Crapulismo

El ejercicio de la política, siempre estuvo caracterizado por un cierto cinismo, algo de sangre fría que incluía la falta de escrúpulos para determinadas cosas. Aunque los políticos de 20 años hacia atrás, tenían cuidado de la forma, que era acompañada con un discurso matizado de dulzura, y de un supuesto respeto por los demás, acompañado de una disertación que defendiera la justicia. Esa forma se perdió con el nuevo liderazgo político que está emergiendo en el mundo, cuya carencia de formación intelectual, limita su vocabulario, como el caso de Milei, quien parece todo menos un ser humano; o Trump, cuya arrogancia lo hace sentirse superior a los demás. Razón por la que no le importa decir que los líderes políticos del mundo, están ansiosos por besarle el culo. O el caso de Bukele, quien ya no pudo cuidar la forma, y ahora habla guapetón, cual malandro de barrio, porque se siente apoyado por el Big Brother.

Más de uno nos preguntamos de dónde había sacado dinero para instalar una cárcel de la magnitud del CECOT. Porque sin duda costó unos cuantos millones de dólares que su gobierno no tenía, y con toda seguridad no los iba a sacar de su bolsillo, donde supuestamente metería los miembros de las pandillas. Pero resulta que le ofreció el espacio a los gringos, quienes le pagan 10 mil dólares mensuales por cada preso que envíen desde Estados Unidos. Pero, además, allí está todo aquel opositor que osó enfrentar a Nayib. Algunos denunciantes aseguran que hay 85 mil personas en esa cárcel, toda una ciudad. De hecho, tiene más habitantes que la parroquia San Agustín en Caracas.

El problema está en que Trump viene siendo torpedeado por mucha gente en su propio país y está enfrentado a una cadena importante de jueces, que le han detenido sus planes con los presos. Y Bukele está siendo investigado por los tribunales internacionales, incluyendo las denuncias en la Corte Penal Internacional. Ya sabe que, si esas prosperan, tendrá graves problemas. Esa es la razón por la que ahora le hace una oferta a Nicolás de intercambiar presos, como si los venezolanos que tiene en El Salvador fueran delincuentes, que, al contrario, sí lo son los que están en las cárceles venezolanas.

Y no tengo dudas de que esa propuesta se la plantearon los seis venezolanos que tiene de asesores, encabezados por Lester Toledo.

Definitivamente es una política mezclada con crapulismo, pero de frente, sin cortapisas. Pobre humanidad.

Rafael Rodríguez Olmos

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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

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