Certero y oportuno este artículo del compañero cubano, más en estos momentos, de asedio, bloqueo y amenaza armada de el imperio trumpista y fascista contra Venezuela y su pueblo.
Lo comentaba hace tiempo desde el golpe empresarial y petrolero con el buen amigo chileno Osvaldo Plaza Godoy, sobreviviente que participó desde muy joven con el Chile allendista, el de la Unidad Popular que llevó a Allende a la presidencia. Por cierto este domingo hay elecciones presidenciales en Chile.
Fue sin duda la de Chile, una experiencia única en el contexto histórico como lo es hoy la venezolana.
En efecto aquel golpe petrolero y el paro empresarial fue planeado al mejor estilo chileno, desde Chile la derecha venezolana más extremista conspiró con sus aliados del pinochetismo criminal y reaccionario.
Ese golpe del 11 de abril fracasó, pero de triunfar en Venezuela Bolivariana, le hubiese traído la oscuridad, el fascismo, la muerte y el crimen político contra el pueblo y los chavistas y sus aliados. Cosa esta, que vimos ya en las primeras horas del golpe durante los días 12 y 13 de abril. Vimos las hordas de negro del fascismo asesino, como se lanzó a las calles de las parroquias y
barrios de Caracas, con las listas de la muerte, de los que debía asesinar.
Esto ocurría durante esas horas que duró en el poder Pedro Carmona Estanga, (alias el breve), en ese lapso fueron asesinados y buscados en sus casas y por listas previamente elaboradas, dirigentes populares del MVR y del partido comunista.
Tuve el honor de estar en esas listas de la muerte, en la parroquia donde residía, me señalaban como activista del chavismo, junto a otro grupo de compañeros.
Esto me lleva a recordar el gran parecido con el Estadio chileno pinochetista, y otros lugares donde la represión que desató el régimen de Pinochet (la derecha fascista) contra el pueblo, fue brutal.
Como el asesinato de Víctor Jara, y los asesinados que en el amanecer de la muerte flotaban río abajo, en las frias mañanas sobre las aguas del río Mapocho, el pueblo los veía aterrorizado en medio del silencio y bajo el temor de las alas de la muerte.
Era lo que le esperaba a Venezuela Bolivariana y aún peor si el golpe del 11 de abril hubiese triunfado. Es lo que nos espera hoy si nos derrotan los gringos invasores. Pero el pueblo despertó, como está hoy despierto. El día 13 de abril, y por un milagro de ese pueblo, y de fuerzas armadas leales, fue liberado el líder, comandante y presidente Chávez, secuestrado para asesinarlo en una isla por las fuerzas golpistas del dictador Carmona, afianzado por sus amigos de la derecha nacional y mundial.
De esta gesta heroica viene la frase popular "Todo 11 tiene su 13
En su momentánea euforia de triunfo esta misma derecha fascista, sedienta de sangre chavista, que hoy pide a gritos la invasion y al bombardeo de la patria venezolana por las tropas que hoy se asoman frente a las costas de Venezuela, para repetir lo que ya antes hicieron en Vietnam, Afganistán, Libia, Irak, palestina. Los Golpistas se encontraban celebrando el golpe el 11 en el Palacio Blanco, como si fuese un verdadero aquelarre, entre abrazos, firmas de adhesión y decretos de autoproclamación y Carmona juramentando el mismo presidente y aboliendo todo el estado de derecho dado por el pueblo bolivariano, pero craso error, se olvidaron de la guardia de honor que custodia el palacio, no la cambiaron ni la neutralizaron, pensando que era fiel a ellos los golpistas, todo lo contrario estos soldados del pueblo, valientemente retoman el palacio de gobierno y apresan a los golpistas
A la voz popular que se escuchaba gritando desde las puertas del palacio y en las calles y barrios de Caracas tronadora voz que se alzaba con más fuerza cada hora y se extendía como reguero de pólvora, hasta las puertas del palacio de y que repetia sin cesar. "Queremos a Chávez"
Así en la madrugada del 13 el Comandante Chávez es liberado por un grupo de militares patriotas, entre ellos se encontraba nuestro amigo, el coronel Catalino Lagonell, (QEPD), quien fuera jefe de seguridad del entonces comandante presidente Hugo Chávez.
Era de los que fue en quel helicóptero que en la madrugada del 13 de abril, trajo de regreso al comandante presidente, de la isla de La Orchila que llenó al pueblo de una nueva esperanza y hoy todos somos Chávez.
Unidad, batalla y Victoria, la orden dejada por nuestros comandante
eterno y que con honor debemos cumplir hoy, recordando aquellas sabias palabras de nuestro libertador.
"Unidad, unidad o la anarquía os devorará".
No podemos optar entre morir y vencer necesario es vencer'
Jose Felix Rivas en la batalla de la Victoria.