Cuento o razón

Cuando te prorrogan un mes de vida

"Tal vez a la lluvia le hicieron algo en la Tacarigua de Margarita, y decidió no venir por sus predios hasta que el ofensivo le pida perdón, pues no puede ser que después de varios meses y luego de varias ondas tropicales, no haya caído lo que se llama un aguacero en esta tierra del amigo Emigdio Malaver", le dijo a Juancho Marcano a Pipo, que se encontraban sentado frente al garaje viendo la luna a aparecer, luego que el sol muriera en el horizonte con sus lágrimas destellantes de siempre.

El periodista y el perro de día habían ido al conuco e hicieron ciertas tareas, pero no provocaba porque el sol estaba tan fuerte, que lanzaba ráfagas de calor al sitio donde se encontraban Juancho y Pipo, quienes decidieron no seguir las labores y se refugiaron bajo la sombra refrescante de su amiga la mata de mango y luego tomaron rumbo a la casa, y ahora cuando el sol se ahogó allá en el horizonte, decidieron salir de la vivienda para tomar un poco de fresco por la brisa que jugueteaba con los árboles a esa hora.

Pipo que miraba a Juancho más que preocupado, triste por la situación, lo abordó: No sé Juancho, pero te noto triste. ¿Qué tienes?

El periodista, guardó silencio y sin ganas de responder, pero entendió que sería de muy mala educación dejar a Pipo, sin contesta, por eso manifestó: "Tú sabes, Pipo, que a mí la falta de lluvia me pone triste por las matas que uno tiene en el conuco, pues uno siente que, si ellas están tristes, también reflejan esa tristeza. Además, ha habido muchas muertes en el pueblo y fuera de él, de gente conocida, que también son latigazos que le dan a la amistad y ésta se resiente, por todos aquellos momentos y recuerdos vividos".

"Ahora, que hablas de muerte, dijo el perro, la otra vez vino un señor aquí y contó que una persona fue al médico y éste lo examinó bastante y después le dijo: "A usted le doy un mes de vida". Y ¿Cuánto es, doctor?. "500 dólares", dijo el galeno. Entonces, el paciente le respondió: "Pero este mes no se los voy a pagar, porque no tengo, se lo pagaré el mes que viene". En ese momento el doctor, dijo: "Entonces, si es así, le doy otro mes de vida más".

Juancho soltó la risa y abrazó a su perro, y éste se sintió contento al ver al periodista contento, pues con su chiste le había borrado la tristeza del rostro.

Emigdio Malaver G. / emalaverg@gmail.com /@Malavermillo



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Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

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