de soplones que los caracterizaba por su indefinición política y marcada tendencia de derecha, recuerdo que yo les decía: reformistas, claudicantes, y toda suerte de calificativos, y el individuo en cuestión solo se remitía a preguntarme: ¿Qué es reformismo?; ¿Qué es claudicar?, ¿Qué es socialismo?, ¿Qué es fascismo?, y así ante cada calificativo, el carajo me desarmaba, obligándome a indagar y a prepararme, lejos de afectarme negativamente, el granuja en cuestión no sabe cuanto me ayudo.

Y esta historia de amor y dolor la traigo a colación, porque lastimosamente evidencié la pobreza intelectual de los sifrinitos que fueron entrevistados por un medio alternativo, un loquito que decía que el 23 de enero era el día de la juventud, otro que dijo que era el natalicio del Libertador, y otro pobrecito que cree que ese día Fidel paralelamente a estar haciendo la Revolución ejercía un cargo en Venezuela. Cono esos carajitos son la generación de relevo de la oposición, ¡¡¡¡¡que bolas!!!!!.

Yo creo de estos carajitos, que los más afortunados hacen uso de recursos como la Epímone o repetición perseverante de la misma vaina para que le crean o del truco ese manejado po el pensador Alemán que decía que una mentira repetida cien veces se convierte en verdad, estos no pasan de seis o siete, pero la multitud, los hipnotizados, los verdaderamente pendejos con el perdón de los pendejos de corazón, padecen de una vaina que se denomina “Ecolalia”, que si es una enfermedad y que consiste en la repetición automática de una palabra o una idea por parte de quienes lo padecen, los primeros son unos rolos de vivos, que encontraron este oficio de dirigentes chulos y vividores su forma de vida, los otros deberían ser objeto de atención por parte de sus familias, a ver si logran sacarlos del marasmo y buscarles tratamiento medico, para que no repitan tantas barbaridades sin sentido.

Como diría mi pana el Profesor Lupa: “Misterios de la Ciencia”


(*) henryhernandez42@yahoo.com
Profesor Universitario


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Henry Hernández Ávila (*)


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