Democracia: Guerra, Misil, Genocidio, Crueldad, Esclavitud, Terrorismo, Apartheid, Segregación, Sionismo y solución final

La democracia no es un invento de las "sociedades primitivas" centro y sudamericanas, ni tampoco de la africana, pero sí de los "pueblos civilizados", es decir de los europeos y luego, por los estadounidenses quienes llevaron hacia todos los linderos del planeta su cultura, religión, organización social, religiosas, económicas, políticas, hasta las diversas manifestaciones del arte. Cotejé que por años numerosos sociólogos, antropólogos, psicólogos y los eruditos interesados en el tema, se la pasaron y se la pasan estudiando las raíces del problema que por siglos carcome el planeta.

Si revisamos la historia en los últimos dos siglos advertiremos que en ese tiempo nunca se ha logrado la paz y el sosiego colectivo como razón de una convivencia productiva. Si esto se toma como cierto, solo hay una explicación: el modelo que el mundo occidental le ofreció a una parte del planeta no es adecuado, que esos valores morales judeocristianos solo existen en el papel, que para lo único que han servido es para crear y fortalecer las diferencias entre seres humanos.

Las religiones de las "sociedades primitivas" eran animistas, es decir sistema de creencias basado en la existencia de espíritus o almas en todos los seres vivos y en objetos inanimados. Estas creencias sostienen que todo posee alma o espíritu, incluyendo animales, plantas, rocas, montañas, ríos y estrellas. El término "animismo" proviene de la palabra latina "ánima", que significa "alma" o "aliento", y se refiere a lo que da vida a algo. Estas religiones eran muy sencillas, no poseían códigos de prohibición (mandamientos), ni tampoco existía toda una organización clerical que regularizara y castigara la conducta del grupo social. Tampoco se conocieron guerras entre diferentes tribus para imponer algún dios o una creencia. No existían templos, ni iglesias, ni tampoco se bautizaban los niños, solo tenía presencia el "chamán", es decir, la persona que se cree poseedor de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, adivinar, invocar a los espíritus, entre otras funciones. Es una figura importante en muchas culturas indígenas, especialmente en América Latina y otras regiones.

En aquellas "sociedades primitivas", antes de la llegada de los colonizadores europeos, no se conocía en concepto de propiedad privada, ni los bancos que las confiscaban, todo era parte de un bien colectivo, la caza, la pesca y la recolección de frutas y bulbos era para el beneficio de un conglomerado. No existía un sistema de casta que privilegiaba a un grupo sobre otro, ni tampoco el concepto de la nacionalidad. La libertad era intrínseca en aquellos grupos humanos que disponían de grandes extensiones de territorios para movilizarse y realizar sus actividades vinculadas a su presencia. Por lo tanto, si no había religión, ni sistema de casta, ni tampoco propiedad privada y ni nacionalidades, no había diferencias entre humanos, tampoco razones para pelear.

Cuando llegaron los saqueadores, conquistadores y colonizadores europeos y luego de la entrada de las garras gringas a todas las partes del planeta arribó la civilización y la democracia, con esto la presencia de grupos sociales cuya única prioridad es el dinero, la posesión de bienes muebles e inmuebles, riquezas y con tal modelo florece el sistema de castas, las religiones europeas, las nacionalidades promotoras de guerras continuas que nunca acaban.

Uno de los grandes problemas del planeta ha sido y es la pobreza en la que viven sumidos miles de millones, tal anomalía es consecuencia de una mala distribución de la riqueza, mejor dicho, la posesión de enormes capitales en pocas manos y la carencia de muchos. A manera de ejemplo, tomemos la fortuna de uno de los grandes ricos de nuestro errabundo planeta azul, su peculio neto es de 195.000 millones de $, la población mundial es del orden de los 8.000 millones de personas. Si este potentado se desprende de 1.000.000 de $ y le regala un millón a cada terrícola se quedaría con la bicoca 187.000 millones de $. Piense en 10 potentados como el anterior, si cada uno de estos se desprende cierta cantidad, la miseria de los pueblos se redujera. Con una aclaratoria, toda riqueza del planeta se obtiene de la madre naturaleza y nadie tiene la propiedad sobre los recursos que nos da la pacha mama, tal como lo pensaban los "primitivos".

