(Contribución a la crítica revolucionaria)

El dilema por “ganarse” a la Clase Media

En varias oportunidades el Comandante Chávez ha hecho alusión a una verdad incuestionable que en una ocasión le manifestara el propio Comandante Fidel Castro en una de sus reflexiones referente a los resultados de las sucesivas elecciones y referéndum en Venezuela, donde un amplio sector de la clase media venezolana ha definido su posición contraria a la revolución. Fidel expreso de que “en Venezuela no existen 4 millones de oligarcas” y es verdad. Por esta misma razón, el Presidente Chávez se ha propuesto a la tarea de recuperar a esta clase renegada. Esta labor ha definido varias posiciones y planteado ideas contrarias dentro de las filas revolucionarias. Pero antes de continuar es importante recordar algo de historia. Veamos.

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Eran otros tiempos aquellos en que las clases medias se sentían representadas en sus partidos y personalidades de la pequeña burguesía [1]. La Clase Media tenían en ellos su participación en el “proceso bolivariano”. En aquellos momentos, años 1999-2001, obviamente, el gobierno no poseía un rumbo revolucionario claramente definido, y la propaganda del miedo no se había desatado con tanta fuerza como hoy. Apenas hasta ayer se hablaba de un “tercer camino” como derrotero para Venezuela, y algunos hasta creían en el engañoso cuento de un “capitalismo humanizado para el país de las maravillas”. Varios libros se escribieron en favor de esas absurdas ideas. Algunos confiaban en que humanizando a la bestia del capital se podrían resolver los profundos problemas que aquejan a nuestros pueblos. Luego surgieron las primeras Leyes Habilitantes [2], tímidamente nacionalistas que plantearon algunas reformas, no menos significativas, para la recuperación del poder del Estado sobre su industria petrolera. Los lacayos del imperialismo reaccionaron y provocaron, con sus campañas de miedo y racismo, la radicalización de la Clase Media venezolana y el Golpe de Estado. En ese contexto nuestro panorama cambio profundamente. Hoy el rumbo en Venezuela es tan claro como las aguas del más puro manantial y tan solido y fuerte como el temple del mejor acero. Hoy se habla del Socialismo como la única vía posible de salvación para la humanidad. Nuestro pueblo cada día mas lo ha concibiendo mejor gracias a la titánica labor de cincelador de consciencia de nuestro líder. Pero así como existe amplio sector de esta clase media venezolana asustada por los mismos fantasmas que suponíamos solo deberían asustar a la burguesía, existe también un no menos importante sector dentro de esta misma clase que apoya a la revolución fervientemente.

La Clase Media no en un sector uniforme para quienes cabe una sola definición. Para el marxismo la posición de un individuo frente a los medios de producción; su relación de propiedad frente a los medios de producción y sus condiciones de vida y trabajo determinan su posición de clase. Así podemos entender que el pequeño propietario y el comerciante, y hasta el intelectual (ingeniero, abogado, etc.) que no posee propiedad de un medio de producción pero que labora en una empresa y que se ubica en una escala importante dentro de la estructura laboral de la división social del trabajo, forma parte de la Clase Media. Para Carlos Marx no eran estática, o Ley divina, sus propias palabras cuando dice: “Las condiciones sociales forman la consciencia social”. Pues conocemos que la consciencia social puede liberarse del “MATRIX”, o a decir de István Mészáros: “ de la consciencia de la dominación metabólica del Capital” que atrapa a los individuos de estos sectores de la sociedad en su propia lógica. Ejemplos existen muchos. Marx, Engels, Lenin, Fidel, El Che, Allende, Gustavo y Eduardo Machado, entre muchos, (estos dos últimos venezolanos), poseen sus orígenes en la Clase Media e incluso, en la Clase Burguesa, quienes asumieron la consciencia del proletariado.

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.Cuadro de Diego Rivera

Los atrapados en el “MATRIX”, o en la lógica metabólica del Capital”, la clase media reaccionaria venezolana, son quienes viven en su mar de contradicciones por sus sueños de creerse burguesía, o con aspiraciones futuras de serlo, y a la vez sabiéndose golpeada por la misma burguesía; entre ellos, algunos con consciencia de su propia realidad -de progresiva pauperización que el sistema capitalista les impone y que les achica cada mas sus esperanzas y sueño-. Esa misma clase, infectada por la ambición y el egoísmo natural la burguesía; consumida en sus contradicciones y el miedo a la revolución son quienes muerden como pirañas sus propios cuerpos. El oportunismo, la traición, así como el fascismo, se apoderan de ella. En la historia de muchos países y revoluciones su comportamiento ha sido el mismo. Pero no negamos que muchos puedan ser recuperables.

De entre las filas de la revolución; entre los menos claros, resurgen quienes, aprovechándose de esta realidad y de la tarea planteada por el Comandante y de la mano traicionara que hoy nos extienden el sionista-fascista Capriles Radonski y el vagabundo Ledezma, vuelven a plantearnos la conciliación como estrategia para recuperar a la clase media [3]. También resurgen quienes plantean mas prebendas para captar a estas clases. Pero sabemos, la verdadera conciliación que busca la burguesía y el imperialismo es la entrega de nuestro líder y el hundimiento de la revolución. ¡No existe conciliación posible con los representantes del capitalismo y del fascismo, de la guerra y el hambre; con quienes expropiaron a nuestro pueblo, empobrecieron y hambrearon! ¡La conciliación es traición a la revolución!

Por otra parte, más prebendas hacia esas clases nunca los atraerán porque el miedo no lo destruye el dinero. Solo la consciencia los liberaría de su engaño. Más, por el contrario a estas posiciones de algunos seudo-revolucionarios, nuestra tarea y estrategias deberían estar, mas bien, dirigidas a desenmascarar a la burguesía y a romper definitivamente con la trampa del miedo de sus bien diseñadas campañas mediáticas, y que han logrado sembrar el odio y fascismo en las mentes disociadas de la clase media venezolana. Pero sobre todo, nuestra tarea fundamental, y la del PSUV [4], es seguir consolidando y profundizando en la consciencia de nuestro pueblo: la del deber social, de la solidaridad, igualdad y justicia, que es consciencia SOCIALISTA. Enfocar nuestros mayores esfuerzos en de quienes creen en la revolución. Concentrando en ellos nuestro trabajo como cinceladores de la consciencia del “Nuevo Hombre y Mujer” que tanto necesita la Revolución Bolivariana. Nuestras verdades y ejemplo, nuestras leyes revolucionarias y las bases materiales del socialismo crearan en el futuro las condiciones para que muchos de los miembros pertenecientes a la clase media, por lo menos, acepten las decisiones del pueblo.


[1] Partidos como El MAS, PODEMOS, que acompañaron en un momento a la revolución. También personalidades representantes de la pequeña burguesía como Luis Miquelena, entre otros.

[2] Primer decreto con Rango y Fuerza de Ley del presidente Chávez, fue promulgado por el mandatario el 12 de diciembre del año 2000.

[3] Declaraciones publicas hechas por Ledezma y Radonski ante varios medios de información del país en donde pedían trabajar con el gobierno central.

[4] Partido Socialista Unido de Venezuela, la organización política de la revolución.

basemtch@gmail.com


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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

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