Uno
El vídeo de John Goicochea, no deja dudas de que la reconciliación no es posible. Goicochea hoy, es uno de los pocos voceros jóvenes de la burguesía venezolana. Y sería una ilusión creer que todo lo dicho en ese vídeo son sus opiniones, o sus inferencias como resultados del análisis de la situación en Venezuela. Nada más alejado de la realidad, no tiene inteligencia para ello. Pero, además, Goicochea no pertenece a ese sector de la oposición que en una oportunidad él mismo llamó chusma. Nada de eso. Participa en las reuniones de los más connotados miembros de la más ultra gusana reacción venezolana, liderizados por la banca, principal apostador al fracaso de este proceso, y financiador, al que por cierto no se le toca ni con el pétalo de un rosa. Es decir, las opiniones emitidas por Goicochea en ese vídeo que circula por las redes, sin duda, reflejan la opinión del sector más enemigo del proceso, esos que se reúnen a puerta cerrada, en algún sitio de Valle Arriba, Altos del Country club o Alto Prado, al son de mesoneros, buenas comidas y buenos whisky. Allí se ha discutido lo que se va a hacer en el país, una vez que las fuerzas gringas nos invadan y se lleven preso a Maduro, Diosdado, Padrino López, y los Rodríguez, o los maten, que en realidad es el deseo primario de todos los que allí se reúnen. Y repito, es la más rancia alcurnia de la High Society venezolana. No crean que son muchos los que pueden estar en esos encuentros, y no es que Goicochea pertenezca a ese sector, al que de toda esa generación de dirigentes opositores solo pertenecen La Interfecta y Capriles Radonski, que son descendientes de amos del valle. Pero Goicochea sirve a sus intereses, porque es la voz de ellos ante la oposición. Por eso tiene razón cuando dice que la oposición es chusma. No todos los opositores pueden estar en esos encuentros. No son bienvenidos, y, además, son tratados como chusma.
Dos
Yo recuerdo que una de las bibliotecas más fascinantes que conocí en este país, fue la de Fedecamaras. Había allí libros impresionantes, no solamente de posición política de derecha, capitalista, sino también pensadores de izquierda. Había libros de Marx, Engels, Mao, Lenin, Marcuse, etcétera. Allí me leí "Un Marx para América Latina" en donde está un artículo biográfico sobre Bolívar. Y también recuerdo, que, en mis tiempos de reportero, me tocó entrevistar a algún personero importante de esa institución. Algunos eran muy interesantes, inteligentes y formados. Leían. Por entonces, contrataban sociólogos, historiadores, bibliotecólogos, todos "fresquitos", recién salido de ahí de enfrente, de la Universidad Central de Venezuela, mi UCV amada; pues la sede de Fedecámaras quedaba por entonces en El Bosque. No sé dónde está ahora, y a decir verdad, tampoco me interesa.
Todos sabemos lo que es el Estado Profundo. Y todos sabemos que detrás de todas esas guarimbas y todas esas barbaries que se han hecho y detrás de todos esos minúsculos dirigentes de la oposición, están los pensantes, los planificadores, los que conceptualizan, los que diseñan el rumbo que se debe tomar. Porque además son los que detentan el poder económico. Eso explica el comportamiento de La Interfecta, que es una mitómana, pero pertenece a lo que Francisco Herrera Luque llamó los Amos del Valle, es decir las 20 familias que son propietarias de todo el país; y para ello, crearon todo ese sistema de gobierno alterno, entre Acción Democrática (AD) y Copei, al cual el pueblo llamó "La Guanábana", verde por fuera, que era el color oficial del Copei, y blanco por dentro, que era el color de AD. Y así fue por 40 años, hasta que un personaje llamado Hugo Chávez, rompió el molde, y comenzó a construir lo que todavía puede ser un nuevo país. No este que tenemos ahora, que es un desastre total, pero sí existe la posibilidad real de construir uno nuevo.
Pero ya hemos visto el comportamiento de La Interfecta soportada en su soberbia, en su arrogancia, en su prepotencia, típica de un amo del valle, que decide quién va y quién no. Y fue exactamente lo que ocurrió después de la derrota electoral de Capriles, el otro amo del valle opositor, a quien la burguesía le quitó su apoyo, aunque lo protege y se resteó con La Interfecta. Nadie se atreve a contradecirla, por qué, simplemente porque ella tiene el poder, respaldada por las 20 familias que aún controlan el país. Por ello, ese video de John Goicochea, explica claramente qué es lo que va a ocurrir en el supuesto negado de que acaben con el gobierno y este proceso político que dirige Nicolás. Lo he discutido con muchos camaradas y amigos, con los que se puede discutir obviamente, porque no todos oyen y mucho menos entienden, además de tener un baño de arrogancia. Pero si esto se cae, ya lo dijo John Goicochea la primera semana será tiro al blanco, matarán 50.000 dirigentes en todo el país, que es una forma de sembrar el terror, y que es la manera de acabar con algunas huellas vivas del chavismo que sobreviva. Y suena hasta ridículo cuando algunos de esos dirigentes camaradas que tienen posiciones de poder, pero que ignoran la realidad, se burlan de lo que dice Goicochea. Está claro que no están viendo lo que ocurre en Sudán y El Congo, respaldado por el Big Brother, y el odio que le tienen a este proceso. Pero sus propios influencers tarifados hacen videos explicando lo que van a hacer. Ya sin tapujos, hablan de matar, obviamente siguiendo el ejemplo de Yongo, tales como Wilmer Azuaje y un tal Milímetro (es muy bruto y muy ignorante para llamarlo Kilómetro. En un milímetro cabe todo su conocimiento) Y además, creo que todos hemos visto el silencio total del resto de la oposición. Porque los amos del valle están apoyando a La Interfecta y su pandilla, y nadie más tiene vela en ese entierro. El video de Yongo es una posición política. Es la conclusión de las discusiones de esa clase a la que él representa. Ni creen en la paz ni les interesa la paz. Primero desatarán un derramamiento de sangre y luego gobernarán, apoyados por las tropas que se hayan asentado en el país enviadas por el Big Brother. Ya lo dijo La Interfecta.