La llegada de la democracia al mundo occidental fue y es como una epidemia, que solo ha traído hombres y no beneficios. Durante el ejercicio de la democracia que rige la mayoría de los gobiernos de los países del mundo occidental no ha resuelto los problemas vitales de los excluidos, solo ha contribuido a que las cuentas bancarias de las grandes corporaciones aumenten. Esto tiene una explicación, las guerras, como buen negocio, siempre han estado presentes en todas las épocas y en toda la geografía del planeta.

Guerra, no es solo una palabra, más que esto es sinónimo de terror, crueldad. Aparejada a esta podemos enumerar la construcción de misiles con cabeza nuclear, el lanzamiento de bombas atómicas, la esclavitud a la que se ven sumidos millones de expatriados que abandonaron su país devastados por la guerra para trabajar como esclavo en Europa.

No cabe duda, la guerra forja odios y desesperos; así mismo, como fruto de tal barbarie resultan huérfanos, hogares destruidos, viudas y viudos; corolario de esto se aleja el rencor entre los sobrevivientes. Surge el fanático dispuesto siempre de llevar a cabo una venganza y como efecto, brota el terrorismo o grupos terroristas en función de los ángeles de la muerte.

La democracia de Inglaterra se trasladó a América y África sus pústulas nauseabundas, por ejemplo, a Sudáfrica y Namibia introdujeron el apartheid, un sistema de segregación racial voto (1948-1991) que consistía en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como académicos o recreativos, para los diferentes grupos raciales, en el poder exclusivo de las personas de piel blanca para ejercer el y en la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros. El término "apartheid" proviene del idioma afrikáans y significa "separación". Este sistema fue implantado por la mayoría blanca, heredera de los colonos blancos británicos, para conservar el poder y privilegios marginados de la mayoría de la población negra.

Son muchas las úlceras sociales que los occidentales exportaron a todas las naciones del planeta, entre estas el fascismo y el nacismo, sistema político apoyado por EEUU, Reino Unido y Francia para evitar que el comunismo se propague por Europa. Y otra herencia de los países anteriores es el sionismo criminal judío. Fueron estos tres países los que promovieron y propusieron en la ONU la división de las tierras palestinas en una parte para Israel y otra para Palestina. El estado Palestino nunca se constituyó. De esta manera se consolidó el robo más grande de la historia apoyado por una organización internacional, aciago acontecimiento que derivó en un conflicto que tiene ochenta años con el resultado que todo el mundo está entrado. Una colectividad internacional permanece sorprendida ante tanta crueldad y la pasmosa indiferencia de los organismos internacionales ante el genocidio cometido en la franja de Gaza: una ciudad arrasada, más de ciento cincuenta mil asesinatos, más de 15 mil niños muertos, periodistas aniquilados, hospitales y escuelas destruías, millones de refugiados, es el legado criminal sionista que las infames democracias aportan como los valores morales occidentales. Es la solución final para el logro del expansionismo sionista por el Medio Oriente.

No creo que los europeos se sientan orgullosos de lo que está sucediendo en el planeta, en Gaza, Irán, Libia, Siria, Irak, Yemen, Líbano, Sudán y otras naciones que se han visto afectadas por invasiones reiteradas de la OTAN, por el único delito de poseer crudo dentro de sus entrañas y de las ambiciones económicas de las corporaciones occidentales de apropiarse del petróleo ajeno.

Y los otros nefastos aportes de las democracias occidentales es la presencia de Trump, el criminal sionista Netanyahu y el loco Milei, quienes pareciera que vinieron al mundo a destruirlo y para ello se valen de su carácter deshumanizado y la posibilidad de usar armas letales para arrasar con todos los seres vivientes. Uno de los nefastos aportes de los viejos imperios europeos fueron las infortunadas colonias en América, Asia y Oceanía, de estos solo queda infaustos recuerdos de la explotación, la esclavitud, el robo de riquezas y materia prima, el racismo, la segregación, la destrucción de la naturaleza, los monopolios, entre tantos males que todavía los agobia y todavía hoy no han logrado superar. Quizás por esto el escritor colombiano Luis Gabriel Carrillo Navas expresó: "La ignorancia es la peor de las colonias, y la educación, la única independencia verdadera". Lee que algo queda.

 



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Enoc Sánchez


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