Tres
He dicho en muchas oportunidades que esto no es una Revolución. Le falta mucho para que lo sea. Porque cuando se produce un proceso revolucionario, el primero qué se afecta es la banca, porque es la detentadora del poder económico y porque además tiene los contactos a nivel nacional e internacional, para controlar todo el aparato económico y financiero de un país. Y Chávez lo tuvo siempre claro. Por eso tuvo varios encuentros con propietarios y representantes de la banca venezolana, tratando de apaciguar la presión económica y financiera qué ejerce la banca sobre el proceso político. Por eso me hace reír esta dirigencia chavista, estos camaradas, tan celestinos, incapaces de pensar por sí mismos y de no hacer planteamientos que conduzcan a debates sobre el tema financiero, económico y político. Aunque en realidad, hace tiempo que se perdió el debate en el país. Y el discurso de estos derrochadores de retórica, siempre fue que el socialismo revolucionario venezolano, bla bla bla. Nada tan estúpido como eso. Hasta que salió Nicolás en una entrevista con Diego Ruzzarin quien le preguntó si estábamos en el socialismo venezolano, y Maduro respondió casi de inmediato, que estábamos en ese proceso, pero que faltaba para ello. Eso fue suficiente para que los adulantes de turno ya no dijeran más que estábamos viviendo en un país socialista. Ya nadie lo dice ni lo declara, ni lo pronuncia en sus incongruentes discursos.
Antes de llegar al socialismo, deberíamos pasar por varias etapas: una primera que es la Liberación Nacional. Después viene una segunda, que es donde deberíamos estar ya, que es la etapa Revolucionaria, en donde no estamos, y por el contrario aún estamos lejos de llegar allí. Y luego vendría una tercera etapa que sería el socialismo propiamente dicho. Pero para ello hacen falta unos 50 años, y mucha evolución desde el punto de vista de la conciencia, porque a decir de Marx y Lenin, el socialismo es un avanzadisimo proceso de la sociedad, en donde problemas subnormales como la corrupción ya están superados. Pero no por el castigo del Estado, sino porque de manera consciente, el ciudadano ya superó esa etapa. Todavía ejecutan en China a los corruptos, lo que quiere decir que, con todo el avance de esa nación, no han llegado al socialismo. Y después vendría lo que Marx llamó el Comunismo, que no es otra cosa que un altísimo desarrollo de la sociedad, que logra vivir en comunidad. Nada de eso existe en Venezuela. Ni siquiera la liberación nacional. Dejando constancia de que llevamos 25 años dentro del proceso. Y no veo un debate al respecto. Ni lo habrá. Ya nadie discute sobre qué sociedad queremos, o hacia dónde vamos. Es decir, que ya no vivimos… simplemente existimos.
Cuatro
Una cosa es el espíritu triunfalista y otra la verdad descarnada. En esa verdad descarnada no están los dirigentes del gobierno, porque ni de vaina se les ocurre bajar a las necesidades del pueblo y a enfrentarse a una realidad que no le gustaría ver.
He visto maestras y profesores de primaria y educación media, maldecir a Maduro, maldecir al chavismo, y decir, que cuando la invasión se produzca, serán participantes de los linchamientos que se hagan en su comunidad. No es cierto que la Revolución con hambre dura. No es cierto que puedas exigirle sacrificio a una comunidad si no la asistes como debe ser. Y no es cierto que la dirigencia chavista en las comunidades hoy, tenga conciencia real de lo que es un militante revolucionario, y de cómo debe comportarse frente a su comunidad. Y por qué no debe maltratar a esa comunidad, y por qué no debe perseguirlos, y por qué no debe amenazarlos con quitarles la insignificante bolsa de carbohidratos que llega cada cinco meses cuando llega, y por qué no debe chantajearlos para llenarles una bombona de gas cada cuatro meses. Eso no es un militante revolucionario. Es un verdugo. Y los verdugos en tanto tienen poder, se comportan como tales, son capaces de asumir un cretino comportamiento como jefe de una comunidad.
Porque la explicación de por qué un pobre defiende a rajatabla a un rico, tiene respuesta en dos vertientes: una, la brutal campaña de las redes sociales, según las cuales vivimos en una dictadura controlada por el cártel de los soles. Ambas mentiras, pero muy bien orquestadas. Y la segunda, el comportamiento prepotente y arrogante de un jefe de comunidad, que por alguna razón está convencido de que es el ombligo del mundo por ese minúsculo poder que le entregaron. Y si hiciéramos un análisis, o un balance de ese supuesto poder organizado en las comunidades, objetivamente encontraríamos que no hay nada, incluyendo el tema más preocupante, que es la ausencia de formación política, lo que hace que ese dirigente vecinal se comporte como un tarado con sus propios vecinos. Esa es una carga de odio que se acumula. Y si la dirigencia, esa que sale de las alcaldías, porque ya sabemos que el partido no lo hará, se ocupara de formar o de chequear la formación de los dirigentes vecinales, o revisara la situación, se encontraría con problemas realmente graves. Profundamente graves que no se resuelven de la noche a la mañana. Ni siquiera esas figuras nuevas llamadas Jueces de Paz, entienden lo que realmente deben hacer y se dedican a hacer enemigos en lugar de captar a alguien para este proceso. Quien crea que las cosas están bien aguas abajo, no está pateando el país… y eso es un hecho extremadamente preocupante.